A la izquierda, alondras cornudas procedentes de las ciudades industriales del este de EE UU. A la derecha, ejemplares de la costa oeste. CARL FULDNER Y SHANE DUBAY ¿Selección natural o artificial? ¿Deriva genética o mutación de los genes de la pigmentación? No, simplemente sus plumas están contaminadas por el hollín de las fábricas y de cuando se usaba carbón para calentar los hogares. Ese ennegrecimiento del plumaje de las aves ha permitido ahora a dos investigadores reconstruir la historia de la contaminación del aire en las ciudades industriales.
Imagen con microscopio electrónico de las plumas de un gorrión de campo de 1906 y otro de 1996. DUBAY Y FULDNERPara validar sus resultados, los compararon con los obtenidos de varios estudios basados en el análisis de las partículas atrapadas en cilindros de hielo obtenidos de Groenlandia. Como los anillos de los árboles, la profundidad del hielo se puede usar como una máquina del tiempo. Salvo para las dos primeras décadas de su estudio, el hollín atrapado en el hielo presenta una evolución paralela al detectado por ellos en los pájaros. La gran ventaja de estos es que son testigos de la contaminación local, la que les rodeaba, mientras que al hielo de Groenlandia llega polución de todo el hemisferio norte.