"Monografía Final de la Carrera de médicos especialistas en toxicología" – Unidad Académica Hospital Nacional "Prof. A. Posadas" – Agosto de 2001.
Autor: Dra. Marcela Evangelista* – Tutor: Dr. Juan Carlos Piola**
*Médica concurrente del Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños (SERTOX), Rosario.
**Médico toxicólogo. Médico especialista en Medicina del Trabajo y Medicina Legal. Prof. Adjunto Cátedra de Farmacología de la UNR. Director del Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños (SERTOX), Rosario.
Agradecimientos: A los doctores Dora Beatriz Prada y Juan Carlos Piola por brindarme su apoyo incondicional, desde mi ingreso a la toxicología…
El objetivo de la terapia con fármacos es alcanzar determinados logros terapéuticos que mejoren la calidad de vida del paciente y le garanticen riesgos mínimos (1). Existen riesgos inherentes a la terapia con fármacos, tanto conocidos como desconocidos, asociados con el uso terapéutico de drogas, prescriptas y no prescriptas.
Los efectos nocivos causados por medicamentos pueden corresponder
a motivaciones intencionales como suicidios, adicciones, etc,
y a motivaciones no intencionales como accidentes, errores
de medicación (EM) o reacciones adversas a medicamentos
(RAM). Los dos últimos grupos mencionados, EM y RAM,
se incluyen entre los Eventos Adversos a Medicamentos (EAM).
(2)
Reacción adversa es cualquier efecto perjudicial o
indeseado que se presente tras la administración de
la dosis usualmente empleada en el ser humano para la profilaxis,
el diagnóstico o el tratamiento de una enfermedad.
El consenso actual permite que esta definición, que
fuera generada por la OMS en 1972, pueda extenderse de la
siguiente manera: "Es todo efecto no deseado que aparece
al administrar un medicamento a la dosis adecuada, para la
indicación adecuada, durante el tiempo adecuado, para
la profilaxis, el diagnóstico o tratamiento de una
enfermedad, o para la modificación de una función
fisiológica ". Se excluye de esta manera, a las
sobredosis absolutas o relativas, intentos de suicidios, etc.
(3) Edwards y colaboradores, proponen que las RAM que resultan
del uso de productos medicinales pueden servir como "un
elemento para predecir el riesgo de la futura administración
de una droga, garantizar el tratamiento específico
, alterar el régimen de dosificación o suspender
un producto medicinal " (4 ).
Las RAM son consideradas uno de los principales problemas de la terapia con drogas. Están asociadas a morbilidad, mortalidad , disminución del cumplimiento , al éxito de la terapia así como también directa o indirectamente a un gran costo médico. (5-7)
La reacción más seria es la toxicidad generalizada, tales como shock anafiláctico y aquellas que envuelven órganos como el hígado la piel y el sistema hematopoyético. Tales reacciones han sido descriptas para toda clase de agentes terapéuticos, aunque los más comúnmente involucrados son agentes antiinfecciosos, anticonvulsivantes, antipsicóticos, antidepresivos y antiinflamatorios no esteroides (NSAIDs).
Dada la amplitud del tema, se puede abordar desde distintos aspectos. El enfoque dado a esta monografía es desde el punto de vista toxicológico, es decir, desde la atención de RAM en un Centro de Toxicología. Es necesario tener en cuenta, la necesidad de la colaboración multisectorial , ya sea desde el mismo paciente, o cualquier persona que esté frente a una reacción medicamentosa, así como también de los Organismos de Farmacovigilancia.
Las RAM pueden clasificarse en 5 grupos integrando conceptos químicos, farmacológicos y clínicos (8)
Tipo A
|
Reacciones que son predecibles por el efecto farmacológico, a menudo se presentan como una exageración de los efectos farmacológicos de una droga. Hay relación dosis-efecto |
Tipo B (bizarre) |
No son predecibles desde los conocimientos básicos de la droga y no hay una relación dosis respuesta |
Tipo C
|
Reacciones cuyas características biológicas pueden ser predecidas o racionalizadas en términos de estructura química |
Tipo D
|
|
Tipo E
|
Ocurre luego de la supresión de la droga |
Las reacciones de tipo A forman parte del 80% de las RAM, son predecibles por el conocimiento farmacológico de la droga. Hay una relación simple entre dosis – respuesta, y pueden ser evitadas con la suspensión o reducción de la dosis, raramente ponen en peligro la vida. Son reacciones predecibles ya sea en los estadíos preclínicos y clínicos del desarrollo de la droga. Las reacciones de tipo A no son solamente predecibles, sino evitables. Son debidas a un efecto exagerado (aumentado) pero en general dentro del espectro de acciones del fármaco. Su intensidad está en relación directa con la dosis administrada, siendo su tratamiento junto a medidas sintomáticas en los casos graves el ajuste posológico correcto. Como típicos ejemplos de esta clase se puede citar la hipoglicemia producida por fármacos antidiabéticos, o la somnoliencia a que pueden dar lugar las benzodiacepinas cuando se prescriben como ansiolíticos.
Las reacciones de tipo B no pueden predecirse durante la fase preclínica o clínica temprana del desarrollo de la droga. Aunque son menos comunes que las tipo A, son usualmente más serias y pueden poner en riesgo la vida. No muestran relación con la dosis. Muchos pacientes pueden tolerar dosis muy altas, mientras que en otros muestran sensibilidad a dosis pequeñas. No obstante la dosis puede dar un importante resultado en individuos sensibles, dado que a muy bajas dosis puede producir tolerancia, y de este modo prevenir riesgos de toxicidad seria. Un ejemplo estaría dado por la lamotrigina. (9) Las reacciones de tipo B son dependientes del huésped y, son poco comunes, y por lo tanto se las llama también idiosincráticas. La definición del término idiosincrático se refiere que estaría presente una suceptibilidad genéticamente determinada a este tipo de reacciones u a otras causas desconocidas. Es esencial para entender la naturaleza idiosincrática de la reacción a una droga la investigación de la biología del paciente así como también la farmacología y la clínica de la droga. Muchas de las reacciones de tipo B debido a la evolución y presentación clínica estaría presente un componente inmunológico (7) aunque no siempre es posible demostrarlo. La reacción de hipersensibilidad involucra linfocitos T. Aunque todo el enfoque de las reacciones idiosincráticas está en la etiología inmunológica deben ser considerados otros mecanismos como un anormal metabolismo de la droga, metabolitos intermediarios anormales, anormalidad en los receptores de función, etc. La alergia a las drogas es un gran problema en la clínica y durante el desarrollo de la droga. No es posible predecir el potencial de un nuevo químico para producir una reacción alérgica (hipersensibilidad) en pacientes en los desarrollos preclínicos. Esas reacciones adversas, por su naturaleza idiosincrática, sólo aparecen una vez que la droga obtienen su licencia, ya que el número reducido de pacientes incluidos en los estudios clínicos hacen muy difícil que aparezcan en esta instancia..
Las reacciones de tipo C son aquellas que pueden ser predecidas por la estructura química de la droga o más comúnmente por su metabolito. Por ejemplo el paracetamol mediante su metabolito químicamente reactivo N-acetil-p-benzoquinoneimina (NAPQI) quien es responsable de la hepatotoxicidad observada cuando la droga es tomada en sobredosis (10,11).
Las reacciones de tipo D se definen como reacciones a largo tiempo como carcinogenicidad y teratogenicidad. Estas reacciones son vigiladas exhaustivamente durante el desarrollo y la licencia de una nueva droga. Consecuentemente se ha desarrollado una gran batería de sistemas de test preclínicos para incrementar los conocimientos de la biología molecular de la carciongenicidad genotóxica y no genotóxica.
En las reacciones de tipo E están definidas aquellas reacciones que se desarrollan finalizado el tratamiento, tienen bases farmacológicas que usualmente envuelven alguna forma en que el receptor se adapta durante la exposición crónica. Un ejemplo de esto es la reacción por supresión de la paroxetina .
La baja incidencia y la falta de dosis-dependencia de las reacciones idiosincráticas hacen sospechar que una reacción adversa a un medicamento de este tipo se debería a la activación metabólica del compuesto madre a un producto tóxico. El metabolismo de las drogas ha jugado un papel esencial para que las RAM sean predecibles y por lo tanto prevenibles. La bioactivación de las drogas a metabolitos reactivos es el primer escalón de la toxicidad de muchos químicos.
Las enzimas involucradas mayormente en la bioactivación y subsecuente conjugación con proteínas son las citocromo P450 (12). Los procesos de fase II de biotransformación, como la conjugación con sulfatos y ácido glucurónido, son mecanismos de detoxificación, que pueden producir en ciertas circunstancias metabolitos químicos reactivos. Para los antiinflamatorios no esteroides (NSAIDs) se ha postulado que un grupo acil-glucuronido se une a una proteína y causa toxicidad idiosincrática (13 ). En el caso del diclofenac se ha demostrado que un metabolito (glucurónido) se puede unir directamente a una proteína y desplazar al grupo glucurónido, o reestructurarse a una forma intermediaria imina reactiva que se une a proteínas a través de grupos glucurónidos (14 ). Estas vías de activación química pueden iniciar directa o indirectamente la hepatotoxicidad (15) El uso de ratones para el estudio de la citocromo P450 han establecido el rol principal para la hepatotoxicidad del paracetamol (16 ), la mielotoxicidad del benzeno (17 ) y la inducción del linfoma por dimetilbenzantranceno (18).
Las células sanguíneas (especialmente los precursores de las células blancas en médula ósea), renales, pulmonares y del sistema nervioso todas son susceptibles a metabolitos tóxicos generados localmente o a distancia y transportados a tejidos blancos. Aunque el riñón es el mayor órgano afectado en la mayoría de los casos, los casos en donde la toxicidad estuvo mediada por metabolitos tóxicos fue raramente probada. Un daño renal moderado a severo ocurre en un 30% de pacientes que toman ciclosporina. Se propuso que esta toxicidad era debida a radicales libres producida a través de la citocromo P450 en el metabolismo de la ciclosporina, a partir que fue vista en microsomas hepáticos , una peroxidación lipídica (19). Mas recientemente se evidenciaron puntos de formación de radicales hydroxilos como mecanismo de la toxicidad, efecto que se relaciona más con su efecto farmacológico que con su efecto metabólico, dado que la ciclosporina causa vasoconstricción renal, y posterior hipoxia asociada a la formación de radicales libres(20).
En contraste, el paracetamol induce nefrotoxicidad dependiendo de su metabolito y puede envolver más de un paso metabólico. Así como para la toxicidad hepática, los inhibidores de la citocromo P450 pueden bloquear la nefrotoxicidad por paracetamol en ratones, implicando al metabolito quinoneimina en los efectos de ambos órganos (21). Sin embargo al contrario de la hepatotoxicidad, la nefrotoxicidad no es prevenida por N-acetilcisteína en ratones (22) ni tampoco en humanos (23). Esto ha llevado a los investigadores a proponer que el paracetamol conjugado con gutatión es el verdadero causante de la nefrotoxicidad dando un ejemplo raro de toxicidad mediada por fase II(22 ).
