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También necesitamos ….un libro sobre el arbolado urbano de Rosario

7 February, 2014
Rosario. Realizan un relevamiento de los árboles de la ciudad. A su sombra. veintitres.infonews.com. 05/02/14. La editorial de la Municipalidad de Rosario está confeccionando un libro sobre el arbolado urbano, con fotos que proporcionan estudiantes, fotógrafos y vecinos.Todo empezó cuando un grupo de profesionales decidió retratar con fotos y contar con relatos de la gente el arbolado público de la ciudad. La idea se generó desde la editorial municipal que, junto a un equipo de fotógrafos, alumnos y docentes de la Escuela Municipal de Artes Plásticas Manuel Musto, empezaron a recorrer la ciudad en busca de especies para registrar. Su recorrido no fue arbitrario: contaron con la guía de Las plantas de las calles de Rosario, un libro del ingeniero agrónomo Roque C. García, que logró identificar miles de especies urbanas. Además, el proyecto también contempló la búsqueda de información botánica e histórica.Leer artículo previo relacionado: También necesitamos ….disfrutar los árboles de Rosario
También necesitamos ....un libro sobre el arbolado urbano de Rosario
Brachichito rosa
(SerTox)
Con ese fin el director de la editorial, Oscar Taborda, en compañía de Lidia Calderón, docente de la Escuela de Diseño del Paisaje, y un equipo de investigadores, recurrieron a los archivos de la Dirección de Parques y Paseos y los de la biblioteca del Concejo Municipal. También contaron con los registros personales del ingeniero agrónomo Eduardo Pire y de la arquitecta Raquel García Ortúzar.
Al respecto, Oscar Taborda, consultado por Veintitrés, contó que planean sacar el libro para fines de este año y reveló algunos de los datos que surgieron de este recorrido.
–Según lo que pudieron observar a lo largo de este tiempo de trabajo, ¿cómo es la distribución de flora en la ciudad? ¿En qué zonas se mantiene flora nativa?
–En la zona donde ahora está Rosario no había árboles, salvo en la parte baja de la franja costera, junto al río Paraná, cuya vegetación era similar a la de las islas. Cuando acá en Rosario se habla de especies nativas, igual que como ocurre en Buenos Aires, se hace referencia a especies del país que fueron implantadas por la municipalidad o los vecinos. Sin embargo, hay que destacar que, si bien se dice que en la zona de la llanura pampeana casi no había árboles, en el actual emplazamiento de Rosario es probable que haya habido algarrobos negros y amarillos, que son especies nativas y endémicas de la provincia de Santa Fe.
–¿En qué zonas hubo planes de forestación?
–El arbolado de calles, avenidas, paseos y parques públicos obedece a planes de forestación. En Rosario hubo épocas en las que lo usual era plantar en la alineación de las calles principalmente paraísos o plátanos, pero posteriormente el fresno se convirtió en la especie preferida, al punto que hoy aproximadamente el 25% del arbolado urbano está constituido por esa especie. En los últimos 25 años se intentó diversificar y así se plantaron liquidámbares, tilos, acacias, ibirá-pitás. En las avenidas se plantaron árboles de gran porte, como tipas, lapachos, jacarandás y palos borrachos.
–Algunos de los bosques o parques públicos ¿fueron diseñados por algún paisajista?
–El plano que acompaña el proyecto del Parque Independencia, del año 1900, donde sólo se indican las calles y la zonificación para los predios de varios clubes, está firmado por el ingeniero Thedy. Todo hace pensar que el primitivo trazado le pertenece y que los sectores que fueron construyéndose con el correr del tiempo se proyectaron en las reparticiones municipales correspondientes. En alguna oportunidad se sostuvo que los planos fueron realizados por el famoso Carlos Thays y así lo repite Wikipedia, pero creo que no hay constancia de ello. Joseph Bouvard, que presentó un plan urbanístico para Rosario que no fue aceptado, rediseñó la Plaza Sarmiento.
–¿La gente plantó árboles por su cuenta? ¿Hay relación con los inmigrantes?
–Sí, los vecinos suelen plantar árboles en el frente de sus viviendas interviniendo sobre los planes de forestación municipales. En algunos casos la elección de la especie sirve para recordar el terruño natal pero otras veces tiene un propósito más práctico, como la plantación de sauces u otras especies de rápido crecimiento para disponer cuanto antes de su sombra refrescante, o de especies de follaje perenne, como ficus, ligustros o crespones, para que en invierno no haya que barrer sus hojas. Lidia Calderón, que trabaja con nosotros en el armado del libro, realizó un trabajo donde indagaba sobre las especies plantadas por los vecinos, y me decía que así como los olivos están asociados a españoles, italianos y griegos, los robles europeos y castaños a los españoles, el limón paraguayo y el yvapovó o coquito de San Juan a los paraguayos, los migrantes internos procedentes de las provincias del norte aportaron árboles nativos conocidos, como lapachos, jacarandás y molles, pero también otros menos comunes, como la tipa colorada, la acacia visco y el fumo bravo. También hay que tener presente que otros vecinos optan por ejemplares recolectados en algún viaje, y así surgen en el paisaje urbano exóticas, arquitectónicas plantas carnosas y árboles de floraciones destacadas como el jazmín magno y la tevetia, o especies traídas de las islas del Paraná, como sauces criollos, aromitos, ceibos, timbós, curupí, talas, sangre de drago.
