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Plantas tóxicas en ambientes urbanos

16 December, 2011

Juan Carlos Piola (1) y Ana Digón (2)

(1) Jefe de Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños de Rosario (SERTOX) (Ver)

(2) A cargo del Programa Nacional de Riesgos Químicos. Departamento de Salud Ambiental. Ministerio de Salud de la Nación  (Ver)

Plantas tóxicas en ambientes urbanos
Frutos, hojas y semillas de chamico
(Sertox)
Introducción
Cientos de millones de años de co-evolución de plantas y de animales que comen plantas ha llevado a la ‘guerra química’ entre los dos grupos1: por su lado, para evitar ser comidas, la mayoría de las plantas posee múltiples líneas de defensa que incluyen métodos físicos – pelos y espinas – y métodos químicos para atacar potencialmente a los sistemas nervioso, reproductivo o aparato digestivo y disuadir a los herbívoros2;  por la suya estos últimos evolucionaron con nuevos mecanismos de desintoxicación, como el citocromo P-450 (enzimas de fase I) ; enzimas de conjugación (enzimas de fase II) para biotransformar las sustancias tóxicas en productos menos tóxicos y enzimas de fase III (a múltiples transportistas) para bombear los productos químicos fuera de las células de modo que los efectos tóxicos sean evitados3.  Los seres humanos, en tanto omnívoros, incluimos en nuestra dieta vegetales. Suponemos que el proceso de diferenciar cicuta de perejil debe haber sido un complicado proceso evolutivo, inicialmente basado en el método de la prueba y el error; así, imaginamos que la prehistoria de la humanidad debe abundar en anónimas bajas que dejaron su vida en este aprendizaje sobre qué es comestible y qué es tóxico.

Exagerando podemos decir que vegetal que no es comestible, vegetal que es (potencialmente) tóxico y que la tarea es, entonces,  identificar el grado de esa toxicidad. Se entiende, así, que muchas de las plantas ornamentales sean tóxicas y que algunas de ellas puedan tener incluso una toxicidad elevada. Esos venenos forman parte de su arsenal defensivo y no es su objetivo dañar a los seres humanos, específicamente. Quizás más que una clasificación en comestibles y tóxicas nos resulte útil la propuesta por el Sistema para el Control de Envenenamientos de California, que divide las plantas en Dañinas (venenosas) e Inofensivas (no venenosas) con la salvedad de que muchas de estas últimas no resultan comestibles (Ver información completa en inglés).

La interpretación de los datos sobre las intoxicaciones con plantas en los seres humanos es complicada por una serie de factores, principalmente relacionados con la dosimetría. Mientras que algunas sustancias tóxicas están presentes de manera uniforme, otras se producen sólo en algunos ejemplares de una familia botánica o en alguna parte específica del soma o solamente en el curso de ciertas etapas de la vida vegetal; algunas son inducidas por el intento de los herbívoros de alimentarse con ellas. Otras complicaciones surgen a causa de los diferentes ecotipos4 de plantas, entre los que la concentración de determinado compuesto tóxico varía, aun tratándose de la misma especie. Por otro lado, las respuestas a las toxinas también pueden estar influidas por la variación genética humana en la capacidad para detoxificar muchos de estos compuestos.  

En términos de percepción de riesgo, las personas y comunidades responden a los peligros de modo no proporcional al riesgo que estos representan en las condiciones locales de exposición. En el caso de las plantas tóxicas, las respuestas pueden manifestarse desde una alerta precautoria ante la condición de tóxica de alguna planta ornamental (un potus, una difenbachia, por su contenido en ácido oxálico) a una sensación de alarma comunitaria que exige la prohibición de determinado género vegetal en lugares públicos. La racionalidad, pertinencia y practicidad de estos reclamos, son motivo de polémica. Como esto último está convirtiéndose en un clásico del periodismo mundial – no siempre sostenido por evidencia científica – nos pareció útil tratar este tema: puede ser un aporte a la cuota de información necesaria para construir una opinión, entendiendo que la cantidad y calidad de información disminuye la brecha que existe entre la percepción y el conocimiento.