Por otro lado el compuesto MPTP encontrado en drogas callejeras, causa neurodegeneración en el cerebro que resulta en una sintomatología similar a la enfermedad de Parkinson. Se ha demostrado que la toxicidad no se debe al MPTP por sí mismo sino por un compuesto MPP+ producido por la oxidación de 2 electrones del MPTP mediado por la MAO-B en el SNC (24). Subsecuentemente la captación activa de MPP+ selectivamente dentro de neuronas dopaminérgicas resultan en daño mitocondrial (25) dentro de la sustancia negra. Aunque así como en el paracetamol el papel obligatorio del metabolismo de la droga ha sido establecido para la neurotoxicidad del MPTP, la muerte celular de neuronas dopaminérgicas no es clara. El daño mitocondrial se podría deber a la depleción de ATP o Ca intracelular , stress oxidativo , o proceso de apoptosis, desde que se postuló ultimamente que drogas que inhiben la J-N-terminal kinase, (enzima con rol fundamental en la apoptosis) puede atenuar la neurotoxicidad del MPTP ( 26 ) .
La dapsona, (4,4′ diaminodifenilsulfona) es una droga usada para el tratamiento de la Enfermedad de Hansen (27). Una de las reacciones idiosincráticas descriptas durante la terapia con dapsona es un síndrome de hipersensibilidad multiorgánica llamado síndrome de hipersensibilidad a la dapsona (SHD) de baja incidencia (28). Descripto por primera vez en los años 50 es una reacción idiosincrática, es decir una respuesta atípica de un enfermo a un medicamento que habitualmente no se produce al administrarlo en la mayoría de las personas (29,30). Las respuestas de idiosincracia suelen ser ocasionadas por diferencias genéticas en el metabolismo del fármaco o por mecanismos inmunitarios incluyendo las reacciones alérgicas(30). Clínicamente se manifiesta por rash papular o exfoliativo, fiebre, malestar general con debilidad, seguido por ictericia con necrosis hepática, hepatitis , dolor epigastrico e hipogastrico, linfoadenopatías, hepatoesplenomegalia, metahemoglobinemia, anemia hemolítica y monocitosis (31). Se observa en el 5% de los pacientes medicado con dapsona, y aparece luego de la 5ª o 6ª semana desde el inicio de la terapia, aunque puede comenzar más tempranamente (32,33). La patogénesis no está bien establecida (34). Se conoce que el metabolismo oxidativo de las sulfonas a través de la citocromo P450 produce un metabolito reactivo , tóxico para los linfocitos (35). Las diferencias metabólicas en la producción y detoxificación de estos metabolitos son un factor importante en las reacciones de hipersensibilidad producidas por las sulfonas (36). Estas diferencias metabólicas muestran variaciones entre la población en general e incluirían factores genéticos o medioambientales. Un incremento en la producción de metabolitos tóxicos estaría influenciada por un aumento de la actividad de los sistemas enzimáticos de la citocromo P 450 ( de origen genético), así sustancias químicas que inducen este sistema como el hábito de fumar (37), la edad, la disminución de la actividad de la citocromo P 450 y enfermedades hepática preexistentes (cirrosis), disminuyen la formación de metabolitos tóxicos (38,39, 29). Una disminución en la detoxificación de metabolitos tóxicos puede estar influenciada por la disminución genética de la glutatión sintetasa (29) . En todo enfermo que comience tratamiento con dapsona es necesario verificar las concentraciones de glucosa-6-fosfato-D antes de iniciar tratamiento , porque el metabolito tóxico de esta última formado mediante hidroxilación, dapsona hidroxilamina, disminuye el glutatión dentro de las células con deficiencia de G6PD (40,41). La mayoría de los pacientes mejoran con la interrupción del fármaco pero se menciona una mortalidad del 11% (31). El tratamiento es con corticoides y antihistamínicos. Una manera de disminuir la incidencia de SHD es iniciar tratamiento con dapsona con dosis bajas e ir incrementando gradualmente la misma, en 1 a 2 meses hasta llegar a dosis recomendadas (42,43).
Se presenta a continuación el reporte de un paciente que desarrolló SHD (44). Paciente masculino de 63 años de edad, con cuadro de máculas eritematosas generalizadas en cara, tronco, miembros superiores e inferiores e hipoestesia en ambos pies de 3 meses de evolución, clínicamente compatible con Enfermedad de Hansen, forma L. Confirmado por Anatomía Patológica por presencia de B.A.A:R en cantidad leve a moderada en el interior de células histiocitarias. El paciente no muestra en ese momento alteración orgánica sistémica, la función hepática y renal están dentro de parámetros normales y presenta eosinofilia del 11%.
El tratamiento indicado para lepra multibacilar es de 100 mg de dapsona y 50 mg de clofacimina día, con una toma mensual supervisada de 100 mg dapsona, 300 mg de clofacimina y 600 mg de rifampicina.
Cuatro semanas después de comenzar el tratamiento presenta erupción pápulo-eritematosa generalizada más intensa en cara y cuello, con prurito y fiebre. Se interrumpe el tratamiento para lepra y se prescribe 40 mg día de prednisona. El prurito no mejora y aparece una descamación cutánea generalizada con agravamiento del estado general, hiporexia no selectiva y debilidad muscular lo que determina la internación a los 14 días de iniciada la corticoterapia. Al ingreso (1er día de internación) presenta, pérdida de peso (8 Kg en el último mes), disnea de reposo, mareos, y visión borrosa. También refiere hipocolia y coluria. El examen físico muestra un paciente vigil, ubicado en tiempo y espacio que impresiona moderadamente enfermo. Se encuentra febril, con una palidez generalizada y las lesiones cutáneas antes mencionadas. Conjuntivas pálidas y escleras subictéricas, retardo en el relleno ungueal. Soplo sistólico 3/6 polifocal y hepatomegalia.
El laboratorio de ingreso presenta un hemograma con un hematocrito de 18%, hemoglobina 6,1 g% y test de Coobs (-), el recuento de glóbulos blancos es de 3.800 por mm3 con una linfocitosis del 42%. El hepatograma alterado revela una TGO de 174 mU/ml (VN: 12-46 mU/ml), TGP: 680 mU/ml (VN: 3-5 mU/ml). La bilirrubina es de 6.2 mg% (VN: 1,2 mg%), a predominio directa: 4,2 mg% (VN: 0.2 mg%), fosfatasa alcalina de 881 mUI/ml (VN: hasta 240 mUI/ml), GGT de 177 UI/ml (VN: 11-50 mUI/ml), uremia de 88 mg% (VN: 10-50 mg%). Al no evidenciar respuesta satisfactoria al tratamiento con prednisona, ésta se suspende. En total la administración de prednisona fue de 14 días. Se pide interconsulta con Toxicología quien sugiere el diagnóstico de Síndrome de Hipersensibilidad a la Dapsona. Dermatología indica tratamiento con vaselina , lanolina y corticoides locales. La anemia marcada obliga a una transfusión de glóbulos rojos al inicio de la internación. El hemocultivo del ingreso da positivo para estaphilococo aureus meticilino resistente por lo que se comienza el tratamiento con vancomicina. A la semana de internado el paciente continúa febril y desmejorado, con evolución desfavorable. En el laboratorio la anemia continúa : Hto: 23.8%, Hb: 7.8%. La linfocitosis aumenta a 61%. El daño hepático tanto hepatocelular como colestático, se traduce en una TGO de 182 mU/ml, la TGP es de 325 mU/ml, bilirrubina 8.4% (directa de 7.1%), fosfatasa alcalina 1.138 mUI/ml. La uremia continúa en cifras de 61%. En el noveno día de internación el paciente pasa a Unidad de Terapia Intensiva. Posteriormente presenta una síndrome séptico secundario a endocarditis infecciosa falleciendo el día 44 de su internación.
Lo expuesto anteriormente es para demostrar la evidencia del rol de la bioactivación y/o proteína-conjugación en reacciones adversas serias, encasilladas dentro de reacciones de hipersensibilidad.
Vale mencionar como afectan los riesgos individuales de desarrollar una reacción adversa, o cómo alteran la eficacia de un tratamiento con drogas de un individuo los estudios actuales sobre polimorfismos genéticos que codifican las enzimas que participan en el metabolismo de las drogas, los transportadores, los receptores y los canales iónicos. Los alelos mutantes, como un simple gen locus, son los más estudiados para ver los factores de riesgos individuales para desarrollar estas reacciones, e incluyen muchos genes que codifican estas enzimas metabolizadoras. Estos polimorfismos genéticos de drogas producen los fenotipos de pobres metabolizadores o metabolizadores rápidos de un numeroso número de drogas (ejemplo isoniazida). Las técnicas farmacogenómicas son un eficiente análisis de estos factores de riesgo y los test genotípicos serán una forma de optimizar la terapia con drogas en un futuro (45).Para comprender la hipersensibilidad que producen compuestos
de bajo peso molecular (incluyendo drogas) hay que basarse
en la hipótesis del hapteno (46-48) donde la unión
covalente de la droga (metabolito) juega un papel central
en la inmunogenicidad y antigenicidad. Un dogma inmunológico
dice que un compuesto con un peso molecular <1000 debe
estar unido covalentemente a proteínas de alto peso
molecular (>50.000) para ser inmunogénicas. Estudios
clásicos han demostrado que los químicos que
se unen covalentemente a proteínas son agentes sensibilizantes
(49). Esta teoría requiere la bioactivación
de la droga , la unión covalente a proteínas
seguida por el procesamiento del antígeno y la respuesta
inmune policlonal. La estimulación de una respuesta
inmune por un conjugado droga-proteína (señal
1) requiere la presencia de señales como citoquinas
y otros factores estimulantes (señal 2 y 3) para propagar
la respuesta inmune (48 ).
Esto sucede con el dinitro fluorobenzeno que reacciona espontáneamente
con grupos lisina de proteínas autólogas provocando
una respuesta inmune (50).
Acorde con estos compuestos inmunológicos la disposición de un antígeno puede influenciar para el tipo de respuesta inmune y el sitio de daño tisular. Las células dendríticas están especializadas para ser células presentadoras de antígenos que inician la inmunidad por linfocitos T que normalmente matan a células infectadas o células malignas. (51,52). Las células dendríticas existen en tejidos en una forma inmadura, pero luego de la presencia de un antígeno y en respuesta a una señal inflamatoria, las células dendríticas cambian a estimuladoras de células T y migran a nódulos linfocitarios para iniciar la inmunidad. El mecanismo de procesamiento y presentación de antígenos es una función de la disposición celular (50, 53).
Los tejidos dañados en la piel involucra la haptenización de proteínas dermales, que transfieren el antígeno a nódulos linfocíticos locales, para la regulación activación de los CD4+ y CD8+, y finalmente el retorno de las CD8+ al borde de la dermis y epidermis, dónde se produce la citólisis (54).
El concepto de bioactivación y de conjugación proteica son fundamentales para entender las reacciones adversas por hipersensibilidad.
La unión con proteínas pueden producirse por dos mecanismos: por una reacción química directa o por generación de metabolitos electrofílicos que reaccionan con grupos nucleofílicos sobre las proteínas. El rol del metabolismo en la hipersensibilidad de las drogas es controvertido. Un número limitado de drogas incluyendo penicilinas cefalosporinas, agentes anticancerígenos, pueden reaccionar directamente con grupos nucleofílicos presentes en las proteínas en condiciones fisiológicas. Se ha hecho hincapié cómo drogas de bajo peso molecular (penicilinas) pueden participar en reacciones inmunológicas una vez que se unen a transportadoress macromoleculares (55). Los anticuerpos Ig E en pacientes con anafilaxia no solamente están dirigidos solamente hacia las penicilinas sino a muchos determinantes hapténicos formados por reacción penicilinas-proteínas de los cuales el peniciloil es el mayor determinante antigénico. Aunque el anillo B-lactámico es directamente reactivo con la lisina de las proteínas, las penicilinas se pueden reestructurarse a ácido penicilénico que no solo es más reactivo sino más inmunogénico que la misma penicilina (56).
