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Sobre Piojos y Piojicidas No Está Todo Escrito

1 May, 2001

Dr. Juan Carlos Piola

Sobre Piojos y Piojicidas No Está Todo Escrito
Piojo
(MI Picollo)
Publicado en Revista Editada por el Departamento de Desarrollo Social de la Asociación Mutual entre asociados de CIBA, para la Muestra y Taller Ecológico Prado 93. Pág. 14-5. 1993

" Peor es el remedio que la enfermedad…" (dice un dicho popular). Nos hace pensar que para tratar cualquier enfermedad primero hay que conocerla y valorarla correctamente a fin de establecer los remedios adecuados. Lo que en medicina llamamos ecuación riesgo – beneficio

Hablemos de Piojos…

Se llama pediculosis a la infestación de la cabeza, partes vellosas del cuerpo o la ropa (especialmente a lo largo de las costuras interiores) por piojos adultos, larvas o liendres (huevos), que puede causar prurito intenso, excoriación del cuero cabelludo y a veces infecciones secundarlas con linfadenitis cervical.
Sólo nos referiremos a la infestación por piojos de la cabeza (pediculus capitis), que es conocida desde tiempos remotos Tiene una distribución mundial. Son comunes los brotes causados por el piojo de la cabeza entre niños, en escuelas e internados en instituciones. Cualquier persona puede sufrir la infestación con piojos si existen las circunstancias apropiadas de exposición. Los piojos no "respetan" edad, sexo ni condiciones socioeconómicas.
¿Cómo se transmite? Por contacto directo con la persona infestada y, en menor medida, por contacto indirecto con sus pertenencias personales (cepillos, peines, gorras, sombreros, etc.) Los piojos pueden abandonar a un huésped con fiebre: ésta y el hacinamiento aumentan la posibilidad de transferencia de una persona a otra. Mientras haya piojos vivos en la persona infectada se pueden transmitir a otra personas. Se considera que fuera del huésped (por ejemplo en un peine) el piojo puede vivir hasta dos días. Su ciclo biológico, en condiciones óptimas, es muy rápido: las larvas de los piojos salen de los huevos en el término de una semana y alcanzan su madurez de 8 a 10 días después de haber quedado en libertad.
Si bien resulta una infestación molesta (a nadie le gusta tener piojos) carece de riesgos graves para la salud. ya que no es vector de otras enfermedades (sólo el piojo del cuerpo puede transmitir tifus y otras enfermedades) y tiene una mortalidad nula.

Hablemos de piojicidas…

Es necesario aclarar que por las características ya descriptas, la participación del médico en el diagnóstico, control y seguimiento epidemiológico de la enfermedad es escaso o nulo. As[, los piojicidas, son objeto de automedicación masiva por parte de la población sin un adecuado control y prevención de eventuales complicaciones.
La inmensa mayoría de los agentes terapéuticos disponibles comercialmente en el mundo para el tratamiento de la pediculosis son plaguicidas (insecticidas organoclorados, organofosforados o piretrinas/piretroides). El uso indiscriminado e irracional de estos plaguicidas ha traído gran cantidad de problemas, no sólo a la salud humana sino también al medioambiente.
Los insecticidas organoclorados, como el DDT, que no son biodegradables tienen prohibición o severa limitación en su uso agrícola por la mayoría de los países. Su afinidad por las grasas y su difícil eliminación por parte de los organismos vivos, hicieron posible su acumulación y posterior identificación en lugares como la leche materna (animal y humana), aguas de la Antártida, etc.. Al respecto, Antonio E. Brailovsky, escribió en Clarín del 24/09/91, un artículo con el título:
· Matar piojos a cañonazos" en que refiriéndose a los organoclorados, se preguntaba: "¿Por qué los especialistas amparan a los animales y descuidan a la gente?’
Recientemente, se aprobó en nuestro país, el uso del malathión (compuesto organofosforado) como piojicida. ¿Qué seguridad existe que el uso exagerado no traiga problemas a la salud de quienes lo usan, por ejemplo, en pacientes con asma bronquial, bradicardia e hipotensión prounciada, embarazo, malnutrición y otras situaciones clínicas en que el USP-DI aconseja evaluar la relación riesgo-beneficio?
Afortunadamente, se dispone actualmente de productos con un mayor margen de seguridad, como las piretrinas (naturales) o los piretroides (derivados sintéticos) que tienen menor efecto residual, aparentemente menor impacto ambiental y escasa toxicidad en seres humanos. No obstante se han descripto un elevado número de cuadros alérgicos en personas y elevada toxicidad en peces.
Su utilización circunstancial para la eliminación de las formas adultas del "pediculus capitis; es la actualmente recomendada; no así el uso crónico, ya que carecen de efectos preventivos y en general no eliminan las liendres. Hay que agregar, que además existe una interminable lista de remedios caseros y folklóricos, muchos de los cuales presentan riesgos importantes para la salud además de las pérdidas de tiempo en el tratamiento de los casos, con persistencia de la fuente contaminante y continuidad del ciclo epidemiológico. El ejemplo del uso del Kerosén si bien no es el más riesgoso probablemente sea uno de los más típicos. (Un método seguro e ingenioso, citado en la bibliografía, que se usaba en el oeste norteamericano para eliminar los piojos de la ropa -pediculus humanus-, consistía en colocar toda la ropa encima de hormigueros para que las hormigas exterminaran todos los piojos, larvas y liendres).

Para terminar…

La elección o la indicación de un inadecuado tratamiento para la pediculosis, provoca innecesarias exposiciones a riesgos, que frecuentemente superan ampliamente a aquellos derivados de la propia enfermedad. También promueve la persistencia en el tiempo de una endemia, cuya eliminación no depende de la terapéutica farmacológica. Esta persistencia de la enfermedad en la comunidad, cierra el círculo vicioso, llevando a sobredosificar o cronificar el uso de agroquímicos, y se suman, a la pediculosis ya existente, otras patologías alérgicas o tóxicas derivadas de la inadecuada utilización.
Mientras tanto, la decontaminación mecánica y la necesidad de un cambio en los hábitos y costumbres de las personas (condiciones indispensables para la limitación de la enfermedad), no son suficientemente promovidas ni puestas en prácticas por el grupo médico ni por la población en general. Estas conductas, sin embargo, producen el máximo efecto, al menor costo (son gratis) y sin riesgos.
Recordemos, a modo de moraleja, que si bien la frase inicial de este artículo hacia referenda a una cierta sabiduría popular, muchas conductas de automedicación muestran un alto grado de irracionalidad y a veces de estupidez. Al valorar los remedios para los piojos, consideremos no solo los plaguicidas más potentes disponibles en el mercado sino la eficacia que puede tener una abuela o una mamá, solicita y cariñosa, con un peine fino en sus manos.

Bibliografía

1. El control de las enfermedades transmisibles en el hombre. 14 edición. Publicación Científica Nº 507. OPS. OMS. 1987. Pag. 352-4.
2. Digon, Ana ¿Agroquímicos en el pelo? Pest Report, set 1992, Pag. 10 y 11.
3. P’Donnel Alexander, John. Arthropods and Human Skin. Springer – Verley, 1984.
4. Rasmussen, JE. Lindane: A Prudent Approach. Arch Dermatol. Vol 123, Aug. 1987. Pag. 1008-10
5. Información de medicamentos (USP-DI). Publicación Científica OPS nº525. Editado 1989. Ministerio de Sanidad y Consumo de España. Tomo II, Pág. 1470-1.
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