Científicas del Conicet Rosario presentan nueva aplicación para erradicar metales en aguas de consumo humano.
rosario3.com. 06/06/2021. Investigadoras del IBR desarrollaron un sistema que utiliza bacterias ambientales seleccionadas para eliminar el manganeso en plantas de tratamiento de agua subterránea, a bajo costo. El trabajo fue publicado en la revista Frontiers in Microbiology.
El equipo de investigadoras del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, Conicet-UNR).
nvestigadoras del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, Conicet-UNR), en colaboración con el Centro de Ingeniería Sanitaria (CIS, UNR), logró el aislamiento de varias cepas bacterianas adecuadas, que oxidan y remueven el manganeso presente en aguas de consumo humano, a bajo costo. El trabajo dirigido por Natalia Gottig, investigadora independiente del Consejo, fue publicado recientemente en la revista Frontiers in Microbiology.
“Se trata de bacterias ambientales seleccionadas, versátiles en cuanto a la capacidad de oxidación de manganeso y de formación de biofilms, con las cuales se desarrolló un inóculo aplicable a los filtros de arena, que se utilizan actualmente en la región, para acelerar y mejorar la remoción de este metal en plantas de tratamiento de agua subterránea”, explicó Gottig, en diálogo con Rosario3.
Un problema común en Argentina es la presencia de metales en aguas subterráneas destinadas a consumo de poblaciones situadas en regiones con pocas posibilidades de acceder a fuentes alternativas de agua potable.
El manganeso afecta la calidad del agua cambiando su color y sabor y aunque es un oligoelemento necesario para los seres vivos, en concentraciones altas, puede causar problemas en la salud. Además, como todos los metales, induce la corrosión de las redes de distribución generando problemas operativos y de mantenimiento de las mismas.
Para eliminar metales de aguas subterráneas, actualmente, se utilizan sistemas de filtros de arena biológicos ya que es una tecnología de bajo costo y que no utiliza reactivos químicos.
“Estos tratamientos biológicos consisten en la utilización de un sistema de filtrado en el cual las bacterias presentes en el agua quedan adheridas. Si estas bacterias poseen la capacidad de oxidar los metales, los óxidos obtenidos quedan retenidos en una estructura conocida como biofilm y son filtrados y eliminados del agua”, describe la investigadora.
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