El conmovedor abrazo de una gorila a su rescatador, mejor foto de naturaleza del año.abc.es.14/02/18. Estas son las imágenes ganadoras del concurso «Wildlife Photographer of the Year People’s Choice», organizado por el Museo de Historia Natural de Londres.
La gorila «Pikin» abraza a su cuidador – Jo-Anne McArthur
Es imposible mirar la fotografía sobre estas líneas y no esbozar una sonrisa. La misma que tiene este hombre, entre el cariño y la satisfacción del trabajo bien hecho, mientras sostiene en sus brazos, dentro de un coche, a una gorila. La historia, aunque dura, tiene también un final hermoso. «Pikin», una gorila de un santuario de Camerún, había sido capturada e iba a ser vendida para carne de animales silvestres, pero, por fortuna, pudo ser rescatada por la organización Ape Action Africa. La fotografía fue tomada cuando el primate estaba siendo trasladado de su antiguo recinto a uno nuevo y más grande, junto con un grupo de compañeros. Primero fue sedada, pero durante el traslado se despertó. Afortunadamente, no solo iba muy adormilada, sino que también estaba en los brazos de su cuidador, Appolinaire Ndohoudou, por lo que permaneció calmada durante todo el trayecto lleno de baches. Cómo se le agarra el animal resulta conmovedor. La imagen ha resultado ganadora por elección del publicó del prestigioso certamen Wildlife Photographer of the Year, que organiza cada año el Museo de Historia Natural de Londres. «Espero que (esta imagen) pueda inspirarnos a todos a preocuparnos un poco más por los animales», afirma su autora, la fotógrafa Jo-Anne McArthur, quien asegura que «ningún acto de compasión hacia ellos es demasiado pequeño». La fotoperiodista, natural de Canadá, explica que normalmente documenta las crueldades que los animales soportan en manos de los humanos, pero a veces es testigo de historias de rescate, esperanza y redención. La caza furtiva de primates está muy extendida en Camerún. Los cazadores matan a los animales salvajes para vender su carne tanto en su país de origen como en el extranjero. Los bebés simios suelen quedar huérfanos después de que maten a sus madres y, por tanto, o mueren en libertad o son vendidos como mascotas. Las cuatro imágenes finalistas de esta categoría también tienen su propia historia:
Lakshitha Karunarathna El fotógrafo Lakshitha Karunarathna, de Sri Lanka, ha sido uno de los finalistas al captar algo «inusual» mientras se encontraba de safari en la Reserva Nacional Maasai Mara, en Kenia: una carraca lila (‘Coracias caudatus’) montando una cebra. Normalmente esta especie de ave prefiere posarse en lo alto del follaje, pero esta carraca pasó una hora o más paseando y disfrutando de la comida ocasional con insectos sobre los lomos del équido. Para fotografiar el instante, Karunarathna esperó a que las cebras circundantes formaran el fondo perfecto. Ray Chin Todos los años, desde julio hasta finales de octubre, las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) del sur migran hacia el norte desde sus zonas de alimentación en la Antártida para dar a luz en las cálidas aguas protegidas de Tonga. Cuando el fotógrafo Ray Chin, de Taiwán, se acercó a una madre y su cría suavemente, los gigantes nadaron un poco más cerca para echarle un vistazo. Mientras daban ese elegante giro, tomó la foto. Más tarde convirtió la imagen en blanco y negro, lo que a su juicio representaba la simplicidad de la escena. Debra Garside La canadiense Debra Garside esperó seis días cerca de la guarida de una familia de osos polares para poder captarlos con su cámara. Cuando los osos salen de sus madrigueras a principios de la primavera, los cachorros se quedan cerca de sus madres en busca de calor y protección. Una vez que los pequeños son fuertes y tienen suficiente confianza, inician la caminata hacia el hielo marino con su madre para que poder volver a buscar focas. La imagen fue captada en el Parque Nacional Wapusk, de Manitoba (Canadá), donde Garside desafío a las frías temperaturas, que variaban de los -35°C a los -55°C y donde soplaban vientos fuertes. Estas condiciones hacen que sea casi imposible evitar la congelación y mantener un equipo de cámara funcionando correctamente.Luciano Candisani El fotógrafo Luciano Candisani tuvo que escalar un árbol de cecropia, en la selva atlántica protegida del sur de Bahía (Brasil), para poder tomar una foto a nivel de ojo de un perezoso de tres dedos. A los perezosos les gusta alimentarse de las hojas de estos árboles, por lo que a menudo se los ve en lo alto de los árboles.