La mayoría de las drogas asociadas con toxicidad isiosincrática son químicamente inertes, por lo tanto forman metabolitos químicamente reactivos para iniciar una respuesta inmune. La formación de metabolitos reactivos químicamente por reacciones metabólicas normales (bioactivación) está bien establecida como el paso primario para muchas toxicidades de químicos , incluyendo carcinogénesis, necrosis o apoptosis. Aunque el papel preciso de la unión covalente a la unión a proteínas en estos procesos es un continuo estímulo de estudio. Las mayores enzimas envueltas en la bioactivación son las citocromo P450. Aunque hay un marcado interés en el rol de enzimas en células blancas quienes generan radicales libres o metabolitos electrofílicos con respecto a reacciones inmunológicas.
Acorde a estos conceptos evaluados podemos decir que la disposición del antígeno puede influenciar en el tipo de respuesta inmune y en el sitio de daño tisular. La unión con proteínas cumple 2 funciones a) como señal inmunológica para estimular la proliferación de linfocitos T y b) como señal antigénica para los efectores directos de la respuesta inmune en las células target. El primer contacto de los complejos proteicos con el sistema inmune es el reconocimiento de la haptenización como cuerpo extraño por las células presentadoras de antígenos. Esto puede resultar en la activación de células B y de la proliferación de las T.Las reacciones a drogas que están inmunológicamente mediadas
1. Requieren un período de sensibilización
previa,
2. Ocurren en una pequeña proporción de la población,
3. Son atribuídas a dosis por debajo del rango terapéutico
y
4. Desaparecen luego de la discontinuación de la droga
en la mayoría de los casos. Debe evaluarse en estos
casos, las mediciones y datos sobre la administración,
la discontinuación y el paciente debe ser cuestionado
sobre historias de exposición previa. Aunque los test
de inmunodiagnósticos para la alergia a las drogas
son limitados, muchos test son útiles en la identificación
de anticuerpos específicos para la droga en cuestión,
linfocitos T específicos, o mediadores de células
activadas. Si la reacción no es mediada por Ig E y
si el evento no envuelve un daño orgánico serio,
las precauciones de la readministración deben ser evaluadas
(57).
La clasificación de Gell y Coombs divide las alergias
a las drogas en 4 tipos fisiopatológicos, llamadas
Tipo I |
anafilaxia |
Tipo II |
reacciones citotóxicas mediada por anticuerpos |
Tipo III |
reacciones inmunes mediada por complejos |
Tipo IV |
hipersensibilidad retardada |
A pesar de que esta clasificación fue propuesta en los años 60 todavía es ampliamente usada.
Desde el punto de vista inmunológico los efectos indeseables de los medicamentos pueden deberse a cualquiera de los posibles mecanismos (58,59)
Las reacciones de tipo I son de hipersensibilidad inmediata o reacciones anafilácticas (60,61). Los pacientes presentan una combinación de los siguientes síntomas: urticaria, angioedema (siendo las manifestaciones más comunes), shock cardio-respiratorio (shock anafiláctico), asma, rinitis o conjuntivitis. La anfilaxia resulta de una rápida y masiva liberación de mediadores (más notablemente aminas vasoactivas, e histamina) de los mastocitos y basófilos donde se hayan depositados. Esto es seguido por la liberación de mediadores neoformados como tromboxanos, prostaglandinas y leucotrienos. Una particular clase de anticuerpos IgE, está involucrado. Típicamente la Ig E se une por su gran afinidad a los receptores de superficie de células mastocíticas y basófilos, una determinada droga forma con ellos un complejo antígeno-anticuerpo, con degranulación de mastocitos y basófilos. En pacientes previamente sensibilizados, la reacción normalmente se desarrolla en corto tiempo (usualmente pocos minutos a horas) después de la administración, dependiendo de la vía de administración. Hay reacciones que pueden aparecer tardíamente (18- 24 horas) aunque se observan menos comúnmente.
Las manifestaciones más comunes en las reacciones de tipo II (reacciones citotóxicas) son: agranulocitosis, trombocitopenia, anemia hemolítica inmunoalérgica (62). Son mediadas por anticuerpos. Son causadas por anticuerpos citotóxicos, principalmente IgM e IgG . El primer mecanismo es la acción directa de macrófagos, neutrófilos y eosinófilos que están unidos a las inmunoglobulinas a través de la fracción FC del complemento a células blancos (especialmente sanguíneas). El segundo mecanismo es la activación mediada por los anticuerpos de la vía del complemento que resulta en lisis celular, ya sea por unión a la porción C3b o C3d a células target de superficie, o alternativamente unión a porción C5b-C9. En pacientes sensibilizados la latencia de aparición de las reacciones luego de exposiciones subsecuentes es corta, pero las manifestaciones clínicas como fiebre, infección post agranulocitosis, o púrpura debido a la trombocitopenia, son diagnosticadas solo después de unos pocos días.
Las reacciones tipo III involucran injuria por inmunocomplejos. Esta respuesta ocurre cuando el antígeno reacciona en los tejidos precipitando anticuerpos (especialmente Ig M) formando microprecipitaciones alrededor de pequeños vasos, causando secundariamente daño a nivel célular. Cuando el antígeno está en exceso, los inmunocomplejos solubles son formados en el endotelio de los vasos sanguíneos, uniendo complemento y causando inflamación local. Los complejos inmunes son primariamente depositados en pulmones, articulaciones riñones y la piel. El daño de los tejidos es iniciado con una inflamación local donde participa la activación del complemento. Muchas células como macrófagos, neutrófilos y plaquetas son atraídos al sitio de inflamación y contribuyen al daño tisular. La enfermedad del suero es el ejemplo más típico de las reacciones tipo III, generalmente se sospecha con la administración de drogas de bajo peso molecular, y se desarrolla 9 a 11 días después de la exposición (63). Generalmente no se evidencia circulación de complejos inmunes, por lo que a veces se la denomina "enfermedad similar a la del suero" (64).
En las reacciones tipo IV, no están involucrados anticuerpos, aunque pueden estar presentes en el suero de los pacientes. Las reacciones de tipo IV se manifiestan en la piel (dermatitis de contacto) en respuesta a drogas, cosméticos o químicos ambientales (65). Los síntomas se desarrollan en 2 a 14 días después de la exposición a un alergeno (o droga) dependiendo si el paciente está sensibilizado o no. Se llevan a cabo cuando la droga es presentada a los linfocitos T por la célula presentadora de antígeno ,que resulta en la estimulación de linfocitos y liberación de citoquinas (66 ).
Muchas limitaciones se han encontrado en esta clasificación de Gell y Coombs. Hay una variedad de reacciones de hipersensibilidad inmunológicamente-mediadas que no encuadran en esta clasificación. Son reacciones frecuentes y a veces muy severas como la "necrólisis epidérmica tóxica o Síndrome de Lyell", la hepatitis inmunoalérgica o la neumonitis de hipersensibilidad. La mayoría de las reacciones cutáneas de hipersensibilidad no caen dentro de este tipo de clasificación patogénica. Las reacciones alérgicas a drogas pueden estar causadas por más de un simple mecanismo. Hay evidencias que dos o más mecanismos pueden participar simultáneamente o subsecuentemente en estas reacciones. Por ejemplo se reconoce que en las dermatitis de contacto del picrilcloruro en ratones envuelve una típica respuesta de hipersensibilidad retardada mediada por Ig E . Una droga simple puede inducir un grupo de reacciones de hipersensibilidad involucrando diferentes mecanismos. Por ejemplo se ha reconocido que la penicilina G y probablemente la mayoría de los betalactámicos pueden inducir anafilaxia, anemia hemolítica inmunoalérgica, enfermedad del suero o "enfermedad similar a la del suero" y dermatitis de contacto. Recientemente se publicó, aparte de otros reportes publicados, que un paciente desarrolló una reacción de tipo I a la cefaloridina y una reacción de tipo IV a la ampicilina (67).
Sin embargo hay muchos casos de reacciones a drogas que se adecuan a esta clasificación como reacciones anafilácticas mediadas por Ig E, citopenias mediadas por Ig M o Ig G, enfermedad del suero heterólogo, y dermatitis de contacto mediada por linfocitos T. Por lo tanto y a pesar de estas limitaciones esta clasificación es aún valida. Los 4 mecanismos ocurren en el contexto de reacciones de hipersensibilidad a drogas.
Esta clasificación de Gell y Coombs no está recomendada para la descripción de todas las reacciones alérgicas causadas por productos medicinales, pero se utiliza como base general, para implementar estrategias en evaluaciones preclínicas de las drogas.
Así como algunas reacciones de hipersensibilidad se adecuan a la clasificación de Gell y Coombs, otras no se pueden explicar por este contexto, y se definen tres situaciones especiales .
a) Reacciones pseudo alérgicas
Las reacciones de hipersensibilidad no necesariamente
envuelven un reconocimiento específico por el sistema
inmunológico, aunque el término genérico
de "alergia" es usualmente usado para describir
todas las reacciones de hipersensibilidad. El término
de alergia es recomendado usarlo para describir sólo
aquellas reacciones que envuelven una memoria inmunológica
y hay una alto y específico reconocimiento en estos
procesos. Una molécula química puede inducir
un amplio rango de reacciones adversas, una pequeña
parte de ellas son alérgicas (68). El término
"pseudoalergia" puede ser usado para aquellas reacciones
que imitan a las alérgicas clínicamente pero
en las cuales están envueltos mecanismos inmunológicos
no específicos (69).
Es importante diferenciar las reacciones pseudoalérgicas quienes envuelven los mismos mediadores que las reacciones de hipersensibilidad mediadas inmunológicamente, de aquellas reacciones idiosincráticas producidas por intolerancia fámaco-toxicológica en relación con la predisposición farmacogenética encontrada en unos pocos pacientes. Debido a que mediadores de la anafilaxia pueden ser liberados por mecanismos inmunológicos no especificas, los síntomas clínicos de reacciones pseudoalérgicas habitualmente imitan aquellos de las reacciones alérgicas, por lo tanto el término anafilactoide a veces caracteriza estas reacciones (61).
Estos mecanismos no inmunológicos que activan al sistema del complemento resultan en la liberación de anafilotoxinas como C3a, C4a y C5a que causan la liberación de histamina y otros mediadores.
En otros casos la liberación de histamina de los mastocitos y basófilos, es por procesos que envuelven factores de liberación de histamina, citotoxicidad y / o hiperosmolaridad. Una liberación brusca de histamina se libera típicamente en el Síndrome del Hombre Rojo por inyección endovenosa de vancomicina (70).
La intolerancia a los AINES (especialmente la aspirina) resultan por alteraciones en la síntesis y liberación de las vías de los metabolitos del ácido araquidónico (71).
b) Reacciones de hipersensibilidad mediadas por anticuerpos
Aunque varios mecanismos inmunológicos pueden estar
involucrados simultáneamente, los anticuerpos son los
efectores primarios de muchas de las reacciones de hipersensibilidad
a drogas. Esto es particularmente notable en los protocolos
de Gell y Coombs para las reacciones de tipo I, Tipo II y
Tipo III. La síntesis de anticuerpos requiere el reconocimiento
específico de antígenos por los linfocitos T.
