En un contexto de avance mortífero de pesticidas, malas prácticas agrícolas y el cambio climático que todo lo cubre, crece una nueva preocupación para el medio ambiente argentino: el país pierde anualmente un 34% de sus colmenas de abejas, y es el quinto país de América Latina con mayor tasa de mortandad de estos insectos clave para el ecosistema, con servicios esenciales como la polinización de alimentos.