Galápagos, una maravilla natural en peligro. elmundo.es. 01/12/09. Las escasas políticas ambientales ponen en riesgo la biodiversidad del lugar. Los chivos y cerdos ‘extranjeros’ son un peligro para los animales nativos. En la zona urbana de las islas pobladas residen unas 21.000 personas.Las islas Galápagos, que en 1835 sorprendieron a Charles Darwin por su singular biodiversidad, se debaten hoy ente la ambivalencia de ser declaradas una de las siete maravillas naturales del mundo, o ser declaradas un patrimonio natural de la humanidad en riesgo.En este paradisiaco archipiélago volcánico, bañado por las aguas sudamericanas del Pacífico, conviven las más exóticas especies que, hace 174 años, desvelaron ante los ojos del joven científico Darwin los secretos de la evolución de las especies.
Evolución que aún no ha cerrado la puerta a la investigación como lo demuestra la ‘iguana rosada’, una especie terrestre descubierta apenas en 1986, pero confirmada como una especie nueva a principios de este año. Se trata de un “lagarto único” en el mundo según informaron los científicos que aún estudian las características y tamaño de una población que escasamente llegaría a los 36 ejemplares concentrados en la isla Wolf. En este gigante ‘laboratorio’ Darwin se encontró con una notable población de plantas, aves y reptiles que se habían desarrollado aisladas del continente y cuyas características sólo podría explicar una transformación gradual de las diversas especies. Adaptación Los pinzones son un excelente ejemplo de la forma en que las fuentes de genes de las especies se han adaptado, a fin de garantizar la supervivencia a largo plazo a través de su descendencia. Las gigantes tortugas galápagos, de dónde toman el nombre las islas, las iguanas marinas y terrestres, la exquisita variedad de aves y la segunda reserva marina más grande del mundo, confluyen para formar estas ‘islas encantadas’. Las 13 islas grandes, seis islas menores y 107 rocas e islotes que forman el archipiélago, agregan belleza paisajista a esta región insular ecuatoriana que, conjugada con la fauna y flora, lo ubicaron como finalista del concurso, New 7 Wonders, que en el 2011 elegirá a las siete nuevas maravillas naturales del universo. En la lista negra de la Unesco Pero Galápagos es víctima de su propia belleza y seducción. La escueta aplicación de políticas migratorias, turísticas y ambientales han puesto en riesgo la extraordinaria biodiversidad del lugar. La Unesco, la misma organización que en 1978 declaró a las Galápagos, patrimonio natural de la humanidad, dio su voz de alerta sobre la degradación paulatina de las islas y en el 2007, la inscribió en una lista de riesgo. Ahora Ecuador hace esfuerzos para una declaratoria definitiva. Las especies endémicas luchan por sobrevivir en medio de flora y fauna que el hombre, directa o indirectamente, ha introducido. Se estima que alrededor de 1.300 especies, animales y vegetales, han ingresado históricamente a las islas, junto con el creciente flujo colonizador y turístico local y extranjero. Los ‘extranjeros’ chivos, cerdos y gatos son un verdadero peligro para los animales nativos y las ratas y arañas hacen festines con los huevos y pichones de las aves, tortugas o pequeñas especies. Plantas en problemas La flora también sufre la invasión agresiva de plantas afuereñas como las zarzamoras (moras), que se han convertido en una verdadera plaga para el ecosistema. Más de 700 plantas extrañas, entre ellas árboles madereros, has sido introducidas a las islas y de ellas por lo menos 40 compiten por la luz y el agua con especies endémicas, como los cáctus o flores únicas como la flor pasión o la planta espino. Según los expertos, la vegetación galapagueña siempre están en proceso evolutivo. El combate a las especies afuereñas es uno de los principales problemas remarcados por la Unesco para advertir del riesgo y el peligro en el que están las islas. El Gobierno ecuatoriano hace esfuerzos económicos y administrativos para salvar uno de sus mayores patrimonios ambientales. Turismo y colonización Según los últimos datos estadísticos, en la zona urbana de las islas pobladas residen unas 21 mil personas dedicadas a la pesca y al servicio turístico, según las estadísticas. A la cifra se suman los efectos que dejan alrededor de 174 mi mil visitantes anuales de turismo local y extranjero que aportan económicamente al desarrollo del archipiélago pero que también dejan su cuota para el deterioro ambiental. El gobernador de Galápagos, Jorge Alfredo Torres, en diálogo con El Mundo, aseguró que la alerta de la Unesco ha sido invaluable para crear conciencia sobre la necesidad de preservar este patrimonio natural de la humanidad. Con nuevas políticas gubernamentales,Torres asegura que se ha mejorado sustancialmente el control migratorio. Se inició un proceso de control y calificación de residencia y se han mejorado los controles en puertos y aeropuertos. Controles rigurosos Los senderos turísticos están siendo patrullados con mayor rigurosidad y se controla el ingreso a barcos pesqueros, sobre todo extranjeros, a la reserva marítima. Junto con la colaboración técnica de la Fundación Charles Darwin y el Parque Nacional Galápagos se ha emprendido en la erradicación de las especies invasoras. Un presupuesto de 13 millones de dólares ha sido adjudicado por el Ministerio del Ambiente. También se está trabajando en la creación de una agencia de seguridad para controlar el ingreso de productos y evitar la introducción de plagas e insectos. La fumigación de aviones y barcos antes de arribar a las islas está ayudando ostensiblemente a impedir la contaminación por la migración de especies. El Gobernador Torres asegura que El Ecuador pondrá todo su empeño en preservar a las islas encantadas’ y también logrará que este paradisiaco lugar forme parte de las siete maravillas naturales del mundo.