Es interesante decir que las reacciones a drogas también pueden involucrar a autoanticuerpos contra los constituyentes del cuerpo, como sucede en la anemia autoinmune hemolítica producida por la alfametildopa (72). Contrario a lo que sucede con las reacciones inmunológicas alérgicas, en este caso los anticuerpos no reaccionan contra la droga .
Se ha enfatizado sobre las similitudes entre mecanismos inmunológicos de alergias y reacciones autoinmunes a drogas (73). Es necesario tener en cuenta que los anticuerpos no son necesariamente patogénicos, por ejemplo las Ig M antipenicilinas han sido detectados en la mayoría de pacientes tratados con penicilinaG, sin historias de reacciones adversas (74).
c) Reacciones de hipersensibilidad mediada por células
Los linfocitos T juegan un rol principal en la regulación
de las respuestas inmunes ( T helper) y son importantes efectores
( ej. citotoxicidad mediada por linfocitos T). Estas células
son consideradas como componentes esenciales en la patogénesis
de muchas reacciones de hipersensibilidad a drogas. Es importante
mencionar que debido a que los linfocitos T regulan las respuestas
inmunes antígeno-especificas, en particular vía
T helper-CD4, también participan en respuestas inmunes
humorales (mediada por anticuerpos). Los linfocitos T CD8
(citotóxicos) también han mostrado tener un
rol importante en varias reacciones de hipersensibilidad mediadas
inmunológicamente como la "necrólisis epidérmica
tóxica " (75) y las dermatitis de contacto (76
). Las reacciones de hipersensibilidad severas, como la neumonitis
eosinofílica y el síndrome de hipersensibilidad
a drogas están habitualmente asociados a eosinofilia.
El reconocimiento específico de las células
T está sospechado de estar involucrado en la producción
de interleuquina 5 que resulta en proliferación eosinofilica
(77).
El SL (síndrome de Lyell) es una de las reacciones adversas más severas por drogas , que interesa no solo por la gravedad del cuadro sino también por las dificultades que genera su tratamiento.
A continuación se presenta un caso de una paciente con cuadro de SL de evolución letal, asociado a uso de lamotrigina y ácido valproico (78).
Caso presentado
Adolescente de 16 años de edad, sexo femenino,
con antecedentes de episodios de movimientos mioclónicos,
diagnosticado como "epilelpsia mioclónica juvenil
o del adolescente". El neurologo indica Logical ®
(Valproato) desde hace 3 meses. La respuesta terapéutica
para el neurológo no es buena y decide reemplazar por
Lanictal ® (lamotrigina) de acuerdo a las recomendaciones
del fabricante: dosis bajas iniciales de lamotrigina y ascenso
gradual de las dosis mientras se va descendiendo paulatinamente
las dosis de valproato. A los 16 días de comenzar con
lamotrigina la paciente presenta rash cutáneo. La madre
refiere que consulta al neurólogo preguntando si podría
ser por la medicación, de acuerdo a lo mencionadp en
el prospecto del producto. El neurológo sugiere consulta
con pediatría. El cuadro de la paciente incluye fiebre
(39ºc), dolor de garganta , lesiones eritematosas generalizadas
en piel y mucosas, con sensación de ardor. La pediatra
descarta clínicamente la posibilidad de una reacción
adversa a la lamotrigina (sugerida nuevamente por la madre
quien le muestra el prospecto del producto) y diagnostica
escarlatina. Indica Pantomicina® (eritromicina-2 dosis
de 500 mg) y Novalgina ® (dipirona- varias dosis). Al
día siguiente como el cuadro es cada vez más
severo la madre se comunica nuevamente con el neurólogo
quien sugiere consulta con Toxicología. Al evaluarla
nuestro equipo se suspende la medicación y se indica
internación. Presenta al ingreso estado crítico,
lúcida , febril, y cuadro dermatológico grave.
Se interna en UCIP (unidad de cuidados intesivos pediátricos)
en estado de shock , mal perfundida, hipotensa con zonas de
extensas ampollas y reticulado en piel. Las lesiones en piel
evolucionan durante 48 horas hasta afectar casi el 95% de
la superficie corporal y presenta mucositis en boca, ano,
conjuntivas y vulva. Luego de esta etapa de "incendio"
las ampollas se van rompiendo o se desprenden láminas
extensas de piel dejando ver tejido de granulación.
Presenta registros térmicos entre 37.5 y 39.5ºc,
hipotensión ( en momentos 90-60 mm de Hg), está
lúcida y muy dolorida, con registros variables de saturación
de óxigeno entre 82 y 99 %. El laboratorio de ingreso
mostró: prolongación del tiempo de protrombina,
elevación de transaminasas, inhibición de colinesterasa
sérica e hipoalbunimia. El 6to día de internación
agrega dolor en base derecha y episodios de tos y catarro
seromucoso. Se observa foco de condensación pulmonar
basal derecha. El 7mo día tiene taquipnea (Frecuencia
respiratoria de 60 por minuto), descenso de presion venosa
central a 6 y falta de diuresis. Su evolución es desfavorable,
falleciendo al día ocho de su internación.
Se trata a la paciente como si fuese una gran quemada con
aislamiento , reposición de grandes volumenes de liquidos
y de albumina, fitonadiona, colirios , ibuprofeno y nabulfina.
El 6to día se incorporan antibióticos. Para
el cuidado local de las lesiones no se usan antibioticos ni
desinfectantes locales.
El eritema multiforme es un episodio agudo autolimitado,
caracterizado por lesiones cutáneas de distribución
simétrica, con o sin afectación mucosa (79).
El término "multiforme" se refiere a lesiones
fijas o estables de la piel que pasan por múltiples
estadíos morfológicos y no a la presencia de
diferentes tipos de lesiones en un tiempo dado. La gravedad
del cuadro puede fluctuar entre grados menor o mayor. El eritema
multiforme mayor es una alteración bullosa grave de
la piel y membranas mucosas con síntomas de toxicidad
sistémica e incluye los sindromes de Stevens-Johnson
y de Lyell (80).
Se considera como una reacción de hipersensibilidad
por un defecto autoinmune transitorio posiblemente desencadenada
por múltiples factores (81). Aunque numerosos factores
han sido implicado como agentes precipitantes sólo
han sido bien documentados algunos agentes infecciosos y fármacos
(los más comunes son anticonvulsivantes, antibióticos
y AINES) . (82,83,84). Algunos autores consideran que el eritema
polimorfo menor, el SSJ y el SL son un continuo de un mismo
proceso. Datos recientes indican que el SL podría ser
el resultado de anormalidades metabólicas en la epoxido
hidroxilasa y glutation transferasa, particularmente en linfocitos
circulantes. (85)
El SL, o necrólisis epidermica tóxica, es una de las escasas urgencias dermatológicas y su tasa de mortalidad es entre 30 y 50%. Comienza típicamente como un eritema localizado doloroso que se disemina con rapidez. En las zonas del eritema aparecen vesículas flaccidas o se despega la epidermis en forma de grandes sábanas mediante un contacto suave o tracción (signo de Nikolsky). Este cuadro se acompaña de manifestaciones generales (fiebre, decaimiento, postración, etc.) que le dan al paciente aspecto de gravemente enfermo. Entre 24 y 72 horas aparecen extensas zonas eri¡osionadas en piel y mucosas oculares, bucal y genital. Las zonas de la piel afectada recuerdan a las quemaduras de segundo grado. La muerte se produce por alteraciones hidroelectrolíticas y daño mutiorgánico (86). El cuadro recuerda mucho al sindrome de escaldadura por estafilococcia. Es posible distinguir ambas entidades por la edad del paciente, el contexto clínico y el nivel en que se produce el despegamiento de la epidermis en la biopsia (86).
Entre los hechos que queremos destacar es que resulta esencial realizar un diagnóstico rápido para interrumpir el fármaco responsable. Se sabe que antes que se produzca las lesiones extensas ampollares resulta díficil distinguir este proceso de erupciones morbiliformes, del eritema polimorfo menor o del sindrome de Stevens-Johnson (SSJ) (87). En este caso se diagnostica escarlatina lo que no solo retrasó la interrupción de la medicación sino que agregó un nuevo factor potencialmente de riesgo: la eritromicina. Está descripto que la eritromicina puede disminuir el metabolismo del ácido vaproico (88).
La información suministrada por el fabricante de lamotrigina
en EEUU, alerta sobre cuadros dermatológicos severos
(potencialmente fatales, incluyendo SSJ y SL)) que pueden
ocurrir en adultos aproximadamente 3 en 1000. La incidencia
es sustancialmente mayor en pacientes pediátricos con
una incidencia reportada de 1 en 100. (Prod Info Lamictal(R),
USA, 1998). Los reportes de su uso clinico han sugerido que
por debajo de los 16 años, algunos factores pueden
incrementar el riesgo del paciente de desarrollar un cuadro
dermatologico potencialmente fatal (Prod Info Lamictal(R),
USA, 1998), tales como:a. Uso concomitante de ácido
valproico y lamotrigina; b. Administración de dosis
de lamotrigina superiores a la recomendada por el fabricante;
c. Incremento de las dosis a un ritmo más rápido
que el recomendado por el fabricante.
En dos casos reportados de pacientes con SL por lamotrigina,
uno de ellos con el uso concomitante con ácido valproico,
la latencia fue de 14 días en ambos (89,90). En esta
presentación el cuadro empezó a los 16 días
del comienzo de administración de lamotrigina. Algunos
autores recomiendan la suspensión inmediata de lamotrigina
en niños con cuadro de rash inexplicable. En estos
casos si se considera necesario reexponerlos ( rechallenge)
debe ser con dosis muy pequeñas y un control estricto
(91). Creemos que esta información debería disponerla
el médico que indica el fármaco, en este caso
el neurólogo ya que el riesgo de suspensión
brusca del antiepiléptico es menor que el desarrollo
de una complicación como el SL.
El ácido valproico interfiere con el metabolismo de lamotrigina. La vida media normal de lamotrigina es de aproximadamente 24 horas. En pacientes que están recibiendo simultaneamente ácido valproico, la vida media se incrementa a aproximadamente 40 a 60 horas. El mecanismo de esta interación es por competición de ambas drogas por el metabolismo hepático (92-95). Lamotrigina disminuyó la concentarción de valproato en el estado estacionario en un 25% en 18 voluntarios sanos, mientras que el ácido valproico incrementó al doble la concentración de lamotrigibna en el estado estacionario. Se ha reportado fiebre, rash, falla multiorgánica, coagulación intravascular diseminada y necrolísis epidérmica tóxica (96,97).
