En el artículo también se explica que el peligro proviene del método de la administración de los alimentos sino de la dosis, que se considera tóxica cuando supera los cinco gramos de ajo o cebolla fresca por cada kilogramo del animal.
Además, existen razas más sensibles, como la “Atika” o la “Shiba Inu” para las que esos productos son venenosos en cualquier cantidad. Una sobredosis de cebolla o ajo en los canes provoca efectos como diarreas, vómitos, debilidad general y un elevado ritmo cardíaco.