Los ojos se irritan, la garganta parece que raspa al tragar, en algunos sitios el aire huele a azufre: en la zona cordillerana de Puyehue, cerca de Osorno, Chile, hay muestras de material piroclástico expulsado por el volcán y un manto de ceniza de hasta varias decenas de cm que cubre los árboles, los caminos, las casas, los animales. La zona está en alerta rojo, mas de 4000 personas en varias localidades fueron evacuadas y, de este lado de la cordillera, la nube de ceniza ha cruzado Patagonia y Pampa. Todo esto a consecuencia del volcán Puyehue que desde el pasado sábado – consecutivo a una cadena de sismos de baja/media intensidad y después de medio centenar de años – entró en actividad de tipo pliniana, según informa el servicio de Sismología de la Universidad de Chile.
En pobladores directamente afectados, cabe esperar patologia respiratoria, de magnitud dependiente del grado de exposición. Las informaciones provenientes de Chile descartan la posibilidad de toxicopatías por contaminantes, de los que la nube volcánica (que se refiere formada por elementos inertes de sílice), al parecer carece en cantidad suficiente para ocasionar daños.