Las recomendaciones generales de tratamiento incluyen su ingreso a unidades de cuidado intensivo ya que los cuidados de enfermería y la observación estrecha resultan esenciales (98). Es fundamental interrumpir de inmediato los fármacos sospechosos. Aislar a los pacientes para reducir el riesgo de infecciones exógenas y se debe tratar como gran quemados, protegiendo la piel y las zonas denudadas de los traumatismos e infecciones, recuperando las pérdidas de agua y electrolíticos. Estas enumeraciones generalmente aceptadas no aseguran unanimidad de criterios en cada uno de los aspectos del tratamiento. Por ejemplo el uso de corticoides es controvertido. Su utilidad sería detener el daño de la piel pero no devuelven la vida a los queratinocitos necróticos ni consiguen revertir la muerte de la piel. Algunos estudios afirman que no modifican la mortalidad y que predisponen a septicemia (99). Lo mismo sucede con el debridamiento o no de las ampollas, con el uso de soluciones antisepticas, etc. Un problema adicional es el gran número de médicos consultantes que participan en el tratamiento con criterios disímiles. Nuestro aporte en este aspecto es sugerir que el comando del tratamiento quede a cargo de médicos de UCI y que los especialistas en Toxicología aporten experiencia y bibliografía respecto a cada medicamento a agregar.
El mayor problema que el médico enfrenta al evaluar una RAM en un paciente en particular es el determinar si existe una asociación causal entre el efecto indeseable y el medicamento. Esto puede ser particularmente difícil ya que con frecuencia las manifestaciones de una reacción adversa a un medicamento son inespecíficas (100).
El medicamento sospechoso de ser el causante de la reacción se administra generalmente con otros medicamentos y con frecuencia los efectos clínicos adversos no se pueden distinguir de los síntomas de enfermedad subyacente.
Los médicos tienen desacuerdos en la evaluación de gran cantidad de casos de reacciones adversas. Se han desarrollados varios algoritmos con diversos grados de complejidad para evaluar causalidad. La mayoría de los algoritmos incluyen los siguientes criterios:
a) relación temporal entre la sospecha droga-reacción
adversa;
b) la presencia de un "dechallenge" positivo , ejemplo,
mejoría luego de suspender la droga;
c) la presencia de un "rechallenge" positivo ejemplo
recurrencia de la reacción cuando se vuelve a administrar
la droga;
d) la falta de efecto confuso, ejemplo, droga o enfermedad
concomitante que no pueda causar el mismo tipo de desorden
(101).
Por convención la probabilidad de que un evento adverso esté asociado con la administración de un medicamento particular se clasifica como sigue (100):
I. Probada: |
Una reacción que1) muestra una relación temporal razonable
después de la administración de un medicamento
o en la que los niveles del medicamento han sido determinados
en los líquidos o tejidos corporales;
|
II. Probable: |
Una reacción que1) muestra una relación temporal razonable
después de la administración de un medicamento;
|
III. Posible: |
Una reacción que1) muestra una relación temporal razonable;
|
IV. Dudosa: |
el evento está más probablemente relacionado a otros factores que al medicamento implicado. |
Como mencionamos antes en un intento por uniformizar la evaluación de la causalidad de las reacciones adversas a los medicamentos se han desarrollado varios algoritmos con diversos grados de complejidad. Un método simple, es la escala de Probabilidad de una Reacción Adversa a Medicamentos, es válida y confiable en una variedad de situaciones clínicas. Dicha escala está constituida por un cuestionario simple que analiza sistemáticamente los diferentes factores que se deben evaluar par establecer una asociación causal entre el (los) medicamento (s) y las reacciones adversas observadas ( como por ejemplo, patrones de respuesta, secuencia temporal, desaparición del evento al suspender el medicamento, reaparición del evento al reinstituir el medicamento, causas alternativas, respuesta a placebo, niveles corporales del medicamento, relación dosis-respuesta, experiencia previa del paciente con el medicamento y confirmación de la evidencia por métodos objetivos). Cada pregunta se puede contestar afirmativamente (si) o negativamente (no), o no se sabe/no aplicable y se le debe asignar un puntaje. La probabilidfad de una reacción adversa está determinada por el puntaje total, el cual puede obtener un valor entre -4 (evento no relacionado al medicamento) y +13 (un evento definitivamente relacionado con el medicamento). Se debe estimular el uso de tal procedimiento en la evaluación de las RAM observadas en la práctica diaria, así como también de aquellas comunicadas en la literatura médica. En la página siguiente encontramos un algoritmo para evaluar relación de causalidad, modificado de Naranjo y cols, 1981 (102) |
|
Si |
No |
No se sabe/ |
Puntaje |
1)¿Existen evidencias previas concluyentes sobre esta reacción?
|
1
|
0
|
0
|
|
2)¿Apareció la reacción adversa después de que se administró el
medicamento implicado?
|
2
|
-1
|
0
|
|
3)¿Ocurrió mejoría de la reacción adversa cuando se suspendió el
medicamento o cuando se administró un antagonista específico?
|
1
|
0
|
0
|
|
4)¿Reapareció la reacción adversa cuando se readministró el medicamento?
|
2
|
-1
|
0
|
|
5)¿Existen causas alternativas que pudieran causar esta reacción?
|
-1
|
2
|
0
|
|
6)¿Ocurrió esta reacción después de administrar placebo?
|
-1
|
1
|
0
|
|
7)¿Se demostró la presencia del medicamento en los fluidos corporales en
concentraciones conocidas como tóxicas?
|
1
|
0
|
0
|
|
8)¿Ocurrió variación en la gravedad de la reacción cuando se varió la
dosis del medicamento?
|
1
|
0
|
0
|
|
9)¿Ha experimentado el paciente una reacción similar en exposiciones
previas al medicamento o a medicamentos similares?
|
1
|
0
|
0
|
|
10)¿Se ha confirmado la reacción adversa mediante alguna evidencia
objetiva?
|
1
|
0
|
0
|
|
PUNTAJE |
CLASIFICACION |
Menos de 0
|
Dudoso
|
De
|
Posible
|
De
|
Probable
|
De 9 o mas
|
Definido
|
La evaluación final del medicamento solo puede hacerse después de haber sido puesto a disposición del cuerpo médico y a través de su uso masivo en esas condiciones. Así podrán descubrirse efectos adversos que por su frecuencia o por ser influidos por factores no existentes en las condiciones controladas de los experimentos no han sido detectados en las fases anteriores. También pueden surgir diferencias de eficacia, en más o menos, o ampliando o disminuyendo las indicaciones (103).
Las RAM se definen como los efectos no deseados de las drogas, representando esto en la actualidad un verdadero problema epidemiológico.
Esta valoración necesita del ejercicio del poder de observación de profesionales de la salud y de una organización por encima de los individuos, que reciba, organice y difunda esa información y eventualmente tome medidas para mejorar el uso de los medicamentos o evitar sus efectos adversos.
Hace 30 años que en los países europeos y norteamericanos se pusieron en marcha programas nacionales de reportes de efectos adversos de medicamentos, luego que la demostrara con los hechos acontecidos en la década del 60, que las fases de investigación de medicamentos necesitaban una revisión. Si un medicamento como la talidomida había superado todos los controles posibles hasta su comercialización, y había producido en esta etapa teratogénesis, era evidente la necesidad de una herramienta de control en el momento en que el medicamento comenzaba a ser comercializado.
La talidomida fue puesta a la venta en Alemania occidental en 1956 como antiemético y sedante. Por su aparente seguridad se comenzó a utilizar en embarazadas. Poco después fueron publicados los primeros casos de focomielia en revistas alemanas, si bien los autores no notaron el incremento de su frecuencia ni discutieron su etiología. La sospecha de que este defecto congénito era ocasionado por la Talidomida fue señalada en primer lugar por McBride (1961), un ginecólogo australiano. En el siguiente año, Wegerle noto un progresivo incremento de los casos de focomielia en su hospital, pensó en la Talidomida como posible agente etiológico, porque las madres de sus pacientes habían tomado el fármaco y porque el inicio de la epidemia coincidió con su comercialización. Miles de niños en todo el mundo sufrieron graves malformaciones esqueléticas, la sociedad y los medios de comunicación quedaron horrorizados ante la falta de protección que existía frente a los problemas y las compañías farmacéuticas y las administraciones sanitarias asumieron plenamente la necesidad de desarrollas sistemas que permitiesen garantizar la seguridad de los medicamentos (104 ).
Surge así la fase IV o de Farmacovigilancia que a
lo largo de tres décadas demostró sobradamente
su importancia en el control y la regulación de los
medicamentos comercializados.
Se entiende como Farmacovigilancia al "conjunto de métodos, observaciones y disciplinas que permiten durante la etapa de comercialización o uso extendido de un medicamento, detectar reacciones adversas y efectos farmacológicos o terapéuticos beneficiosos, no previstos en las etapas previas de control y evaluación del medicamento" (ANMAT).
La Farmacovigilancia desarrolla sistemas de recolección de información que también los utiliza para propósitos afines, ej. recepción de información sobre problemas de calidad de los productos farmacéuticos y sospecha de falsificación o adulteración . También utiliza las redes montadas, para la detección de problemas con otros materiales de uso médico, ej. jeringas, marcapasos etc.
La dinámica del sistema hace que haya un flujo de información en ambos sentidos entre los diversos actores, lo que se traduce también en el envío de información desde el nivel central del sistema a los integrantes periféricos. También la Farmacovigilancia puede elaborar sistemas de prevención y tratamiento de emergencia de las reacciones adversas.
La creación de un Sistema Nacional de Farmacovigilancia
en un país brinda aportes científicos para la
utilización racional de los medicamentos y permite
a las autoridades entre otras cosas implementar medidas tales
como notificación de prospectos, cambio de dosis, de
condiciones de venta o bien restricciones de uso hasta, en
casos necesarios el retiro del mercado.. En estos casos, las
decisiones generadas deben contar con sólidos fundamentos
científicos basados en criterios de responsabilidad
compartida entre la Administración Central y las empresas
elaboradoras.
La detección de eventos adversos puede ser realizada
durante la práctica clínica habitual, para lo
cual debe tenerse siempre presente que cualquier signo o síntoma
que presente el paciente podría deberse a la medicación
que está recibiendo, sea la prescripta por el profesional
actuante, prescripta por otro profesional, automedicación,
medicamentos de venta libre, preparados caseros como té
de hierbas medicinales, interacciones, etc.
Un evento adverso puede definirse como "Un diagnóstico,
signo, síntoma, accidente, operación, cambio
de tratamiento o cualquier incidente indeseable que el médico
haya considerado suficientemente importante como para registrarlo
en la historia clínica" Esta definición
amplia de evento adverso permite recolectar datos cuya significación
puede escapar al agente individual que lo detecta y amplia
las posibilidades de detección, considerando el aspecto
epidemiológico del sistema. En efecto, al no requerirse
que el detector individual tenga la certeza de que el evento
fue causado por un determinado fármaco o producto se
colectan datos que de otra forma podrían haberse perdido,
ya que en numerosos casos no es factible estar ni siquiera
medianamente seguro que el evento observado se deba a un determinado
fármaco, puesto que podría haber sido producido
por la evolución de la enfermedad, interacciones, una
nueva enfermedad, etc. Una sola notificación no suele
ser mas que una mínima señal, pero varias notificaciones
de un mismo evento asociado al uso de un fármaco, provenientes
de distintos efectores, genera una hipótesis que pone
en marcha los mecanismos de los efectores centrales para analizar
la relación de causalidad entre el fármaco y
el evento
Los métodos de vigilancia post-mercado para identificar
RAM incluye lo siguiente: 1) estudios controlados específicos
(Estudios de posmercados: fase IV) recomendados por la FDA
y dirigidos a fabricantes de drogas específicas. El
acuerdo del fabricante para llevar a cabo esos estudios es
un requerimiento para la aprobación de la droga. Estos
estudios se llevan a cabo usualmente cuando las preocupaciones
acerca de la seguridad de la droga persisten a pesar de estar
completos los estudios clínicos controlados pre-mercado.
