Rob Oldfied quería saldar unas deudas y se presentó voluntario para una prueba clínica, pero nunca pensó que le llevaría al borde de la muerte.Un amigo le habló sobre el ensayo médico. Y los US$2.800 que le iban a pagar por participar parecían un buen incentivo.Pero el experimento salió terriblemente mal y se convirtió en uno de los desastres médicos más sonados en Europa, conocido como "el caso del hombre elefante" por la espectacular hinchazón de cabeza de uno de los participantes.En total, seis de los ocho voluntarios quedaron afectados. Al más grave le amputaron los dedos de las manos y de los pies.La compañía que fabricó el medicamento quebró, pero los sobrevivientes salieron adelante. Y, aunque han pasado 10 años, los recuerdos –y las consecuencias– siguen presentes.Rob Oldfield es uno de ellos y contó su historia a la BBC.Escalofríos
El ensayo tuvo lugar en el hospital de Northwick Park, a las afueras de Londres, Reino Unido.
Los voluntarios acabaron en la unidad de cuidados intensivos.
La compañía que gestionó las pruebas, Parexel, asegura que "la seguridad de sus pacientes es su prioridad".