Existen más de 700 especies vegetales reconocidas como tóxicas o potencialmente tóxicas en el mundo y de ellas  las que son frecuentemente utilizadas como ornamentales alcanzan a 468 especies. Desde su misma definición, las plantas venenosas son peligrosas (toxicidad es igual a peligro5 químico) pero no necesariamente dan lugar a situaciones de riesgo para las personas, entendido riesgo como un concepto matemático a través del cual puede cuantificarse la probabilidad de sufrir un daño. En el lenguaje coloquial ambos conceptos (peligro / riesgo)  se suelen utilizar como sinónimos y sobre esa confusión se han construido muchos de los equívocos sobre las plantas en ambientes urbanos. En las calles, las carreteras, plazas y parques, edificios públicos, la existencia de plantas tóxicas determina un peligro para las personas. El riesgo de intoxicarse con ellas, en cambio, no depende de la mera presencia de las plantas sino de las formas que asuma la exposición de las personas a aquellas partes de la planta que concentran la toxina. Definimos exposición como la interfase entre los límites del tóxico y los del organismo que queda en contacto con él; en esta interfase se desarrollan procesos en los que intervienen tanto factores vinculados al peligro (toxicidad, características fisicoquímicas), como al ambiente (vías de transferencia ambiental, temperatura, humedad, iluminación, vientos, etc.) y a los organismos expuestos (vías y mecanismos de absorción, aspectos de susceptibilidad, vulnerabilidad, comportamiento de poblaciones, memoria inmunológica, sensibilidad dérmica, etc.)7.

Las plantas pueden resultar dañinas por contacto cutáneo (ruda) o mucoso (frutos de plátanos, esporas y otros sobre la mucosa conjuntival); por inhalación, aportando cuadros irritativos y broncoespasmos, en especial en personas susceptibles y en determinadas épocas del año (alergenos); o por ingestión. Así, para una misma planta (un mismo peligro), diferentes exposiciones, en diferentes momentos del año, con diferentes climas, darán diferentes resultados para distintas personas: esto es, diferentes perfiles de riesgo.

Como mencionamos, está resultando un clásico mediático alertar por plantas tóxicas en las ciudades; como ejemplo la reciente noticia relacionada con el  Nerium oleander del Parque García Sanabria, de Tenerife (ver), cuya mera existencia constituye, claro, un peligro, por su elevada toxicidad. Pero ¿cuál es la probabilidad que los niños se expongan a cantidades suficientes para desarrollar un cuadro tóxico? Conocer esto es mejorar la respuesta preventiva.

Otros ejemplos recientemente ocurridos

Otros ejemplos recientemente ocurridos
Floripondio en San Pedro (Buenos Aires)
(Sertox)
Floripondio: prohibido en Punta Alta
Durante el año 2010 asistimos a una descripción periodística puntillosa de los efectos que produce el floripondio y creemos que, desde la óptica de adolescentes dispuestos a conductas de riesgos, a partir de esta descripción se los podría interpretar como no necesariamente desagradables; incluso interesante. No es casual que las informaciones periodísticas en la zona de Bahía Blanca hayan coincidido con un incremento en la frecuencia de su uso.
La primera noticia correspondió al caso de un joven intoxicado grave en Tornquist y fue seguida por otra sobre cuatro jóvenes hospitalizados en Coronel Pringles con idéntico diagnóstico (ver). A raíz de estos hechos el bloque de concejales del GEN de Punta Alta presentó un proyecto de ordenanza que prohíbe la forestación y comercialización de plantas de floripondio (ver). En su momento desarrollamos este tema a través de una pregunta: ¿hay adictos al floripondio? (ver). Nuestro aporte al tema desde Sertox resultó estadísticamente contundente: no tenemos registro de adictos al floripondio en más de 30 años. Todos los casos registrados son de jóvenes experimentando con esa planta, que refieren la experiencia como desagradable y disuasiva; no hay segundas vueltas. No conocemos casos en que se repita su uso y menos aún que generen conductas adictivas como sí sucede, por ejemplo, con los inhalantes y las drogas de abuso como la cocaína. Por supuesto, que la toxicidad del floripondio en infusión puede desencadenar cuadros graves,  eventualmente letales. Sin embargo, por tratarse de una planta tan ubicua, nativa y tan frecuente en Sudamérica (y ampliamente distribuida en Argentina) resulta difícil pensar en la pragmaticidad de una restricción local como útil para resolver el imaginado problema de la adicción juvenil. El artículo no aporta datos sobre el rol que la planta cumple en el ecosistema natural que la contiene, las formas en que la medida se fiscalizaría, los planes de reforestación, la lista de reemplazos presentados, ni otros datos que podrían ser útiles para completar el panorama de situación.