2) Estudios farmacoepidemiológicos para drogas específicas
utilizando extensas base de datos que unen registros médicos
con tratamiento con drogas. Estos estudios son especialmente
útiles para la determinación de RAM poco comunes,
efectos retardados o severos. Esos estudios también
proveen los datos de los denominadores para la mejor estimación
de la verdadera frecuencia de una RAM durante el uso general
más que para las condiciones de tratamiento clínico
premercado. 3) Reporte espontáneo de RAM por los profesionales
de la salud (101).
Desde la creación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, a mediados de 1993, fue preocupación de sus directores la implementación de un Sistema Nacional de Farmacovigilancia que fue concretado en setiembre de 1993, por resolución ministerial Nº 706. Antes que esto sucediera, se llevaron a cabo pasos importantes tales como:
1) Desarrollo de la ficha de notificación de efectos
adversos (denominada hoja amarilla)
2) Publicación de un Boletín explicativo sobre
la Farmacovigilancia : historia, antecedentes, propósitos
, modalidad de trabajo, que serviría de presentación
del Sistema para los profesionales de la salud
3) Instalación de software de correo electrónico
y el Sistema de Farmacovigilancia a los Electores periféricos,
que afianza en la práctica el modelo de Red de Servicios.
4) Diseño de la base de datos para la captura y codificación
de todas las notificaciones de efectos adversos
5) Notificación voluntaria de todos los profesionales
del equipo de salud. Modelo que: a) no interfería con
los hábitos de prescripción, b) comienza desde
el momento en que se comercializa el medicamento y tiene carácter
de permanente, c) No es necesario definir previamente la población
controlada ni el tipo de Efectos Adverso a detectar, d) genera
señales de alerta que permiten a las Autoridades Sanitarias
adoptar medidas de regulación y control, e) Detecta
reacciones adversas de baja frecuencia que no han sido observadas
en ensayos clínicos, f) es un sistema sencillo y barato,
g) esta forma de notificación no invalida que se desarrollen
otra forma de Farmacovigilancia sino que estimula la necesidad
de realizar estudios más profundos.
El departamento de Farmacovigilancia a través de sus Servicio de Información de Medicamentos, recibe el material de trabajo de diferentes sectores: uno que lo llamaremos interno, constituido por los distintos departamentos de la ANMAT, en general son expedientes de consulta sobre efectos adversos de medicamentos. El otro sector, externo, provee de notificaciones de eventos adversos y/o sospechas de falta de eficacia o de seguridad de los medicamentos (en el mercado). Dentro de estos proveedores de datos podemos distinguir tres tipos:
a) Notificadores periféricos: son aquellos que por su trayectoria en el tema suscriben un convenio con la ANMAT (Hospitales, Cátedras de Farmacología, etc)
b) Notificadores espontáneos: son aquellos profesionales
del equipo de salud, pertenecientes a hospitales, clínicas,
Cátedras, consultorios privados, farmacias privadas,
consultorios odontológicos, etc., que detectan eventos
adversos y comunican su hallazgo al Elector Central, contribuyendo
al enriquecimiento de la base de datos nacional.
c) Usuarios de medicamentos: son pacientes que a través
de asociaciones de consumidores o en forma particular envían
su notificación al Departamento de Farmacovigilancia.
El material así recopilado es procesado por el departamento de Farmacovigilancia que genera información , la que luego será difundida por medio del Boletín de la ANMAT, por correo electrónico o postal, revistas científicas, etc.
Una vez ingresada la notificación al departamento, se realiza la imputabilidad (relación causa efecto entre el evento adverso y el medicamento sospechoso de causarla) y el grado de gravedad del evento producido. Luego la droga y el efecto adverso son clasificados de acuerdo a la codificación de la OMS: Anatomical Therapeutic Chemical (ATC) para la droga, y Adverse Reaction Dictionary para el efecto adverso. Estos datos así ordenados son incorporados a la base de datos del Departamento de donde luego se obtendrá la información requerida, como por ejemplo:
· Tipo de reacción adversa
· Tipo de medicamento
· Imputabilidad
· Grupos etéreos
· Gravedad
· Nº de notificaciones por el grupo notificador
Se anulas todas las notificaciones que no se puedan evaluar
por falta de datos en la hoja amarilla, y aquellas que no
cumplan la definición de evento adverso propuesta por
la OMS: Las mismas quedan archivadas en el departamento como
"desestimadas".
Con la información suministrada por la base de datos
se elaboran informes y se contestan consultas sobre determinadas
reacciones adversas medicamentosas, enviadas por los distintos
efectores periféricos, complementando la información
con una exhaustiva búsqueda bibliográfica.
Las notificaciones recibidas son enviadas cuatrimestralmente al Centro Colaborador de Farmacovigilancia de la Organización Mundial de la Salud.
La provincia de Santa Fe tiene organizado un sistema a través de diversos efectores de salud pública, mediante el cual cualquier profesional puede solicitar en las farmacias hospitalarias o en los centros de salud provinciales el formulario de notificación y llenarlo. En el caso de las farmacias, éstas se encargan de enviarlo al centro regional en el Ministerio de Salud Provincial. A continuación encontramos un formulario de notificación al Sistema Provincial de Farmacovigilancia con las instrucciones para la notificación de eventos adversos. Los datos que se solicitan en el mismo son los mínimos necesarios para efectuar un análisis preliminar del caso (105).
No podemos dejar de mencionar que un sistema de Farmacovigilancia intensiva se define como " el monitoreo sistemático de la aparición de eventos adversos de un principio activo durante toda la etapa de prescripción (definición adoptada por la Comision Nacional de Farmacovigilancia). Esto se produce por la introducción reciente de medicamentos muy útiles para el tratamiento de ciertas enfermedades que por otro lado pueden producir efectos graves, y hacen necesaria la puesta en marcha de una vigilancia para un especial control médico de los pacientes tratados. Están afectados todos implicados en esta responsabilidad compartida entre todos los sectores de la salud: profesionales de la salud, laboratorios, productores y autoridad sanitaria.Los efectos nocivos causados por medicamentos pueden corresponder a motivaciones intencionales como suicidios, adicciones, etc, y a motivaciones no intencionales como accidentes, errores de medicación (EM) o reacciones adversas a medicamentos (RAM). Los dos últimos grupos mencionados, EM y RAM, se incluyen entre los Eventos Adversos a Medicamentos (EAM) (2).
En un trabajo se evaluaron las consultas por EM en Rosario, y se pudieron sacar conclusiones para adecuar normas de atención a esta realidad y plantear medidas útiles a fin de prevenir este tipo de accidentes (106).
Entre las intoxicaciones accidentales (no voluntarias) que se atienden en el Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños (Sertox), Rosario, Argentina, distinguimos las de causa laboral, medioambiental, etc. Un grupo de interés son las intoxicaciones accidentales que se producen por errores de medicación (EM). Se deben a múltiples razones y factores e involucran a profesionales (médicos, farmacéuticos, enfermeras), técnicos y pacientes. Pueden ser de prescripción, omisión, uso de medicamento no prescripto, de dosis no prescripta, de dosis extra, de la vía y/o velocidad de administración, de la forma farmacéutica, de tiempo, de preparación de medicamento, de la técnica de administración, de medicamento deteriorado, de monitoreo, de cumplimiento, etc., e incluso a veces se pueden clasificar en dos o más categorías ya que estas no se excluyen entre sí (107).
El objetivo de este trabajo es mejorar el conocimiento sobre las intoxicaciones agudas provocadas por EM en Rosario y zona de influencia, adecuar nuestras normas de atención a esta realidad y plantear medidas útiles a fin de prevenir este tipo de accidente.
Material y método
El material lo constituye las 370 consultas por EM atendidas en el Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños entre enero de 1990 y diciembre de 1997. Se analizan los siguientes datos: edad, sexo, tipo de EM, hora, día, mes y año en que ocurrieron las intoxicaciones, latencia desde el momento de la intoxicación hasta que concurrieron a la consulta, presentación; cantidad y tipo de tóxico, vía de intoxicación, grado de la sintomatología y síntomas predominantes en el cuadro clínico.
El método de recolección de datos es a través de fichas individuales y procesados por computadora.
La cantidad de sustancia tóxica se mide de acuerdo al esquema de Done, modificado(108):
cantidad comp. o gránulos líquido |
|
|
escasa |
hasta 5 |
1 trago |
regular |
hasta10 |
2 y 3 tragos |
abundantes |
más de 10 |
4 y más tragos |
3.1.Distribución según la presentación del tóxico en 370 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
3.2. Distribución según la cantidad de tóxico en 363 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. (En 7 casos la cantidad no se pudo determinar) |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
3.3. Distribución según el tipo tóxico: medicamento y no medicamento, en 370 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
3.4. Distribución según el tipo de medicamento en 314 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
3.5. Distribución según el tipo de no medicamento en 56 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
3.6. Descripción de errores frecuentes con medicamentos líquidos. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
4.1:Distribuciónsegúnla vía de intoxicación de 370 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||
3.5. Distribución según el grado de la sintomatología EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||
3.6.Distribución según el tipo de síntomas en 144 EM con síntomas atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997 |
||||||||||||||||||||||||||
|
Se analizan en este trabajo 370 consultas por errores de medicación (EM) realizadas en el Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños (Sertox), Rosario, Argentina, entre enero de 1990 y diciembre de 1997 inclusive.
El perfil del paciente que consulta por EM se conforma con los siguientes datos: respecto a la edad, el 63.8 % tiene entre 0 y 9 años, el 9.2 % tiene entre 10 y 19 años y el 27 % 20 o más años. Respecto al sexo, el 68.8 % de los menores de 20 años son de sexo masculino y en los pacientes de 20 o más años el 60 % son de sexo femenino. Referente al tiempo en que se producen los EM: lunes, martes, viernes y domingo están por encima del promedio diario de 14.3 %, los meses de mayo, junio, julio y setiembre son los que tienen mayor porcentaje de EM y el promedio anual de 3.6 % EM varió entre un máximo de 4.6 % en 1990 y un mínimo de 3.1 % en 1995 y 1997. El 36.8 % ocurre entre las 8 y 14 horas, el 16.3% entre las 14 y 18 horas, el 38.5 % entre las 18 y 24 horas y el 8.4 % entre las 24 y 8 horas. El 64.5 % consulta antes de la hora en que ocurrió el EM. La presentación del tóxico es líquida en el 78.4 %, cápsulas y comprimidos en el 17 % y polvos, pastas y cremas en el 4.6%. En los 363 pacientes en que se pudo determinar la cantidad, en el 79.9 % es escasa. El 84.9 % de los EM es con medicamentos y un 15.1 % con no medicamentos. Entre los medicamentos más frecuentemente involucrados se encuentran los que actúan sobre el sistema nervioso autónomo (23.3%), los de uso externo (22%), los no clasificados según la CIE (13.4 %) y los antibióticos (8%), las mezclas de medicamentos (7%) y los tranquilizantes (7%). Los no medicamentos más frecuentes son el hipoclorito de sodio y otros corrosivos (39.3 %), plaguicidas fosforados y otros (25 %) y otros no medicamentos (14.3 %). Las vías de intoxicación son oral (81.3 %), mucosa (8.1%), parenteral (6.8%) e inhalatoria y percutanea (2.2 y 1.6 % respectivamente). En el 61.2 % de los pacientes los EM no ocasiona síntomas y en el 30.2 % síntomas ligeros. Tres pacientes presentaron síntomas graves y 2 pacientes fallecieron por EM. Los síntomas más frecuentes son neurológicos (36.1 %), gastrointestinales (22.2 %) y otros síntomas (20.8%). Los EM pueden ser de prescripción (7), uso de medicamento no prescripto (122), uso de no medicamento en lugar del medicamento prescripto (55), de dosis no prescripta (142), de dosis extra (14), de la vía y/o velocidad de administración (39), de medicamento deteriorado (1), vencido(etc), e incluso a veces se pueden clasificar en dos o más categorías ya que estas no se excluyen entre sí.
