"Sin veneno estaríamos acabados", dice el experto del Museo de Historia Natural de Londres, Ronald Jenner¿Agradable no?Puede que esta criatura no sea más grande que tu dedo meñique, pero, si la observas de cerca es tan repulsiva que te revuelve las tripas.
Los animales venenosos son una fuente de remedios.Este gusano es una de las muchas "estrellas" que se presentan en una exhibición de animales venenosos que se inaugura la semana próxima en el Museo de Historia Natural de Londres (NHM, por sus siglas en inglés).Es una muestra a la que es mejor no ir si sientes aversión a las arañas, las serpientes, las hormigas, las avispas, los escorpiones e incluso a los ornitorrincos (que también, por cierto, son venenosos).Pero para quienes sienten fascinación por la evolución y por algunos de los notables trucos de bioquímica que elaboró en los últimos millones de años, la muestra no tiene desperdicio.
Este gusano es uno de los preferidos por los neurocientíficos.
El veneno del murciélago vampiro hace que la sangre de la presa continúe fluyendo.
La muestra no es apta para las personas que se impresionan fácilmente con animales peligrosos e insectos.
El veneno de la cobra egipcia puede paralizar a su víctima, pero algunas presas han desarrollado resistencia a este veneno.
Casi todos los arácnidos son venenosos. En la foto: una araña pavo real.
El "monstruo" preferido de Jenner es la serpiente conocida como taipán de la costa.