Sin embargo, el problema es que todavía hay un gran desconocimiento por parte de la gente sobre la existencia de termos de acero que están fabricados con materia prima prohibida por legislaciones nacionales e internacionales, provenientes en su mayoría de Oriente (principalmente China), y que son perjudiciales para la salud. Carlos Bender, Gerente Comercial de Lumilagro, compañía que fabrica termos en la Argentina, explica que “la normativa del Mercosur y el Código Alimentario Argentino especifican que el acero apto para la fabricación de termos que toman contacto con los alimentos no deben contener más del 1% de impurezas, como plomo, arsénico, mercurio, cadmio y cobre, mientras que en los termos prohibidos los metales tóxicos superan ampliamente el límite establecido. Y, como el acero tiene porosidad, las partículas migran al contenido del termo, trayendo consecuencias en la salud de las personas”.