Agentes de alta prioridad, que pueden tener un gran impacto negativo sobre la sociedad por (i) ser fácilmente transmitidos persona a persona, (ii) ocasionar alta letalidad, (iii) causar disrupción social y pánico y (iv) requerir acciones especiales de preparación y respuesta de Salud Pública.
1. Viruela (Variola major)
2. Ántrax (Bacillus Anthracis)
3. Peste (Yersinia Pestis)
4. Botulismo (Clostridium Botulinum)
5. Tularemia (Francisella Tularensis)
6. Fiebres Hemorrágicas Virales
Filovirus
Ø Fiebre Hemorrágica de Ebola,
Ø Fiebre Hemorrágica de Marburg
Arenavirus
Agentes que pueden tener un moderado impacto negativo sobre la sociedad por (i) Diseminación moderadamente fácil (ii) Causan baja mortalidad y moderada morbilidad (iii) requieren capacidades de diagnóstico y vigilancia especificas.
1. Fiebre Q (Coxiella Burnetti)
2. Brucellosis (especies de Brucella)
3. Enfermedades neurológicas
Alfa virus
Ø Encefalitis Equina Venezolana,
Ø Encefalitis Equina del Este,
Ø Encefalitis Equina del Oeste
4. Toxina ricino de Ricinus communis
5. Toxina epsilon de Clostridium perfringens
6. Enterotoxina B de Staphilococus
en esta categoría se incluyen patógenos transmitidos por agua y alimentos como: Escherichia coli H7:O157, Vibrio cholerae, Shigella dysenteriae, …
Categoría C
Incluye patógenos emergentes que, en el futuro, pueden ser desarrollados para su diseminación masiva por su (i) Disponibilidad (ii) posibilidad de Producción y diseminación, y (iii) potencial para una alta Morbilidad y Mortalidad.
1. Virus Nipah
2. Hanta virus
3. Fiebres hemorrágicas virales transmitidas por mosquitos
4. Encefalitis virales transmitidas por mosquitos
5. Tuberculosis multidrogo resistente
Se incluyen agentes, que van desde el rango de armas de guerra hasta los de uso industrial común, que cumplen los criterios de (i) Disponibilidad (ii) Alto potencial de Morbilidad y Letalidad (iii) causar disrupción social y pánico y (iv) requieren acciones especiales de preparación y respuesta de Salud Pública.
Armas de guerra:
1. Agentes nerviosos: Tabun, Sarin, Soman, GF y VX.
2. Agentes sanguíneos: Cianuro de hidrogeno
De uso industrial:
3. Metales pesados: Arsenico, Mercurio.
4. Toxinas volátiles: Benzeno, Cloroformo, Trihalometanos
De uso agrícola:
5. Pesticidas: Órgano fosforados
I. Las diferentes jurisdicciones e instancias deberán considerar la elaboración de planes de Fortalecimiento de la Vigilancia de la Salud, y planes de Preparación y Respuesta ante Catástrofes, estos deben contemplar los siguientes aspectos:
1. Organización
a. Definición de la responsabilidad de comando e instancias de conducción.
b. Establecimiento de las funciones, responsabilidades y tareas de las diferentes
instituciones participantes en el plan.
2. Ámbito
a. Definición de los escenarios de riesgo, delimitación de areas
geográficas, población, ámbitos de responsabilidad.
b. Red de servicios en los diferentes escenarios, estratificación según
capacidades y recursos disponibles
3. Componentes:
a. Fortalecimiento de los Sistemas de Vigilancia de la Salud y detección
de riesgos, daños y contingencias.
b. Articulación de la red de diagnóstico de laboratorio.
c. Organización e implementación de los Sistemas de Respuesta
Rápida.
d. Organización de los servicios para la atención y recuperación
de salud
e. Organización e implementación de los sistemas de referencia
y derivación.
