Al hacer limpieza en casa no solo es deseable que todo quede sin rastro de suciedad, sino desinfectado. Para ello, muchas personas recurren a mezclar diferentes productos, al pensar que ese modo potenciarán su acción. Y no siempre resulta. Pero es que, además, la combinación de productos limpiadores está desaconsejada en todos los casos: a veces, la mezcla inactiva el efecto del desinfectante o el limpiador y, en otras ocasiones, puede ser tóxica y provocar desde leves problemas de salud, como dolores de cabeza, hasta serias dificultades respiratorias. A continuación te contamos más consecuencias de un mal uso de estos productos, cómo saber que estamos ante una intoxicación por ellos y cómo actuar en estos casos.
Nunca mezcles productos de limpieza¿Un ejemplo clásico de mezcla casera nociva? Limpiar utilizando lejía junto con amoniaco. El amoniaco reacciona con hipoclorito sódico (lejía) y produce cloramina. “Y la cloramina, que es altamente tóxica, puede causar irritación, quemaduras e incluso neumonitis y muerte”, explica el doctor Sergio Fernández Martínez, coordinador de la Unidad de Gestión Ambiental y experto en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital La Fe (Valencia).
Imagen: monfocusEmpresas especializadas en limpieza (tanto doméstica como de espacios públicos) declaran la conveniencia de “ir eliminando la lejía y el amoniaco de la limpieza doméstica”. Señalan, además, dos productos que, al mezclarse con otros, pueden provocar reacciones y causar intoxicaciones: uno, la lejía, y el otro, el vinagre. “No se trata solo de la mezcla entre ellos —que es peligrosa por liberar gases tóxicos—, sino de unir vinagre a bicarbonato, o a agua oxigenada, o de mezclar lejía con alcohol. Son mezclas muy peligrosas”, puntualizan.
Según el experto de La Fe, “resulta complicado valorar la compatibilidad entre distintos desinfectantes”, pero, como norma general, no deben mezclarse productos de distinto espectro químico, “ya que la capacidad de potenciar sus efectos secundarios se multiplica”.
El médico prefiere no valorar qué productos son más peligrosos que otros para mezclar, porque todos lo son, “y no debería plantearse su mezcla en ningún contexto, a no ser que un experto valore dicha mezcla por algún motivo concreto”.
¿Por qué no somos conscientes de que estas mezclas resultan peligrosas? La formación en el empleo adecuado y seguro de los desinfectantes es a veces insuficiente incluso entre los propios profesionales, “por lo que formación en el usuario habitual es aún menor”, reconoce el doctor Fernández. Además, aunque todos los desinfectantes tienen (o deberían tener) en su etiqueta la forma adecuada de uso y las precauciones básicas para su manipulación, “desgraciadamente pocos son las personas que hacen uso de esta información”.
¿Qué puede pasar si mezclo productos de limpieza?Si quieres mantener limpia y desinfectada tu casa, utiliza los productos diseñados a tal fin, sin necesidad de mezclar varios. La adición simultánea de productos de limpieza “puede provocar que se inactiven unos a otros y no conseguir el efecto desinfectante deseado”, indica Sergio Fernández. También puede suceder que se potencie su efecto, es cierto, pero para ello “ya existen preparados de desinfectantes diseñados a tal fin por profesionales”. Mezclar productos de limpieza puede originar quemaduras en la piel, irritación en los ojos, la inhalación de gases tóxicos que deriven en problemas respiratorios, diarreas y dolor abdominal, dolores de cabeza…
Además de las mezclas, un mal uso de los productos es también peligroso. Se deben seguir las instrucciones del fabricante o distribuidor para una correcta dilución del producto. Algunos desinfectantes deben ser diluidos en distintas concentraciones, en virtud de la capacidad desinfectante que quieras otorgarle. Hay que tener en cuenta que concentraciones más bajas garantizan un mayor grado de seguridad en su manejo pero una capacidad desinfectante menor; concentraciones más altas mejoran la efectividad, pero también la capacidad para desarrollar efectos perjudiciales para la salud.
Cada desinfectante tiene una serie de riesgos inherentes a su empleo. Por ejemplo, “el contacto de la piel o las mucosas con lejía provoca lesiones cuya gravedad varía según la duración de la exposición y de la concentración”. Puede producir irritación conjuntival, de la piel y del tracto respiratorio y gastrointestinal por contacto con la piel o mucosas, por ingestión o por inhalación de gas cloro.
Otro desinfectante de uso habitual es el ácido peracético, que mal utilizado puede ulcerar tejidos e irritar piel, mucosas, ojos, tracto respiratorio y tracto gastrointestinal, “pero presenta casi nula toxicidad una vez preparada la disolución de forma precisa”, asegura el experto.
magen: nastya_geppCómo puedes reconocer que estás intoxicadoLos síntomas que puedes presentar cuando te has intoxicado pueden ser “muchos y muy variados”, pero entre los más frecuentes están los siguientes: