En la emergencia le hicieron un lavado de estómago, que reveló "material achocolatado". Pero sus ojos seguían rojos y sus pupilas estaban dilatadas, dos síntomas característicos de la ingesta de marihuana. La niña estuvo bajo los efectos de la droga más de 12 horas y tuvo que ser internada en la unidad de cuidados moderados del hospital. Cuando volvió a su casa, los médicos les pidieron a los padres que la llevaran a una policlínica a los 15 días. Entonces el análisis de orina dio negativo ya que no quedaban restos de cannabis en su cuerpo, por lo que recibió el alta toxicológica.
Y si bien las intoxicaciones por drogas de abuso no son tan frecuentes como las de medicamentos, los médicos plantean una preocupación en la investigación: la legalización del cannabis en Uruguay aumentó la disponibilidad en los hogares, "con el consiguiente riesgo aumentado de exposiciones no intencionales en lactantes y niños". En otras palabras, la despenalización de la marihuana podría determinar un incremento en las intoxicaciones pediátricas.
Hospital Pereira RossellLa placenta, una membrana permeable para los tóxicosQue todo lo que consumen las mujeres embarazadas termina repercutiendo en sus hijos parece una obviedad, pero los datos muestran que algunas de ellas ingieren sustancias tóxicas durante la gestación. Una investigación publicada en la revista Archivos de Pediatría del Uruguay, publicada en noviembre de 2018, revela que el 30% de los niños que nacen de madres adictas a la cocaína presentan síndrome de abstinencia. Por otra parte, otro estudio publicado en la misma revista, en diciembre de 2018, muestra que la gran solubilidad de la marihuana favorece su pasaje a través de la placenta, generando efectos sobre el bebé. En estos casos también puede haber síndrome de abstinencia después del parto, aunque más leve. Todas estas sustancias se acumulan durante el embarazo y terminan eliminándose a través del meconio después del nacimiento. Cuando crecen, estos niños son más propensos a las adicciones.