f. Acciones de prevención y control
g. Comunicación masiva
II. Las diferentes jurisdicciones e instancias deberán considerar la
capacitación y/o entrenamiento de los trabajadores de salud pública
(técnicos y profesionales) en aspectos específicos relativos
al plan de contingencia, como: Investigación de brotes, Evaluación
de situaciones de riesgo asociadas a desastres, Atención en situaciones
de catastrofes, Toxicología, …
III. En lo que se refiere a la Vigilancia de la Salud se recomienda la notificacion inmediata al SINAVE, a través de:
1. Vigilancia de Síndromes:
Para el caso de enfermedades inusuales, graves o discapacitantes, cuyo diagnostico
etiológico no sea claro. Esta notificación permitirá
la identificación de casos, brotes y/o conglomerados.
2. Vigilancia de Muertes no explicables:
Para la identificación de cambios súbitos en los patrones de
enfermedad y de conglomerados de fallecimientos por causas no explicables.
En ambas situaciones deberá procederse a la investigación epidemiológica correspondiente.
Los aspectos relativos a la notificación sindrómica, así como los de la vigilancia de la mortalidad serán regulados por el SINAVE a través de alertas de seguimiento.
Los modernos equipos protectores químicos y biológicos han hecho posible una segura supervivencia en varios tipos de ambientes tóxicos. Esta protección, sin embargo, puede ser lograda al costo de una significativa reducción de la capacidad de función del personal (movimiento, p.ej.).
Hay considerables diferencias entre los requerimientos de protección para la respuesta ante un incidente civil y aquellos para personal militar, quienes puede requerir operar por largos periodos de tiempo en ambientes tóxicos, biológicos o químicos.
La clave para la utilización de equipamiento protector, ya sea para equipos de respuesta ante incidentes civiles o para fuerzas militares, es familiarizarse a través de un entrenamiento repetido en el uso del equipo. Si es necesario utilizar equipos para operaciones mas extensas, los siguientes factores deben ser cuidadosamente considerados:
Estrés por calor: cuando la ropa protectora Q/B es utilizada la evaporación del sudor desde las superficies del cuerpo es reducida, y consecuentemente el cuerpo pierde una significativa proporción de su natural capacidad para perder calor. El problema puede ser muy severo. Los supervisores del personal de los servicios de emergencia deben prestar estricta atención al control de estos problemas y a métodos de control tales como planificar ciclos de trabajo/descanso, o el uso de equipamientos refrigerantes especiales.
Un problema agregado asociado con el uso de respiradores (mascaras) es el esfuerzo requerido para respirar contra la resistencia de los filtros. Esto puede limitar severamente la capacidad de trabajo, y es un factor muy significativo agregado a la situación de estrés psicológico.
Estrés psicológico: además de lo mencionado, los individuos que usan ropas protectoras pueden sufrir gran tensión psicológica. El estrés resulta del temor por el ambiente contaminado, los efectos claustrofóbicos del equipamiento protector (especialmente las mascaras), la potencial dificultad para comunicarse con colegas, el disconfort general por las ropas incomodas y aparatosas, la percepción de creciente estrés fisiológico (estrés por el calor y la dificultad respiratoria), y la percepción de la reducción de las capacidades y el rendimiento de la actividad que pueden ser necesarias para sobrevivir. Puede resultar en un debilitamiento de la capacidad de tomar decisiones.
Dificultades ergonómicas: La naturaleza de las ropas protectoras crea muchos problemas ergonómicos que interfieren con el rendimiento en tareas simples. Gruesos guantes de goma crean problemas para realizar tareas que requieren del tacto fino (operar computadoras, realizar exámenes médicos, etc.).
Los lentes de las mascaras pueden ser incompatibles con equipamientos ópticos, y el personal medico puede sufrir extrema dificultad para cada procedimiento básico que deba realizar en el manejo de pacientes (RCP, manejo de las vías aéreas, etc.).
