Entre todos son más de 9.000 especies: desde los más pequeños organismos hasta anémonas o pingüinos. Por Jonathan Webb. bbcmundo. 27/08/14. Estos son los protagonistas del más completo censo de vida marina antártica jamás realizado, que se publica esta semana.
Las llamativas y brillantes estrellas cojín se alimentan de los excrementos de las focas en aguas antárticas poco profundas.
Bajo el título "Atlas Biogeográfico del Océano Antártico", el exhaustivo trabajo es el primero que se realiza en la zona desde 1969.El libro tiene 66 capítulos, alrededor de 100 fotografías y 800 mapas, y está auspiciado por el Comité Científico de Investigación Antártica."Ha sido un enorme esfuerzo internacional y servirá como legado para el dedicado equipo de científicos que ha contribuido a su elaboración", dijo Huw Griffiths, uno de los autores y editores del atlas, del departamento de Investigación Antártica Británica (BAS, por sus siglas en inglés).Según Griffiths, el libro puede atraer a "cualquiera persona interesada en los animales que viven en los confines de la Tierra".En total, 147 científicos de 91 instituciones diferentes alrededor del mundo participaron en el censo, que tomó cuatro años de trabajo.Sus autores esperan que la publicación aporte información para las políticas de conservación, como por ejemplo, el debate sobre si es necesario establecer áreas marinas de protección en franjas abiertas del océano Antártico.Los datos del atlas incluyen la distribución de las diferentes especies, información sobre su genética y evolución, la interacción con el entorno físico y el impacto del cambio climático.Los investigadores dicen que la compilación de todo el conocimiento puede ayudar a predecir cómo los hábitats y la distribución de especies importantes puede cambiar en el futuro."Esta es la primera vez que todos los registros de la biodiversidad marina única de la Antártica, desde los comienzos de la exploración antártica en los días del capitán Cook, han sido reunidos, analizados y mapeados por la comunidad científica", dijo por su parte Claude De Broyer, editor jefe del libro y miembro del Instituto Real Belga de Ciencias Naturales.Las ballenas jorobadas, que pesan alrededor de 36 toneladas, migran hacia aguas antárticas para alimentarse durante el verano. De acuerdo con De Broyer, el nuevo atlas es una "base de datos accesible de información útil" para conservar la vida marina en el océano Antártico.
Este joven elefante marino fue fotografiado en la isla Marion, una de las islas del Príncipe Eduardo de Sudáfrica.Esta criatura carnívora de 9cm de largo es el isópodo gigante antártico, y se encuentra en grandes números cerca de las costas del continente austral.La anémona marina antártica vive en profundidades de hasta 3km y tienen 96 tentáculos.Los mapas ilustran datos como el tiempo que algunas especies pasan bajo el hielo marino (izquierda) y el número de especies registradas a lo largo y ancho del océano (derecha). Los pingüinos adelaida pueblan actualmente toda la costa antártica. Estos ejemplos de mapas de distribución muestran avistamientos, a la izquierda, de pingüinos rey (rojo) y pingüinos emperador (azul), y de orcas a la derecha.La comunidad alrededor de una fumarola volcánica, a más de 2km bajo la superficie, incluye grandes enjambres de cangrejos yeti que se alimentan de bacterias.________________________________________________________________________________________
Leer relacionado: Un Atlas de la vida marina en el océano Antártico. Presentado en una conferencia científica esta semana en Nueva Zelanda, elmundo.es. 27/08/14. Un grupo de cerca de 150 científicos ha creado el Atlas Biogeográfico del Océano del Sur, que documenta la biodiversidad marina en el Antártico desde los tiempos de las primeras expediciones a la zona, según ha informado el Comité Científico de la Investigación sobre el Antártico (SCAR, por sus siglas en inglés), que ha coordinado la investigación, presentada en la conferencia científica que se celebra del 25 al 28 de agosto en Auckland (Nueva Zelanda).Un crustáceo de 4 milímetros, integrante del zooplacton.RUSS HOPCROFTSegún la organización, la iniciativa ha contado con la participación de 147 investigadores procedentes de 91 instituciones en 22 países como, entre otros, Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, Francia, Alemania y también España. Durante los últimos cuatro años, este equipo ha recopilado datos sobre la presencia, evolución, cambios genéticos y efectos del cambio climático sobre más de 9.000 especies de la zona, desde bacterias hasta ballenas. "Por primera vez, desde los años en los que el Capitán Cook exploraba el Antártico, la comunidad científica ha reunido, analizado y cartografiado la diversidad marina de este entorno en un atlas comprensivo, una base de datos accesible que facilitará la conservación de la vida salvaje", ha destacado el principal editor e investigador del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, Claude de Broyer. ‘Un aumento espectacular’ La cantidad de especies catalogadas por el Atlas constituye un "aumento espectacular" con respecto a los números que se manejaban anteriormente, según el científico del British Antarctic Survey, Huw J. Griffiths, que ha explicado a Europa Press que, gracias a nuevas técnicas como el análisis del ADN, la comunidad científica ha podido revisar el conocimiento existente sobre la vida salvaje en el Antártico y constatar, por ejemplo, que el isópodo gigante Glyptonocus antarcticus, que se consideraba una especie es en realidad "once especies Una comunidad observada a 800 metros de profundidad.ADD Preguntado por los efectos de la actividad del ser humano en la biodiversidad en el Antártico, Griffith ha distinguido entre especies "más amenazadas" como las ballenas, focas y algunos peces, que "todavía se están recuperando" de la explotación humana en el pasado, y otros grupos como los invertebrados que habitan el fondo del mar, que se han mantenido "razonablemente a salvo" de la influencia humana. No obstante, ha advertido de que tanto unos como otros se enfrentan al "desafío común" que presentaría un potencial aumento de las temperaturas, sumado a la acificación de los océanos y las alteraciones en las fuentes de alimentación, entre otros. En este sentido, su compañero en la investigación y profesor de Oceanografía Biológica en la Universidad Marie Curie de París (Francia), Philippe Koubbi, ha añadido que la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés) lleva trabajando desde 2005 para la designación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) en el Antártico, con espacios ya declarados como la reserva en las Islas Orcadas del Sur, otros en camino de serlo como los del mar de Ross y Antártida del Este y otros todavía por proponer como el mar de Weddell o la Península Antártica. "Aunque el sector de la pesca está bien controlado por el CCAMLR, todavía existe el problema de capturas ilegales. Por eso es fundamental un Atlas como este, con una base de datos que nos proporcione una comprensión global de la biodiversidad en el Antártico. A partir de ahora, los científicos ya sabrán qué áreas hay que proteger y podrá continuarse así con estudios área por área, a nivel regional", ha subrayado.