 
   Depende de las vías de ingreso del tóxico. En la mayoría de los casos (más del 80% de intoxicados agudos accidentales), esta es oral. En este caso el empleo de eméticos es una medida común (ver anexo sobre jarabe de Ipeca). Existe una tendencia actual a usar menos el VP con jarabe de ipeca. Esto se basa no en su capacidad de inducir vómito (que es muy elevada) sino más bien en la capacidad de evacuar cantidades sustanciales del tóxico ingerido. Numerosos estudios ponen en duda precisamente la capacidad de recuperar la sustancia tóxica aún en el caso de su administración precoz.Una alternativa distinta para bloquear la absorción del tóxico es el lavado gástrico (LG), especialmente útil en pacientes comatosos y en salas de terapia intensiva.. Para ambas medidas, la rapidez en el inicio es importante. El período de tiempo en que se pueden extraer tóxicos del estómago es de 4 a 6 horas luego de la ingestión, pero puede ser mayor si existe peristálsis retardada o si existe recirculación entre la sangre y el tubo gastrointestinal. En este ú1timo caso considerar la necesidad de LG periódicos , uso de carbón activado (CA) seriado o lavado intestinal contínuo. Recordar algunas precauciones y contraindicaciones del LG, como:
 Guardar siempre el contenido de los primeros LG (importante 
                    desde el punto de vista diagnóstico y legal).
                    
                    Cada vez se tiende a agregar menos aditivos a la solución 
                    de LG porque las evidencias de ineficacia se aplican para 
                    la mayorla de las sustancias usadas. La excepción a 
                    esto lo constituye el CA considerado 
                    por algunos como la principal herramienta en las intoxicaciones 
                    agudas por vía oral (ver anexo carbón 
                    activado).
                    Son complicaciones del LG neumonía, perforación, 
                    sangrado, náuseas, trauma físico y paro cardíaco.
                    El CA puede usarse como complemento 
                    del LG o solo (ver anexo de CA}. Enfatizamos 
                    el uso asociado con sorbitol y la ventaja de dosis repetidas 
                    (denominada a veces "dialisis gastrointestinal") 
                    en intoxicaciones por teofilina o fenobarbital en que disminuye 
                    la vida media y los niveles séricos.
                    Prácticamente no existen evidencias que indiquen que 
                    el uso de catárticos influya favorablemente en la evolución 
                    del intoxicado agudo. Es un complemento necesario cuando se 
                    usa CA por ejemplo sorbitol. Puede usarse 
                    sulfato de sodio o magnesio. Este último con precaución 
                    en insuficientes renales. La Leche de Magnesia es una suspensión 
                    acuosa de hidróxido de magnesio, y se da en dosis de 
                    15 a 60 ml en adultos.
                    Otra medida terapéutica eficaz puede resultar el lavado 
                    intestinal total. Para ello se usan volúmenes abundantes 
                    (4 litros) de soluciones de 60 gramos de polietilenglicol 
                    por litro y diversos electrolitos (Sulfato, bicarbonato y 
                    cloruro de sodio y cloruro de potasio). La administración 
                    de este gran volumen de líquido no absorvible da por 
                    resultados diarrea acuosa copiosa y eliminación eficiente 
                    de los deshechos sólidos del tubo digestivo. Puede 
                    resultar útil en pacientes que ingieren tabletas de 
                    cubierta entérica, sustancia de liberación retardada, 
                    sustancias que no son bien adsorbidas por el CA, 
                    etc. Esta técnica la hemos usados en personas transportadoras 
                    de paquetes de cocaina en su tubo digestivo (comunmente denominadas 
                    "mulas"). No hay que utilizar este método 
                    en pacientes con obtrucción intestinal, perforación 
                    o megacolon tóxico.
                    Como síntesis de este punto puede decirse que la recuperación 
                    de 30 a 40 % del tóxico ingerido se considera un logro 
                    notable.
 
   La diuresis forzada es una medida que ha sido sobrevalorada. Lo máximo que puede aumentar la excreción es al doble, pero esta ventaja suele ser superada por los riesgos potenciales de edema pulmonar y cerebral . Las caracteristicas que debería tener un fármaco para ser efectivamente removido por diuresis forzada son:
a) Que se excrete por orina como droga madre o sus metabolitos.
                    b) Que tengan un bajo Vd (menor a 1 l/kg)
                    c) Que tengan una baja unión a proteinas plasmáticas
                    d) Idealmente que tengan un pK que permitan por modificación 
                    del pH urinario utilizar el concepto de trampa de iones. 
                    Con este último punto (la modificación del pH 
                    urinario) también se lo ha sobrevalorado. En una revision 
                    (1986) se encontró que la alcalinización de 
                    la orina ha sido comprobadamente eficiente solo en algunos 
                    casos, como medicamentos como ácido acetil salicílico 
                    y fenobarbital o plaguicidas como el 2-4-D. La diuresis ácida 
                    podría ser útil en intoxicación por fenciclidina, 
                    estricnina y anfetaminas, pero debemos recordar que la acidificación 
                    urinaria en pacientes intoxicados puede favorecer el desarrollo 
                    de rabdomiólisis secundaria a convulsiones o contracciones 
                    músculares. Actualmente esta es una medida cuestionada.
                    El empleo de la hemodiálisis y hemoperfusión 
                    también ha disminuido progresivamente , al considerar 
                    el riesgo de estos tratamientos y no sólo sus beneficios 
                    potenciales. No pueden ser extraídos por estos procedimientos, 
                    los tóxicos con Vd muy grandes (antidepresivos tricíclcos, 
                    digitálicos, DDT), con extensa fijación a los 
                    proteínas plasmáticas (warfarina) o con solo 
                    .una pequeña porción del tóxico transformado 
                    en metabolitos activos (acetaminofen) . Ejemplos de tóxicos 
                    dializables son metanol, etilenglicol, teofilina y salicilatos.
No son necesarios para la mayoría de las intoxicaciones. Por ejemplo casi todas los intoxicaciones por psicofármacos pueden ser manejadas óptimamente con los medidas generales de tratamiento de un paciente en coma. Para otras intoxicaciones el uso de antídotos puede ser esencial. El prototipo de antídoto altamente específico y efectivo es la naloxona, capaz de desplazar a la mayoría de los opiodes de sus sitios receptores en el SNC. En intoxicaciones por COFA es indispensable usar atropina y pralidoxima. En la intoxicacion por cianuro el uso rápido de nitrito de sodio y de hiposulfito de sodio puede salvar la vida. Pueden utilizarse alcohol etílico en la intoxicación por metanol, N-acetilcisteína en la sobredosis de acetaminofen, fisostigmina en intoxicaciones por .anticolinérgicos, flumazenil en intoxicaciones por benzodiacepinas, etc. También son necesarios los quelantes en intoxicaciones por metales pesados (agudas y crónicas ) y los sueros específicos en intoxicación botulinica y accidentes por animales ponzoñosos como arañas, víboras, lonomias, etc. Ver anexo de Antídotos.
Este apunte está limitado en extensión y profundidad. Existen numerosos textos que desarrollan ampliamente este tema.