El peligro de cada invierno. lanueva.com. 15/06/15. La llegada del invierno impulsa la puesta en marcha de una enorme cantidad de calefactores alimentados a gas, los cuales dejaron de funcionar, en su mayoría, hace más de diez meses, tiempo suficiente para ser afectados por diversos factores que pueden derivar en un funcionamiento defectuoso de los mismos. Esta situación desemboca en la generación de monóxido de carbono, elemento gaseoso al que se conoce como “asesino silencioso”, teniendo en cuenta que es un gas inodoro, incoloro y altamente tóxico, capaz de causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. El mismo se produce por la combustión deficiente de sustancias como gas, gasoil, kerosen, carbón, petróleo, tabaco o madera.Leer relacionado: Especiales de los CDC para evitar intoxicaciones con monóxido de carbono en los EEUULeer también, Preguntas y problemas frecuentes relacionados con el monóxido de carbono: UN VENENO INVISIBLE
Las chimeneas, las calderas, los calentadores de agua o calefactores y los aparatos domésticos que queman combustible, así como las estufas u hornallas de la cocina, pueden producirlo cada vez que no funcionan de manera adecuada.
La estadística local –según detalló este diario recientemente- menciona que al menos dos personas mueren cada año por esta causa, considerada “completamente evitable” a partir de ciertas tareas básicas de prevención, directamente relacionadas con el mantenimiento de estos aparatos y su oportuna revisión por parte de técnicos matriculados en la materia.
La dirección de Defensa Civil del municipio, por otra parte, viene dictando cursos de capacitación en distintos ámbitos, dando cuenta de cuál es la manera adecuada de calefaccionar espacios cerrados y sobre cómo actuar ante un accidente de estas características, con tareas de reanimación cardiopulmonar.
Insiste además en la necesidad de no utilizar hornos o braseros para calentar un ambiente. También remarca que es absolutamente necesario proceder a retirar braseros y salamandras por la noche. En el caso de los sistemas de ventilación, verificar que no registren algún tipo de obstrucción en sus salidas.
Otro detalle a considerar es verificar la llama del quemador, la cual siempre debe mostrar un color azul con sus extremos transparentes. Si es amarilla, algo funciona de manera inadecuada.
En definitiva: se trata de cumplir tareas menores, factibles, básicas y lógicas, que pueden evitar que la necesidad de obtener calor se convierta de improviso en una historia fría y definitiva.
Leer también: Ambientes ventilados y artefactos seguros evitan la muerte por inhalación de monóxido de carbono.telam.com.ar. 20/06/15. Estufas y calefones seguros evitan la intoxicación con monóxido de carbono, un gas venenoso que no es percibido por los humanos, producido por mala combustión de los aparatos para calefaccionar las viviendas, alertó hoy el ministerio de Salud.Ambientes ventilados así como estufas y calefones seguros evitan la intoxicación con monóxido de carbono, un gas venenoso que no es percibido por los humanos, producido por mala combustión de los aparatos para calefaccionar las viviendas, alertó hoy el ministerio de Salud.
En Gran Buenos Aires y territorios provinciales, "la mayor fuente de intoxicación es la que produce el uso del brasero, con leña o carbón, por lo que antes de ir a dormir hay que apagarlo y sacarlo de la vivienda para mayor seguridad", reportó el Centro Nacional de Intoxicaciones.
"La inhalación de monóxido de carbono -un gas tóxico producto del mal funcionamiento de estufas, calderas, calefones, termotanques y cocinas a gas natural-" debe evitarse porque puede ocasionar la muerte, sin que se produzca el registro por parte de la persona, ya que el gas es invisible e inodoro y no causa irritaciones.
El Ministerio recomendó observar que la llama siempre sea de color azul en los artefactos a gas; los calefones no pueden instalarse en el baño y un gasista matriculado es quien debe revisar la salida exterior del aparato, así como de las estufas.
Los grupos electrógenos que funcionan con nafta o gasoil requieren especial cuidado; se debe evitar calefaccionar los ambientes con el horno o las hornallas de la cocina, y apagar las estufas antes de dormir.
Si se inhala monóxido de carbono, el gas reemplaza al oxígeno en el torrente sanguíneo, afectando especialmente al corazón y al cerebro.
Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono son dolor de cabeza, vómitos o náuseas, mareos, decaimiento, falta de aire y palpitaciones.
La persona intoxicada puede entrar en coma y morir, por lo que ante los primeros síntomas se debe ventilar la habitación rápidamente, salir del ambiente e ir al centro de salud más cercano para ser atendido con suministro de oxígeno.
Cada año mueren en Argentina unas 200 personas por intoxicación con monóxido de carbono; los niños, ancianos, enfermos cardíacos y/o pulmonares, fumadores y quienes habitan en zonas de gran altitud son los que tienen mayor riesgo de intoxicación.
Para información y consultas sobre el manejo de una intoxicación el Ministerio dispone la línea nacional y gratuita con atención las 24 horas 0800-333-0160.