Entre las muchas otras plantas que podrían utilizarse como alternativas de experimentación, sin ir más lejos, está el chamico. ¿Se intentará prohibir el chamico?. La respuesta nos vino desde España7: la cruzada exterminadora iniciada en Getafe resulta más un gesto político que un factor de prevención. La información, la pedagogía y el mejoramiento de las condiciones de vida son las únicas armas para la prevención de las adicciones y la legalización de las drogas el único camino racional para disminuir la carga de morbimortalidad asociada. Citando al Prof. Carlos Damin “La dimensión de este problema exige conductas y acciones más creativas: la difusión científica y seria, la prevención a nivel comunitario, el compromiso frente al paciente y su entorno, el estímulo de formas de desenvolvimiento social más sanas y menos peligrosas, etc. Es prioritario trabajar sobre la promoción de la salud destacando la importancia y los beneficios de una vida con hábitos más sanos en todos los niveles sociales y grupos etarios”8. Nos parece esclarecedor también el artículo de Olga Merino9  del que extrajimos este párrafo: “Como de costumbre, se ataca el síntoma y no la causa. En lugar de la botánica, debería preocuparnos qué empuja a un chaval a encerrarse en un monasterio abandonado para ponerse ciego hasta que le castañeteen las mandíbulas y hacer del consumo de drogas un hábito de ocio.”

Tanto el caso del floripondio en Argentina como el del chamico en España, responden a plantas no cultivadas por el hombre y a las que, circunstancialmente, un grupo muy minoritario de jóvenes se expone voluntariamente, pudiendo sufrir, por ello, cuadros agudos de intoxicación. El caso es diferente cuando el hombre introduce y difunde especies ornamentales no autóctonas, sin valorar previamente sus peligros, como sucedió con el Rhus typhina en la ciudad de Rosario.

Dermatitis por Rhus: una epidemia que avanza en nuestra región

El Rhus t. es un árbol de bajo porte originario del este de América del norte, también llamado Zumaque de Virginia, que se caracteriza por tener hojas caducas de importante tamaño compuestas por pares de folículos lanceolados de hasta 10 cm de largo que presentan vistosas coloraciones durante el otoño y frutos rojos brillantes producidos por las plantas hembras. En el año 2006 advertíamos sobre la dermatitis por Rhus10 ; decíamos entonces que los procesos patológicos cutáneos inducidos por contacto con plantas son mencionados frecuentemente en la literatura especializada, pero son un motivo de consulta infrecuente en SERTOX. Debido a la gravedad potencial de los cuadros desencadenados por estas plantas en países como Alemania, se las ha confinado a sitios especiales, como los jardines botánicos, tratando de limitar la exposición de la población general. Por el contrario, en Rosario, como parte del programa de forestación,  se han arbolado varias arterias con especies de este género.