Efectos colaterales de la medicación: ciertas medicaciones que son de uso estándar en la defensa ante ataques Q/B pueden crear problemas por si mismas. La piridostigmina es comúnmente usada como droga pre-tratamiento ante el envenenamiento por gases neurotoxicos. Esta indicado su uso antes de la exposición, con el objeto de mejorar las chances de supervivencia si un ataque con gas nervioso se realiza. La piridostigmina puede, sin embargo, producir efectos colaterales por si misma, tales como diarrea, dolor intestinal y problemas visuales.
El elemento mas común del equipamiento medico utilizado en la defensa ante ataques químicos en el mundo entero es el auto inyector. Si bien existen varios tipos de contenidos, la medicación usualmente presente es la Atropina, el antídoto básico requerido después de la exposición a gases nerviosos.
Sin embrago, si la atropina es inyectada en ausencia de exposición a gas nervioso, puede tener significativos efectos colaterales tales como taquicardia, trastornos del ritmo cardiaco, boca seca, aumento de la transpiración (agravando el estrés por calor), y visión borrosa.
Los equipos civiles de respuesta ante incidentes pueden ser menos afectados por estos factores, ya que suelen ser desplegados por periodos mas cortos, y es mas posible contar con personal con periodos de descanso fuera del área contaminada, con menor perdida de la eficiencia en las tareas.
Un importante elemento de la preparación para cualquier autoridad ante la hipótesis química / biológica es la logística asociada con el uso de equipamientos protectores para el personal necesario. Algunos equipos, una vez retirado de envases sellados, o cuando han sido contaminados, no pueden ser reutilizados o descontaminados, y por lo tanto no se pueden reutilizar. Si grandes cantidades de personal requieren equipamientos protectores, esto puede ser extremadamente costoso.
Conclusión.
Varios de los problemas señalados asociados con el uso de equipamientos protectores por largo tiempo suelen ponerse de manifiesto en situaciones militares Ellos se hacen evidentes en condiciones en que recién se comienzan los preparativos en anticipación para un ataque. Algunas de sus consecuencias pueden ser, en si mismas, una considerables desventaja para la parte defensora, y pueden ser el objetivo por el cual la amenaza es introducida por el agresor. Sin embargo, el Estado que decida no establecer capacidades defensivas ante ataques Q/B puede resultar vulnerable en un numero masivo de victimas producidas por estas armas. Es interesante notar que no se ha iniciado un uso significativo de armas Q/B entre fuerzas contrarias que se hallen bien equipadas y entrenadas para las condiciones de guerra biológica o química.
Los preparativos referidos a la amenaza Q/B, o planes de contingencia y preparación ante incidentes Q/B deben considerar estos elementos y elaborar una estrategia que es justificada por la relevancia de la amenaza potencial.
La sobre-reacción a una amenaza Q/B puede ser un efecto buscado por el agresor.
Pasos estándar para manejo del riesgo (general). |
Acciones especificas ante un ataque |
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biológico |
químico |
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Identificar la amenaza |
Determinar que se ha producido un lanzamiento o un brote esta
apareciendo.
|
Usar técnicas rápidas de detección para determinar
y/o establecer inmediatas medidas de respuesta operacionales.
|
Evaluar las amenazas para determinar los riesgos iniciales (probabilidad y severidad) |
Evaluar la potencial difusión (extensión) del brote, y calcular actuales y posteriores necesidades para el manejo de los casos, teniendo en cuenta que la infección pueda, además, ser contagiosa. |
Evaluar la naturaleza y la magnitud del lanzamiento de químicos
detectado, y cuando afecta fuertemente la respuesta.
|
Introducir estrategias de reducción del riesgo. |
Implementar un programa de comunicación respecto de los
riesgos destinado a la población afectada, con información
e instrucciones que sean necesarias.
|
Implementar un programa de comunicación de riesgos a la
población afectada y la de los alrededores, contando con
la información e instrucciones que sean necesarias.
