En los 80 se descubrió que los gases clorofluorocarburos, o CFC, tan comunes en los aerosoles, estaban destruyendo la capa de ozono.Si alguna vez tienes la oportunidad de ver flúor en estado puro, te parecerá inocuo: un gas de un amarillo pálido que en realidad es tan peligroso que el departamento en el que trabaja Sella en el University College de Londres no lo tiene en su inventario.
El Teflón incluye cadenas de átomos de carbono rodeados de flúor.
El flúor también se usa en los dentífricos.
Midgley aspiró durante varios minutos los gases de tetraetilo de plomo para demostrar que era seguro, pero acabó recluído durante meses por sus efectos
Los CFC tienen poderosos gases que contribuyen al efecto invernadero.
Las alternativas a los CFC no han estado exentas de polémica.