Entre 10 y 20 minutos al sol, tres o cuatro veces por semana, en la cara o las manos son suficientes para procesar la vitamina D que necesitamos.
¿No es esto acaso una indicación de que sí puede ser beneficioso?"Potencialmente sí. Pero el número de pruebas que se hicieron y la cantidad de personas que participaron en ellas son relativamente modestos", argumenta Sattar."Por otra parte, en algunas de estas pruebas, además de darle a los individuos vitamina D3 (la forma más común de vitamina D presente en la sangre, que se forma por la acción del sol sobre la piel), se les pidió que hicieran actividades beneficiosas para la salud y esto pudo haber sido la causa de las mejoras y no la vitamina D3", añade el especialista."Por estas razones creo -y otros colegas también- que aunque es posible que la vitamina D tenga beneficios, la evidencia no es concluyente"."Creo que el tema es interesante como para seguir haciendo ensayos clínicos, pero la forma en que se han hecho las pruebas, su falta de solidez, hacen que no tengamos un respuesta definitiva", puntualizó Sattar.
Pero pese a que no hay certezas sobre su eficacia, tampoco hay nada que apunte a un efecto negativo.Entonces, por las dudas, ¿no valdrá la pena tomarla?"Si miramos por ejemplo las directrices en Reino Unido, la recomendación es que casi todas las personas de menos de cinco años o de más de 65, las embarazadas, las madres que amamantan y cualquiera que no esté lo suficientemente expuesto al sol -o sea, la mayoría de personas en este país-, deberían considerar tomar suplemento de vitamina D", señala Mark Porter, corresponsal de Medicina de The Times y colaborador de numerosos programas de salud de la BBC."Las dosis son mínimas y sabemos que al menos un tercio de la población tienen niveles bajos de vitamina D en la sangre, por lo tanto es recomendable tomar vitamina D, si el médico la prescribe, aunque no haya evidencia contundente sobre sus beneficios", explica."Si alguien está preocupado porque teme tener una deficiencia de vitamina D, lo mejor es que ni se moleste en hacerse una prueba y la tome -en dosis mínimas- porque lo más probable es que se encuentre entre el grupo de personas que tienen una deficiencia de la misma", dice Porter.Por otra parte, el problema no es exclusivo de los países nórdicos, donde hay menos horas de sol, sino también de países donde el sol abunda."Sucede que en lugares como Australia o España, donde el sol no es un problema, la gente tiende a cubrirse, a refugiarse en la sombra o a protegerse la piel con pantalla solar", señala Porter. Y eso impide que puedan absorber la cantidad de sol necesaria para producir suficiente cantidad de vitamina D".Lo mismo aplica para América Latina.