El objetivo de la terapia con fármacos es alcanzar
determinados logros terapéuticos que mejoren
la calidad de vida del paciente y le garanticen riesgos
mínimos(109). Existen riesgos inherentes a la
terapia con fármacos, tanto conocidos como desconocidos,
asociado con el uso terapéutico de drogas (prescriptas
y no prescriptas). Los incidentes o peligros que resultan
de tales riesgos han sido definidos como percances de
la medicación e incluyen a las reacciones adversas
y a los errores de medicación (110). Una diferencia
importante entre estos dos grupos es que los errores
de medicación pueden ser prevenidos a través
de una serie de sistemas de controles. Se deben a múltiples
razones y factores e involucran a profesionales (médicos,
farmacéuticos, enfermeras), técnicos y
pacientes y /o sus cuidadores (111). Pueden ocurrir
por falta de conocimientos, malos desempeños
y lapsos mentales, o por defectos o fallas en los sistemas
(112,113). Los errores de la medicación pueden
ser cometidos tanto por personas experimentadas como
sin experiencia.
La incidencia de errores de la medicación es
indeterminada y comparar diferentes trabajos sobre errores
de medicación es extremadamente difícil
debido a las diferencias de las variables, mediciones,
poblaciones y métodos utilizados (110). En nuestro
trabajo predominan los EM cometidos por los mismos pacientes
o por sus cuidadores ya que al percatarse del error
se asustan y consultan a nuestro servicio. Por lo tanto,
existen dos poblaciones diferenciadas que consultan
por EM en nuestro medio: los cuidadores (casi siempre
padres) de niños que se equivocan al administrarles
los medicamentos (63.8 % de los EM son en menores de
10 años con predominio del sexo masculino) y
los mismos pacientes, de 20 o más años
(31.2 %) en los cuales predomina el sexo femenino. Esta
diferencia respecto al sexo de acuerdo a las edades
es una característica peculiar de los EM que
no hemos observado en otras motivaciones. Por ejemplo
en las tentativas de suicidio (TS) con sustancias tóxicas
predomina en un 75 % de los pacientes el sexo femenino
y en los pacientes con adicción a drogas predomina
en el 75 % el sexo masculino y esta mayor prevalencia
se mantiene, con pequeñas fluctuaciones en todos
los grupos etarios (114,115). Respecto a la hora en
que se producen más frecuentemente los EM se
observan dos picos de mayor incidencia: en horas del
mediodía (27.1% entre 10 y 14 horas) y en horas
de la noche (29.2% entre las 20 y las 24 horas). En
142 consultas del total deEM son por dosis no prescripta
y 122 por consumir erróneamente otro medicamento.
En el 78.4% de los EM la presentación es líquida,
siendo muy frecuente confundirse de goteros (el error
más frecuente es administrar broncodilatadores,
antiespasmódicos, gotas nasales, etc. en lugar
de antitérmicos) y a veces se transforma en un
error de vía de administración (39 casos)
cuando se administran por vía oral gotas óticas
o nasales o a la inversa. Resulta destacado que la medicación
prescripta en más de 50 casos es gotas de suero
fisiológico y los EM se explicarían porque
no tienen envases característicos, en nuestra
región. Un accidente grave lo constituye el uso
de acrilcianato (conocida popularmente en nuestro medio,
por la propaganda comercial, como "La gotita")
en lugar de gotas oftálmicas con excoriación
del párpado e inflamación de conjuntivas(116).
Muchos de estos errores se deben a la imprudencia de
no leer el rótulo antes de aplicar las gotas.
Cuando se guardan en botiquines productos contenidos
en envase iguales a los de los colirios o se los deja
en la mesa de luz, el accidente además de probable
es predecible (117). El 17 % de los EM es con cápsulas
o comprimidos siendo el error más frecuente confundir
aspirinas infantiles por tranquilizantes (ambos son
de aspecto similar, pequeñas y rosadas). En 13
de los 14 casos (3.8%) en que la presentación
es polvos el error es usar ácido bórico
en lugar de bicarbonato de sodio como antiácido
(también es un error de vía). Un grupo
no considerado en clasificaciones sobre este tema es
el error de consumir una sustancia no medicamentosa
en lugar del medicamento indicado (55 consultas). A
veces el EM se debe a que el paciente se automedica
(118) y este hecho motivó nuestra atención
(119,120).
Los EM se pueden clasificar de distinto modo. Una forma
útil de hacerlo es diferenciando a los EM en
dos grupos: uno con significación clínica
(incluye los EM potencialmente fatales, severos, serios
o significativos) y otro sin significación clínica
(121). Esta clasificación nos resulta más
útil que la clasificación en 7 grados
de otros autores (122). Nosotros adoptamos la clasificación
usual en nuestros estudios en grupos sin síntomas
y con síntomas leves, moderados, severos y letales.
El resultado o la significación clínica
del 91.4% de los EM es mínimo, con pocas o ninguna
consecuencia que afecte adversamente al paciente: el
61.2% cursó sin síntomas y el 30.2% con
síntomas ligeros. Trágicamente, no obstante,
algunos EM resultan en seria morbilidad (7.3% desarrollan
síntomas moderados y 0.8% síntomas graves)
o la muerte (dos pacientes).Una de las muertes se produjo
en un bebé prematuro en el que se le indicó
como suplemento alimentario gluconato de calcio en polvo
para diluir y pasar por sonda naso-gástrica.
El farmacéutico le dispensa sulfato de cobre
y zinc. La enfermera encargada de diluirlo no se percató
del color azul de la solución y se lo administró,
falleciendo a las pocas horas. La prescripción
del medicamento por el médico no resultó
suficiente. La preparación y dispensación
por el farmacéutico no fue correcta. Lamentablemente
en este caso la enfermera, que es la encargada habitual
de administrar el medicamento al paciente internado
no se percató del error. La enfermera representa
la última posibilidad de detectar los errores
de medicación del médico y del farmacéutico.
En este episodio están involucrados profesionales
y sirve para mostrar que si bien se nos consulta poco
por EM provocados por profesionales, existen y suponemos
que, al igual que lo que sucede con las consultas por
iatrogenia, deben ser muy superiores al de nuestros
registros y requeriría otro tipo de intervención
para pesquisarlos. La otra muerte se produce en un paciente
de 49 años que había guardado parathión
en un frasco de un medicamento antiespasmódico
(NR :apasmo) y que la esposa, desconociendo este hecho,
lo guardó en el botiquín de medicamentos.
A las pocas horas de haber tomado "un chorrito"
de la solución el paciente fallece pese a todos
los cuidados y antídotos utilizados.
En nuestro país no existen estudios sobre EM (123) y este debería ser un primer paso para identificar sus causas y elaborar procedimientos de prevención. La solución integral de este problema debe ser interdisciplinaria y nuestro aporte se hace tratando de mejorar el conocimiento sobre las intoxicaciones agudas provocadas por EM en Rosario y zona de influencia. Este mejor conocimiento de los EM nos permite adecuar nuestras normas de atención a esta realidad, incluyendo el tratar de identificar la causa del error, aconsejar el evitar repetirlo y difundir estos conceptos. Algunos organismos, como la ASPH (American Society of Pharmacy Hospital) han emitido recomendaciones para prevenir EM (1) dirigidas a las organizaciones y departamentos, a los que prescriben, a los farmacéuticos, enfermeras, pacientes y cuidadores y a elaboradores de medicamentos. Nuestro planteo de medidas útiles a fin de prevenir este tipo de accidente consiste en adaptaciones a nuestro medio de dichas recomendaciones, por ejemplo plantear a una envasadora de medicamentos local la conveniencia del cambio de rótulos por la similitud de los mismos en una serie de episodios de EM con dichos productos.
En síntesis, consideramos que los EM deben ser considerados en nuestra región y que se deberían establecer sistemas adecuados para prevenirlos incluyendo un programa nacional de EM para reportarlos (Similar a lo establecido por la ANMAT para farmacovigilancia).
El 44% de 13.237 intoxicaciones atendidas en el Sertox
entre 1990 y 1999 involucran medicamentos, de las cuales
el 12.1% corresponden a EAM.
En Argentina los Servicios de Toxicología suelen ser consultados por RAM por la población en general o por los médicos tratantes. En el Sertox el 1.8% de 13.237 intoxicaciones atendidas entre 1990 y 1999 corresponden a "reacciones adversas a medicamentos" (RAM).
En este mismo Centro toxicológico se está trabajando en las estadísticas de las consultas por RAM , atendidas en el período antes mencionado, y vale la pena analizarlas.
1.1. Distribución según sexo y edad de 370 consultas por EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
1.2. Distribución según edad de 0 a 19 años y de 20 a 69 y más años y sexo en 370 consultas por EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
1.3. Distribución según el tipo de EM en 370 consultas atendidas en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El total de 384 supera el número de consultas (370) ya que a veces los EM se pueden clasificar en dos o más categorías (no se excluyen entre sí). |
2.1. Distribución según la hora en que ocurrieron 354 consultas por EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997 (en 16 casos no se pudo consignar la hora) |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
2.3. Distribución según el día de la semana en que ocurre 370 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
2.4.Distribución según el mes del año en que ocurre 370 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
2.5. Distribución según el año en que ocurre 370 EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997, consignando el total de intoxicados de cada año y el porcentaje de EM. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
2.6.Distribución según la latencia desde la intoxicación hasta la consulta en 364 consultas por EM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1997. (en 6 casos no se pudo consignar este dato) |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
El material lo constituye 239 consultas por RAM atendidas en el Sertox entre enero de 1990 y diciembre de 1999, inclusive. De acuerdo a la causalidad todas las RAM analizadas son ciertas o probables. Los datos se agrupan para caracterizar cuatro items; pacientes, tiempo, agente tóxico y cuadro clínico. Referente a los pacientes se analiza edad y sexo. Referente al tiempo se analiza día, hora y latencia entre la administración del medicamento y la consulta al servicio. Referente al agente tóxico se analiza cantidad, presentación, tipo de medicamento y se discrimina el grupo de medicamentos que actúa sobre SNC. Referente al cuadro clínico se analiza vía de administración, síntomas y tipo de reacción adversa y tipo de sintomatología.
La gravedad de RAM se clasifica como leve, moderada, severa o letal. (Leve: no necesita antídoto, tratamiento o prolongación de la hospitalización. Moderada: requiere de cambio en el tratamiento farmacológico, aunque no necesariamente requiere la suspensión del medicamento causante de la reacción. Grave: constituye una amenaza para la vida del paciente, requiriendo la suspensión del medicamento causante de la reacción y la administración de un tratamiento especifico para la reacción adversa. Letal: contribuye directa o indirectamente a la muerte del paciente (124).
