Si te pica una medusa nunca te des agua dulce o arena.teinteresa.es. 09/08/12. Las toxinas de la medusa pueden seguir activas aunque el animal esté muerto.Las ortigas y el tomate de mar se encuentran en zonas rocosas y oscuras.Las medusas, las fisalias, las ortigas, el tomate de río, la anémona y la carabela portuguesa son animales marinos que pertenecen a la especie de los celentéros. Según el Instituto Nacional de Toxicología, estos seres marinos pueden estar en profundidad o en la superficie del mar.Leer relacionado:Consejos de consumer.es para evitar que nos pique una medusa y cómo actuar en caso de que lo hagan
Un erizo al acecho
(Sertox)
Las medusasLas fisalias y las medusas se encuentran en las costas del Mediterráneo y su proliferación se debe a que sus depredadores naturales, las tortugas marinas, están desapareciendo por la creciente polución en los mares, apunta Salomé Ballesteros, doctora en el Instituto Nacional de Toxicología en Madrid. Además, aparecen “sobre todo en primavera y en función de tormentas, vientos o mareas. Se acercan a la costa y pueden no verse porque son casi transparentes”, manifiesta la doctora. Las ortigas y otrosEn cuanto a las plantas que son parte de los celentéros, las otirgas y el tomate de mar se suelen encontrar en lugares en los que proliferan “las paredes rocosas poco iluminadas” cercanas a la costa. Mientras, las anémonas están en las charcas costeras y son de colores brillantes, informan desde el Instituto Nacional de Toxicología. ¿Qué tienen para hacer daño?En primer lugar, en las medusas lo que hace que pique tanto la piel es que “en su ectodermo, hay miles de cápsulas llamadas nematocistos, en cuyo interior hay un líquido muy urticariante” enuncia la doctora Ballesteros. Estas cápsulas actúan en función a la respuesta de estímulos, ya sean “mecánicos u osmóticos y penetran en la piel más o menos en función de su grosor”, recalca la especialista. “Por ejemplo, no se producen lesiones en la piel gruesa de la palma de la mano pero sí pueden aparecer si luego se toca la cara con ella o con los guantes que se han llevado puestos durante el buceo” señala la doctora. Y es que aunque el animal esté muerto, la toxina sí que está activa y por esa razón puede picar y provocar dolencias. Incluso “al pisar en la playa a las medusas o los trozos de tentáculos de carabela portuguesa, incluso en descomposición”, advierte Salomé Ballesteros. Sin embargo, de acuerdo con los doctores Mencías y Mayero en su ‘Manual de toxicología básica’ también puede provocar calambres, la inflamación y enrojecimiento. De este modo, para prevenir no hay que tocar directamente a la medusa con las manos o los pies y no rozarse ninguna otra zona que sea más sensible como la cara, señala la doctora. En caso de hacerse con protección, como lo es un guante de buceo, hay que extremar las precauciones al despojarse de él. Cuando se camine por la orilla del mar la transparencia de estos animales hace que se tenga que ser cuidadoso en donde se ponga el pie. En el caso de las ortigas, el tomate de mar y las anémonas es recomendable prestar atención cuando se visiten las zonas rocosas. ¿Cómo tratar las dolencias producidas?Desde el Instituto Nacional de Toxicología aconsejan no mover la zona afectada y extraer los restos que puedan quedar en la piel con agua del mar o salada, sin restregar. También, se puede hacer con celofán, crema de afeitar y cuchilla. Lo que nunca se debe hacer es echarse agua dulce, arena o hielo, porque aunque ser crea que será bueno para eliminar el escozor, lo que causará es la estimulación de la ruptura y la eyección de las cápsulas que tienen el líquido que provoca los picores. No obstante, en el caso de la carabela portuguesa y las fisalias el hielo alivia el dolor.