Descubren una nueva especie de tarántula, y es la más extraña del grupo. Por Elena Martínes Batalla. lavanguardia.com. 19/02/19. Vive en humedales, a más de 50 centímetros de profundidad, y posee un gran cuerno en el torso cuya función aún se desconoce.
Las arañas cornudas son endémicas de África y muy agresivas (Ian Enelbrecht)Cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo, llega la naturaleza y vuelve a sorprendernos. En este caso por el descubrimiento, en el sudeste de Angola, de una especie de tarántula que posee un gran cuerno en el cefalotórax. La protuberancia recuerda a la que caracteriza a las tarántulas cornudas o arañas babuino, el grupo al que pertenece la recién descubierta, pero es mucho más larga y blanda, lo que la hace única. El hallazgo se enmarca dentro del Okavango Wilderness Project , una iniciativa de National Geographic que tiene como objetivo descubrir la biodiversidad endémica que se esconde en una zona prácticamente inexplorada hasta la fecha: la cuenca del río Okavango, que nace en Angola, atraviesa Namibia y muere formando un delta continental en Botsuana. La descripción de la nueva especie se recoge en un artículo científico publicado este mes de febrero en la revista especializada African Invertebrates . Lo firman los entomólogos John M. Midgley e Ian Engelbrecht, que bautizaron a la nueva araña como Ceratogyrus attonitifer por lo ‘atónitos’ que se quedaron la primera vez que la vieron. En su trabajo, Midgley y Engelbrecht, investigadores de las universidades sudafricanas de Pretoria y Rhodes, exponen que estas arañas son conocidas desde hace años por las tribus locales que viven cerca del Okavango. Allí se refieren a ellas como “chandachuly”, y son bien conocidas porque, aunque su veneno no es peligroso para los humanos, infecciones relacionadas con sus mordeduras han causado varias muertes. En cuanto a su biología, durante la elaboración del trabajo, los entomólogos comprobaron que estas arañas son unos audaces depredadores nocturnos, pues al caer el sol se colocan en la entrada de sus madrigueras y no dejan títere con cabeza. Durante el día, en cambio, aprovechan para dormir y no atacan si no es a los insectos que usurpan sus hogares sin su consentimiento. La nueva especie vive cerca de humedales, donde construye madrigueras de unos 2,5 centímetros de ancho y hasta 60 centímetros de profundidad. En concreto, los primeros ejemplares localizados en 2016 encontraban refugio muy cerca de un lago angoleño cuya ubicación exacta no ha sido rebelada para evitar el comercio ilegal de esta araña como especie exótica. Los investigadores desconocen qué función podría desempeñar el extraño cuerno de la C. attonitifer, pero especulan con que podría servir para guardar los músculos que utilizan estas arañas para succionar a sus presas una vez muertas y disueltas por su propio veneno. Esta hipótesis deriva de que es para esto para lo que otras arañas babuino utilizan estas mismas protuberancias, de normal, mucho más cortas y duras. Pese a que la destrucción del hábitat natural, el cambio climático y el cambio de usos del suelo han hecho desaparecer muchas especies animales, lo cierto es que también el ritmo de identificación de nuevas especies crece año tras año, lo que revela que todavía queda mucha biodiversidad por descubrir.Los expertos hallaron las arañas en un humedal donde viven en madrigueras, a veces, a más de 60 centímetros por debajo de la superficie. (African Invertebrates)Artículo científico de referencia: New collection records for Theraphosidae (Araneae, Mygalomorphae) in Angola, with the description of a remarkable new species of Ceratogyrus. John M. Midgley and Ian Engelbrecht; African Invertebrates, February 2019. DOI: 10.3897/afrinvertebr.60.32141