Imagen: ibreakstockLas toxiinfecciones alimentarias producidas por bacterias y sus toxinas son una de las principales preocupaciones en materia de salud pública en todo el mundo. Si bien en la mayoría de los casos los procesos que provocan son asintomáticos y el elevado número de casos clínicos son leves y no se declaran, algunos son más graves aunque poco frecuentes. Las señales que indican que se padece una toxiinfección de este tipo están relacionadas, sobre todo, con la ingesta de alimentos como carne, pescado, marisco, verduras y hortalizas contaminados o mal higienizados. Muchos de los brotes se podrían evitar o reducir con solo unas correctas medidas de higiene, ya que en muchas ocasiones estas contaminaciones se originan por una defectuosa higiene del manipulador, de los utensilios y de la contaminación cruzada. Pero en otros casos, los síntomas más mucho más allá.