Las farmacopeas son libros en los que se recopilan recetas de sustancias con propiedades medicinales reales o supuestas. El papiro Ebers, el más antiguo conocido, fue redactado 1.500 años antes de nuestra era, en Egipto. Aquí queremos empezar una farmacopea de drogas ficticias… y, si quieres, tú la continúas.No estamos hablando de las del mundo real que se cuelan en las historias de novelas, cine o series de radio o televisión, sino de aquellas que han sido creadas para esos mundos inventados en los que los autores nos invitan a pasar un tiempo.
Durante miles de años, la amapola ha aliviado a quienes sufren los dolores más profundos, algo que se ve reflejado en "Juego de Tronos".
Flores de loto y Nepente – La Odisea del poeta griego Homero – siglo VIII a.C.En el poema épico que narra las aventuras de Ulises, también conocido como Odiseo, en su viaje de regreso a su patria, Ítaca, tras el fin de la guerra de Troya, Homero habla de un brebaje "sutil y excelente" proveniente de Egipto, "cuya fértil tierra produce muchísimas pócimas; después de mezclarlas, algunas son buenas y otras perniciosas".
Helena encontró la manera de aliviar el dolor que los invadía. (Helena de Troya pintada por Gustave Moreau)Ante tanto dolor, Helena le echó al vino que estaban tomando nepente, una droga "ingeniosa" que borraba los recuerdos dolorosos y disipaba el ardor del dolor y la ira.
Muchos universos ficticios tienen su sustancias únicas ya sean milagrosas o nefastas; algunas son para olvidar, otras para recordar y las hay hasta para dar una perspectiva distinta o habilidades increíbles. A veces son tan poderosas que se vuelven el centro de la historia.Y en el siglo XX, apareció en "Los robots del amanecer" (1983), del bioquímico y escritor estadounidense Isaac Asimov…
Después de que probaron los lotos, los compañeros de Ulises ya no querían irse a ningún lado. Tuvo que obligarlos a montarse al barco.En el canto X, Ulises cuenta sus aventuras con los Cicones, los Cíclopes y -la que nos incumbe- con los Lotófagos, "los que comen flores de alimento".
Agua del río Leteo – "Eneida" del poeta romano Virgilio – siglo I a.C.En este gran poema épico latino, Virgilio cuenta la historia del errante Eneas. En un momento de la historia, el príncipe se encuentra con el agua del río Leteo, una de las primeras drogas ficticias conocidas.
El río Leteo está a las orillas de otro río del Inframundo llamado Styx. donde los restos fantasmales de los muertos se congregan para buscar el paso al Más Allá. Tienen que sobornar a Caronte cuando logran cruzar, tras beber las aguas de Leteo, se quedan sin nada que recordar por toda la eternidad.En un hermoso pasaje de "La montaña mágica" (1924), el nobel de Literatura Thomas Mann aclara y amplía el concepto:
Soma – "Un mundo feliz" del escritor y filósofo británico Aldous Huxley – 1931Soma es una droga maravillosa, de la que te tomas "medio gramo para una tarde de asueto, un gramo para un fin de semana, dos gramos para un viaje al hermoso Oriente, tres para una eternidad oscura en la Luna".
Todo parece estar tan bien en el mundo feliz…Pero alerta: como escribió el mismo Huxley en el epílogo de su novela "Los demonios de Loudon", con esas drogas "lo que parece un dios es en realidad un demonio, lo que parece una liberación es de hecho una esclavitud".
Especia o Melange – "Dune", del escritor estadounidense Frank Herbert – 1965El melange, popularmente conocida como "especia", es una de las drogas más famosas de la ciencia ficción.
Si consumes grandes cantidades de Melange se te nota en los ojos.Otro efecto secundario de consumir grandes cantidades de esta droga es que la parte blanca de los ojos se vuelve de color azul profundo, debido a la saturación de melange en la sangre.
Dylar – "Ruido blanco", del escritor estadounidense Don DeLillo – 1985"Ruido blanco" es la historia de un profesor universitario y su familia cuya pequeña ciudad del medio oeste es evacuada después de un accidente industrial.
Detalle de la portada de la edición de lujo de Penguin Classics.La esposa y madre en esa familia es Babette, quien se distingue por su mala memoria y su preocupación por la muerte.