El Bald’s Leechbook es uno de los libros médicos más antiguos conocidos.
El ajo es uno de los ingredientes de la mezcla, a partes iguales con la cebolla.Los investigadores probaron todos los ingredientes frescos de forma individual, así como el remedio en su conjunto y una solución de control sin los vegetales.El remedió logró terminar con hasta un 90% de las bacterias.Harrison dijo que el equipo esperaba que el bálsamo mostrara "cierta actividad antibiótica"."Pero nos quedamos pasmados al ver la efectividad de la combinación de ingredientes", afirmó.La mezcla se probó en cultivos de laboratorio de estafilococo dorado, tanto en heridas sintéticas producidas por los científicos como en heridas reales infectadas en ratones.Al combinar todos los ingredientes, solo una célula bacteriana de cada mil logró sobrevivir.Los científicos luego diluyeron la mezcla para probarla en menores cantidades, dado que es difícil saber qué porcentaje del remedio alcanzaría a las bacterias en una infección real en una persona.
La investigación la lideran científicos de la Universidad de Nottingham.Concluyeron que, aun cuando el remedio está tan diluido que es incapaz de matar al estafilococo dorado, una bacteria que produce infecciones en la piel y en la sangre, este logra interferir en la comunicación celular bacteriana.Se trata de una "conclusión clave", según los científicos, ya que las células tienen que comunicarse para activar los genes que les permiten dañar los tejidos infectados.Los microbiólogos creen que bloquear este comportamiento sería una forma alternativa de tratar infecciones.
El manuscrito se conserva en la Biblioteca Británica, en Londres."El Bald’s Leechbook podría contener lecciones importantes para nuestra batalla actual contra la resistencia a antibióticos", agrega.———————————————————Receta del bálsamo para los ojos de BaldSe mezcla una cantidad similar de ajo con cebolla o puerro, cortados finamente y aplastados con un mortero durante dos minutos.Los científicos utilizaron vino inglés de un viñedo de Glastonbury que ya existía en el siglo IX para intentar replicar la receta de la forma más fiel.Posteriormente se disuelven sales bovinas en agua destilada y la mezcla se mantiene fría durante nueve días a una temperatura de cuatro grados.