Rodolfo Wuilloud (izq.) y Emiliano Fiorentini, del Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas, dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo y del CONICET.Argentina es uno de los mayores productores de miel a nivel mundial y el 95% se exporta, para lo cual se deben cumplir con estrictos controles de calidad. Uno de los parámetros que se evalúa es la concentración de cadmio: un elemento altamente tóxico cuya acumulación en el organismo origina trastornos pulmonares, renales, óseos y hepáticos, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen una ingesta diaria máxima tolerable.
Los investigadores de Mendoza desarrollaron una técnica rápida y no contaminante para medir una toxina (cadmio) en la miel.