El método de recolección de datos es a través de fichas individuales y procesados por computadora.
El procesamiento estadístico de los datos se hace utilizando el método de chi cuadrado (c2) de Pearson, con un nivel de confianza (a)del 1% .
Sólo se muestran algunas tablas aunque se discute el contenido de todas.
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
No existe relación entre edad y sexo (p<0.05). 2. Distribución según presentación del medicamento 239 RAM atendidas en el Sertox entre 1990-1999. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
8. Distribución según vía de administración de 239 RAM atendidas en el Sertox entre 1990-1999. |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
9. Distribución según sintomatología discriminadas por sexo en 222 intoxicaciones por RAM atendidas en el Sertox entre 1990-1999. (17 casos sólo presentaron alteraciones de laboratorio). |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
10. Distribución según sintomatología discriminadas tipo de RAM (a o b) en 220 RAM atendidas en el Sertox entre 1990-1999. (en 19 casos no pudo ser clasificada). |
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
10. Distribución según signos discriminada por sexo en 239 intoxicaciones por RAM ,atendidas en el Sertox entre 1990-1999. |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
11. Distribución según el tipo de medicamento de 228 RAM atendidas en el Sertox entre 1990-1999 ( no se incluyen 11 casos que son mezclas de medicamentos con medicaciones caseras) |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
*en 32 pacientes es metoclopramida.
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
· 7 son DPH, 7 carbamacepina, 6 mezclas de anticonvulsivos
y 7 otros anticonvulsivos. |
Nuestro servicio atiende consultas telefónicas y personales las 24 horas del día, los 365 días del año. A los fines estadísticos consideramos que cada consulta corresponde a un episodio de intoxicación, por ejemplo, si un paciente se intoxica 3 veces figuran 3 consultas o si a un mismo paciente se lo atiende 3 o más veces por el mismo episodio, figura 1 consulta. El 1.8% de 13237 consultas por intoxicaciones atendidas en el Sertox entre 1990 y 1999 corresponden a RAM.
Resumimos a continuación el análisis
estadístico de las consultas por RAM atendidas
en el Sertox entre 1990-1999. No incluimos los datos
temporales (hora, día, mes de ocurrido la RAM
y latencia entre la administración del medicamento
y la aparición de la RA) por no resultar interesantes.
ü El 56% son niños de entre 0 y 9 años
y el 66% son de sexo masculino. No existe relación
entre grupo etáreo y sexo en los pacientes con
RAM atendidos en el Sertox entre 1990 y 1999 (p<0.05).
ü En 17 pacientes sólo se constatan alteraciones
de laboratorio y se consideran asintomáticos.
El 59.9% de los pacientes presenta síntomas leves,
35.6% moderados, 3.6% graves y 0.9% (2 pacientes)letales.
No existe relación entre sintomatología
y sexo (p<0.05) con un nivel de confianza del 99%.
ü El 46% de los pacientes con síntomas leves
corresponden a RAM Tipo a. En 19 RAM no se pudo clasificarlas.
Existe relación entre la sintomatología
y el tipo de RAM (a o b)( p<0.01).
ü El 56% del total de pacientes atendidos por RAM
presentaron síntomas neurológicos y no
existe relación entre signos y sexo (p<0.05).
ü No existe relación entre tipo de medicamento
y sexo (p<0.05)en los 228 pacientes con RAM que utilizaron
medicamentos (11 usaron medicación casera). Tampoco
existe relación entre agentes que actúan
sobre el SNC y el sexo (p<0.05) con un nivel de confianza
del 99%.
Desde el punto de vista toxicológico , la identificación de una RAM como dosis dependiente o no , permite tomar decisiones practicas con relación al tratamiento del individuo afectado y/o prevención de las reacciones. En trabajos anteriores se han analizado las Intoxicaciones con evolución letal (125), y de las 20 historias clínicas analizadas 4 fueron por medicamentos: 2 mezclas de anticonvulsivantes 1 paciente analizada anteriormente con lamotrigina+ valproato (78) y otra paciente con carbamacepina + fenobarbital; 1 mezcla de glibenclamida + isoxuprina y 1 medicación de uso externo: sulfato de cobre y cinc.
Los medicamentos señalados como los causantes más comunes de RAM varían en los diferentes estudios. Esto refleja diferencias en las poblaciones estudiadas y en los métodos para recolectar la información . La mayoría de los estudios se han realizado en pacientes hospitalizados. En tales pacientes la mayoría de las reacciones son causadas por digitálicos, diuréticos, antimicrobianos, anticoagulantes y agentes antiinflamatorios no esteroidales. En esta revisión los medicamentos causantes de RAM más frecuentes son los agentes que actúan sobre el SNC (especialmente anticonvulsivos y antipsicóticos), antieméticos (individualmente la metoclopramida es la causante de mayor cantidad de RAM ( 32 pacientes), no clasificados en otra parte (como amiodarona, lidocaina, allopurinol, loperamida, etc.) y medicamentos que actúan sobre el SNAutónomo, como el ciclopentolato, salbutamol o la nafazolina. Los cuadros por nafazolina obedecen mayormente a automedicación (generalmente de los padres o cuidadores de niños) y actualmente casi nunca son por indicación médica. El quinto grupo de frecuencia, los antibióticos resultan interesantes porque la mayoría de los efectos que producen son de tipo dosis independiente.
Desde el punto de vista médico toxicológico, la identificación de una RAM como dosis dependiente o no, permite tomar decisiones prácticas con relación al tratamiento del individuo afectado y/o la prevención de las reacciones.
Tanto la incidencia de EM como de RAM es indeterminada y comparar diferentes trabajos sobre estos tipos de Eventos Adversos a Medicamentos es extremadamente difícil debido a las diferencias de las variables, mediciones, poblaciones y métodos utilizados (126 )En Argentina existen 18 Centros de Toxicología que son consultados frecuentemente por EAM por la población general o por los médicos tratantes. El objetivo de la terapia con fármacos es alcanzar determinados logros terapéuticos que mejores la calidad de vida del paciente y le garanticen riesgos mínimos (1). Existen riesgos inherentes a la terapia con fármacos, tanto conocidos como desconocidos, asociado con el uso terapéutico de drogas (prescriptas y no prescriptas). Los incidentes o peligros que resultan de tales riesgos han sido definidos como eventos adversos de la medicación e incluyen a las RAM y a los EM (2).
Se ha postulado que las EAM podrían ocurrir más frecuentemente en América Latina que en otras regiones (127 ). Las razones atribuidas son que la gente aquí usa más medicamentos, la automedicación es una práctica común, existe una elevada incidencia de uso de múltiples fármacos (polifarmacia), muchos medicamentos pueden adquirirse sin receta y los medicamentos naturistas o a base de hierbas son utilizados frecuentemente. No obstante, los reportes de EAM en la región son escasos debido a la confusión sobre el tema que suelen tener los médicos, que consideran que informar consume su tiempo y los compromete y creen que las drogas que están en el mercado son seguras. Muchos profesionales y pacientes de la salud confunden los síntomas de EAM con intoxicaciones.
Los centros de vigilancia registran aproximadamente 200 -300
RAM por año en aquellos países de la región
que tienen programas de Farmacovigilancia. Los centros de
toxicología por otra parte son comunes en América
Latina al menos en Argentina, Brasil y Venezuela donde existen
20 en cada país ( 127), recibiendo un número
total de consultas muy elevado. Cerca del 50% de las consultas
están relacionados con medicamentos y entre 3-12% de
los reportes corresponderían a EAM.
Entre otras cosas el bajo registro de RAM se debería a que los sistemas de farmacovigilancia no han desarrollado mecanismos de autorregulación o "feed-back" que permitan que los médicos sientan su aporte como algo útil.
Dado el amplio conocimiento que tienen los médicos de la existencia de Centros de toxicología y la confianza en los mismos, sería útil invertir en equipamiento y entrenamiento del personal existente en los Centros de Toxicología para convertirlos en organismos de denuncia de EAM, buscando trabajo complementario entre estos centros toxicológicos y los centros de farmacovigilancia para mejorar este aspecto importante de la salud pública nacional.Las Reacciones Adversas a los medicamentos, son considerados como uno de los principales problemas de la terapia con drogas. Están asociadas con morbilidad, mortalidad, disminución del cumplimiento y del éxito de la terapia, así como también directa e indirectamente con altos costos médicos.
Varias consideraciones hay que hacer ante un manejo de una potencial RAM. Es necesario establecer un diagnóstico clínico correcto del evento adverso. Es crucial para establecer la relación entre la reacción y la droga en sospecha combinar información acerca de la exposición a las drogas junto con la consideración de otras posibles causas de la reacción. La identificación de la patogénesis de una RAM junto con la severidad de la reacción, tiene profunda implicancia en la continuación de una terapia con drogas después de una RAM.
Resaltamos las siguientes recomendaciones:
· Es fundamental la individualización de la terapia, determinar factores exógenos y endógenos que influirán en las respuestas a las drogas: ocupacionales, sociales, físicos, exposición a sustancias químicas, hábitos dietarios, uso concomitante de alcohol, tabaco, y otras drogas. Realizar una historia clínica y examen físico completos y exhaustivos antes de comenzar el tratamiento nos ayudarán a obtener la mayoría de los datos.
· Anticipar a los pacientes que requieren una terapia
prolongada ( ej. hipertensión, diabetes , epilepsia,
psicosis) que la mayoría de las reacciones adversas
aparecen cuando se comienza con una nueva terapia o al finalizarla.
Durante esos períodos es necesario programarles las
visitas, que sean más frecuentes, ofrecerles información
médica sobre el tratamiento que va a seguir, y monitorizar
síntomas, signos y laboratorio
· Enseñar al paciente a identificar síntomas o signos tempranos asociados con reacciones adversas potencialmente graves, para que consulte a su médico tempranamente. Basarse en el USP-DI en la sección "Advertencias para el paciente".
· Optimizar la terapia, prescribiendo sólo las
drogas necesarias, teniendo en cuenta que el riesgo de RAM
es proporcional al número de drogas prescriptas.
· Sospechar una enfermedad inducida por drogas, no siempre son posibles prevenir una RAM pero la detección temprana puede minimizar la morbilidad y mortalidad. Un alto grado de sospecha se requiere para detectar y distinguir una RAM de otros cuadros clínicos. Valerse de los algoritmos que nos acercarán a la causalidad del evento.
Los reportes espontáneos son la clave para el funcionamiento
de los sistemas de vigilancia post-mercado, y juegan un papel
fundamental en el mejoramiento de la seguridad de una droga.
Hay que tener en cuenta también que conociendo factores
relacionados con la droga como metabolismo, farmacogenética,
efectos fisiológicos y estados fisiopatológicos
sobre los efectos clínicos de una droga durante el
desarrollo de la misma debe reducir significativamente la
incidencia y la severidad de las RAM en el pos-mercado.
Los profesionales de la salud deben ser alentados para reportar RAM a organizaciones locales o nacionales. Cuando se trata de usa RAM dosis dependiente es necesario tener en cuanta que puede ser prevenible, hay que individualizar la farmacoterapia para reducir estos eventos.
Es necesario promover un trabajo en conjunto entre médicos
, enfermeros, profesionales de la salud, y hasta el mismo
paciente, junto con los sistemas de Farmacovigilancia, para
incentivar el reporte de RAM. La notificación voluntaria
tiene que ser el arma fundamental en los sistemas de reporte.