Las estatinas son la terapia que se usa habitualmente para reducir el colesterol "malo" LDL, pero hay otros tratamientos que pueden reducir de forma efectiva el riesgo de problemas cardiacos en el futuro, según una revisión de nuevas evidencias. Estas terapias alternativas (incluyendo una dieta saludable para el corazón, otros medicamentos que reducen el colesterol e incluso la cirugía de derivación intestinal) parecen conferir el mismo nivel de protección a la salud cardiaca que las estatinas cuando disminuyen los niveles de colesterol, según los hallazgos.