Los vecinos de Santa Olga no dan abasto. El pueblo, en el centro sur de Chile, 240 kilómetros al sur de Santiago, ha sido devastado por las llamas de los incendios forestales que desde hace días azotan la región, los peores en la historia del país.
Apenas queda rastro del lugar. Y sus cerca de 5.000 habitantes, la mayoría de ellos dedicados al sector forestal o a la agricultura, lo han perdido todo. A pesar de los esfuerzos de bomberos y policías, el fuego no pudo ser controlado.
Más de 1.000 viviendas ardieron bajo las llamas y unas 4.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares. El incendio avanza imparable destruyendo lo que encuentra a su paso, alentado por el viento, el calor y la sequía.
Los bomberos también tuvieron que ser evacuados y su cuartel quedó calcinado. Solamente en Santa Olga murieron tres personas -dos policías y voluntario del cuerpo de bomberos- en su intento frustrado de combatir las llamas. En total, el recuento de fallecidos en el país asciende a seis (a fecha de 26 de enero).
El pueblo se volcó para intentar solucionar la situación llenando baldes de agua. "Estamos sobrepasados, no podemos cubrir toda la zona. Apagamos un incendio y se nos prende otro, los bomberos están destrozados", le dijo a CNN el jefe del cuerpo de bomberos de Constitución (una localidad vecina en la región del Maule), Álvaro Garrido.
Los habitantes de Santa Olga tratan de consolarse entre abrazos y llantos. Sus quedaron casas en cenizas y sus campos destrozados. Las llamas abarcan más de 40 kilómetros.
Según el último balance, la cifra total de hectáreas quemadas asciende a cerca de 270.000. La localidad de Santa Olga es un asentamiento que fue constituido por familias de trabajadores forestales.
Los especialistas aseguran que se trata de "una emergencia sin precedentes" en el país. Y la temporada de incendios apenas acaba de comenzar.
"El alcalde se daba vueltas desesperado, nos miraba, no sabíamos qué más hacer. No tenemos las cosas, no tenemos el apoyo, no tenemos qué hacer, es terrible", dijo Garrido en una entrevista radiofónica.
Estos son los peores incendios forestales de la historia de Chile.Las cifras son aterradoras: más de 300.000 hectáreas afectadas, 142 siniestros, unos 2.800 afectados, al menos 10 muertos y alrededor de 4.500 personas lidiando directamente con el fuego.Chile está acostumbrado a los incendios forestales y ahora estamos precisamente en plena temporada de este tipo de siniestros.Sin embargo, el territorio arrasado por las llamas hasta el momento es mayor que en cualquier otro año.Las condiciones actuales -resumidas en la fórmula 30-30-30, que hace referencia a más de 30 grados Celsius de temperatura, vientos de más de 30 kilómetros por hora y condiciones de humedad bajo el 30%- son ideales para que el fuego se propague rápidamente.
Los pinos y los eucaliptos crecen mucho más rápido que las especies nativas.
Las piñas se abren y sueltan sus semillas con temperaturas elevadas, por eso un incendio favorece su dispersión