|
Cuantificar el riesgo residual, y establecer una decisión de riesgo aceptable. |
Decidir cuales son los recursos locales y nacionales adecuados, y cuales recursos internacionales pueden ser necesarios. |
Establecer los recursos locales y nacionales adecuados, y cuales recursos internacionales pueden ser necesarios. |
Monitorear el programa de manejo del riesgo, y repetir el proceso si es necesario. |
Implementar la vigilancia activa para monitorear la efectividad
de los procedimientos de prevención y control, y ajustar
la respuesta según sea necesario.
|
Monitoreo continuo del nivel de riesgo residual de amenaza en
el terreno, y ajustar las actividades de respuesta según
sea necesario. |
Planes de Preparación y Respuesta ante Catástrofes producidas por Agresiones con Agentes Biológicos y/o Químicos Escenarios de Contingencia
|
Escenario 1 |
Escenario 2 |
Liberación no percibida de agente biológicos o químicos |
Agresión Violenta, potencialmente asociada a agentes químicos |
|
Situación |
Predominantemente enfermedad transmisible de persona a persona, por aerosoles, o Enfermedad por tóxicos que contaminan agua y/o alimentos. |
Predominantemente traumatismos e injurias, con afectación aguda grave de vías respiratorias y/o sistema neurológico. |
Población en riesgo |
Areas de gran afluencia y movimiento (Ej. grandes medios de transporte, centros de esparcimiento y centros comerciales) situadas en ciudades grandes e intermedias. |
Grandes conglomerados urbanos, especialmente en centros de administración social y económica, así como centros productivos. |
Evaluación epidemiológica |
Énfasis en la estimación de la dispersión, magnitud y gravedad de la agresión, así como de las necesidades de atención sanitaria. |
Énfasis en la estimación de la magnitud de la agresión y las necesidades de socorro y soporte inmediato. |
Detección y Vigilancia de la Salud |
Fortalecer la sensibilidad y capacidades del Sistema de Vigilancia para
la:
|
Fundamentalmente la Vigilancia con posterioridad a la agresión, para establecer la dispersión y focalizar los riesgos. |
Diagnóstico etiológico |
Requiere la articulación de clínicos y epidemiólogos
para:
|
Requiere evaluación clínica – epidemiológica para:
|
Sistemas de Respuesta Rápida |
Fundamentalmente la investigación de casos y situaciones y derivación a los Servicios de Salud locales o referenciales, de acuerdo a las necesidades de complejidad de atención. La activación de planes de mayor escala dependen de la evaluación y caracterización del riesgo epidemiológico. |
Requiere planes prefijados de Respuesta e intervención Rápida
que incluyan:
|
Insumos y medicamentos para la atención |
La indicación del tratamiento será de responsabilidad
de los expertos clínicos en coordinación con los epidemiólogos.
|
Fundamentalmente atención de soporte general de las funciones
cardiacas y respiratorias, mientras se inicia tratamiento específico.
Pueden ser requeridos antídotos químicos de acuerdo a la
sustancia implicada.
|
Sistemas de Referencia |
Dependiendo de las magnitud de la situación, capacidades diagnosticas
y de monitoreo de los servicios, y complejidad necesaria para la atención
de los casos.
|
Requiere planes, niveles de coordinación y flujos establecidos:
|
Prevención y Control |
Contemplar medidas de aislamiento o restricciones, según etiología
de los casos, a fin de evitar propagación de la enfermedad.
|
Pueden ser requeridos:
|
Comunicaciones masivas |
Establecer un plan de emergencia que asegure la rápida diseminación,
a la opinión pública, de :
|
Énfasis en comunicaciones por medios masivos para:
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Responsabilidad |
La Autoridad de Salud jurisdiccional, con estrecho soporte de la Autoridad
de Salud de la Nación.
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La Autoridad jurisdiccional de respuesta con estrecho soporte de la Autoridades de Salud jurisdiccional y de la Nación |