Producción. Oscar Taborda, director de la Editorial de la Municipalidad de Rosario, contó a Veintitrés que el propósito de este trabajo es hacer un libro visual, con muchas fotos e ilustraciones de árboles en situación urbana, ya sea en la alineación de las calles, en los parques y paseos, o en ámbitos privados o semipúblicos, como podrían ser un patio delantero con tapial bajo o el jardín de un hospital.
“Queremos que esa puesta en imágenes sirva de guía para una posible historia de la forestación de Rosario y dar cuenta de las políticas que se implementaron para ello”, sostuvo Taborda. 
El libro contaría con la descripción de la vegetación que había en el territorio antes de que Rosario existiera, y seguir después con su progresivo arbolado, incluyendo allí el origen de los diversos parques y paseos públicos.
Pero aparte de eso también se pretende incluir obras pictóricas que tienen a los árboles como motivo principal, mostrar paredes donde hay dibujados árboles, atender a las razones por las que los vecinos plantan en la vereda determinados árboles por fuera del plan de arbolado municipal. 
El libro contará con escritos de diversos autores con citas de escritores como Rilke, Bachelard, Virgilio o Juan L. Ortiz.
Para la parte visual podría hacerse un listado interminable que integran la colorida variedad de la página de Facebook “Árboles de Rosario”, donde se incluyen además ciertas instantáneas como verdulerías con sus cajones de mercadería expuestos a la sombra de sauces; puestos de venta de pescado bajo gomeros o sauces; algún cementerio con fondo preferentemente de cipreses; autos de modelos de más de veinte años estacionados sobre la vereda bajo la copa de un plátano.
El proyecto no se limita a especialistas. La iniciativa pretende la participación de la comunidad. Es por eso que sugerencias, comentarios, fotos históricas o actuales, y cualquier dato de interés son bienvenidos. 
“Para ello abrimos en nuestro Facebook Árboles de Rosario, adonde estamos acumulando imágenes y textos que irán modelando el libro coral que queremos”, informó Taborda. 
Una muestra. En ese bello trabajo de recorrida, el año pasado, en el hall del Centro Audiovisual Rosario se pudo visitar “14 árboles sin bosque”, una muestra del taller de fotografía de la Escuela Musto.
Nada más y nada menos que la exposición de su trabajo. Allí pudo verse los colores ocres del otoño rosarino cuando los talleristas salieron a fotografiar el centro y los barrios, parques y calles, plazas públicas y jardines privados que se dejan ver.
No se buscaba una documentación científica de los ejemplares; la consigna era un acercamiento en el que se rescatara la convivencia del árbol con su entorno urbano. 
La muestra fue una selección de las imágenes producidas en las excursiones fotográficas que se extendieron desde marzo de 2012 hasta setiembre de 2013. El trabajo contó con la coordinación de los docentes Gabriela Muzzio y Andrea Ostera. Participaron Mariano Bocanegra, Pope Hertz, Julieta López, Cecilia Lenardón, Gastón Miranda, Nora Lía Pastorini y Paulina Scheitlin. 
Árboles y palabras
– “Yo sólo soy completamente yo cuando estoy cara a cara con un árbol y sus hojas: ‘ante el árbol’ debe significar, pues, ‘cara a cara con el árbol’, el rostro del árbol y el mío se hacen uno: completamente árbol, completamente yo” (Peter Handke en Historia del lápiz)
– “Cuando uno sale del sueño, parece que viniera del otro mundo. El sueño tiene orillas, la muerte no tiene orillas; el sueño es un pedazo de muerte. En una siesta en que yo estaba por dormirme, vi algo, blanco, como una sugerencia; era más que un resplandor. Hay muchas cosas, sabe, y a mí se me van complicando un poquito más porque voy sintiendo, intuyendo: me siento por momentos en otras dimensiones. Sabe, Paco, a veces me parece que estoy del otro lado; ahora mismo, cuando estuve enfermo, con ese estado de excitación, veía los árboles venir hacia mí, como Rilke en Muzot, cuando le parecía que cada árbol respiraba con los pulmones de él” (Juanele Ortiz, entrevistado por Urondo. Panorama, 1970).
– “El paisaje nos es algo extraño y uno está terriblemente solo entre árboles que florecen y entre arroyos que pasan. A solas con una persona muerta, uno no está ni de lejos tan abandonado como a solas con los árboles. Pues por muy misteriosa que sea la muerte, más misteriosa aún es una vida que no es nuestra vida, que no se interesa por nosotros y, en cierto modo sin vernos, celebra sus fiestas, a las que asistimos con un cierto apuro, como invitados que llegan por casualidad y que hablan otro idioma” (Rainer Maria Rilke en su libro sobre Worpswede, la colonia artística en la que tuvo su fugaz experiencia matrimonial).
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