En Estados Unidos cada año, miles de personas sufren dolorosas inflamaciones de la piel por el contacto con la ‘hiedra venenosa’ (Rhus radicans), planta que es originaria y muy extendida en ese país. En Argentina, no teníamos ese problema porque no teníamos plantas de Rhus; en el año 2001 empezamos a recibir casos de dermatitis por contacto con esta planta, que rápidamente se comenzaron a multiplicar. Conocimos entonces los efectos derivados de la importación y propagación de esta especie foránea; nos enteramos de que en la ciudad de Rosario había 200 ejemplares de Rhus typhina plantados en 199611 y también que la práctica de su siembra se había extendido a otras ciudades y pueblos de la región; observamos que se habían afectado ocupacionalmente personas encargadas de la poda y escamonda de estos ejemplares y también registramos que, desde ese momento, no han hecho más que incrementarse los casos atribuidos a este arbusto en nuestra zona, sobre los que se han publicado otros artículos12.  Se recibieron consultas desde Totoras (Santa Fé) porque se habían incorporado al arbolado público algunos ejemplares y ya había algunos niños con cuadros de dermatitis; lo mismo sucedió en Monte Maíz (Córdoba), en donde varios niños, jugando a la "guerra" con sus frutos, sufrieron cuadros cutáneos severos. La respuesta de las autoridades de esta última localidad puede resultar drástica pero sin duda fue efectiva: decidieron la tala y quema de los 100 ejemplares que habían sido recientemente plantados. Capital Federal, Belleville (Córdoba), Colón (Provincia de Buenos Aires), Mercedes (Provincia de Buenos Aires) se agregan al mapa de riesgos asociados a la presencia del Rhus en ámbitos urbanos. Imaginamos también que el subregistro de casos debe ser importante.

Una  diferencia no menor entre la toxicidad del Rhus y la de otras plantas ornamentales, es que la mayoría de las plantas que resultan tóxicas lo son por ingestión (vía de entrada poco probable excepto en niños pequeños o mascotas) y no por contacto cutáneo simple, como es el caso del Rhus.  Otra diferencia es que la latencia entre el contacto y la aparición de la dermatitis está retardada entre 24-48 horas y una semana, por lo que no se puede relacionar fácilmente la exposición al árbol con la aparición del cuadro clínico, el cual puede manifestarse aun por contacto indirecto, a través de objetos contaminados.
Esta planta no es solo ejemplar elegido para arbolado público, sino objeto de venta en los viveros, dadas sus características ornamentales que la vuelven interesante para parques y jardines domésticos. Ni una norma establecida obliga a la difusión de información precautoria con cada venta, ni el sentido común / idoneidad de los comerciantes lo hace de hecho. Nuestra reflexión pasa, entonces, por la dificultad que implica la comunicación boca a boca como único mecanismo para evitar que continúen los problemas de salud asociados, en ausencia tanto de información suficiente como de representación en la agenda política de los tomadores de decisión. Esto nos motivó a solicitar a los viveros de plantas ornamentales una conducta proactiva en términos de prevención: acompañar la venta de estos ejemplares con una breve advertencia (similar a los consejos sobre riesgo o cuidados que suelen acompañar las ventas de orquídeas u otras especies) relacionada con los efectos adversos que pueden surgir por el contacto con estas plantas, las maneras de evitarlos y las ventajas de una consulta precoz una vez aparecidos los primeros síntomas. En ausencia de beneficios claros y de instancias normativas, la suspensión voluntaria de la comercialización de esta especie importada, sería la mejor decisión.
No nos alegra haber anticipado la epidemia hoy en curso. Los datos estadísticos del Sertox confirman al Rhus como la principal especie involucrada en intoxicaciones con plantas atendidas entre 1998 y setiembre  201113. Su persistencia en la región podría convertir la epidemia en endemia, si no se toman medidas al respecto.

Otras plantas con problemas: los Plátanos

Otras plantas con problemas: los Plátanos
Pelusas de plátano en una calle de Rosario
(Sertox)
Los Plátanos, emparentados con los Eucaliptus y los Arrayanes, son arboles de gran porte y de hojas caducas: generosos en invierno y en verano. Como los personajes de El Eternauta ante la lluvia radiactiva, los rosarinos sufren por estos días la invasión de pelusas que se desprenden en forma de lluvia de las bellotas de estos árboles y que, por factores climáticos, se dió este año de forma concentrada: desde la molestia en los ojos y vías respiratorias, hasta los peinados atravesados por la suerte de polvillo, que después de ser sacudido desde los árboles, termina acumulándose en las calles y veredas y es levantado y recirculado por el viento. Pese a un proyecto que aboga por la poda estacional de esos ejemplares, desde la dirección de Parques y Paseos minimizaron el impacto en la salud y negaron que la presencia de esa especie en la ciudad sea excesiva14.

En resumen:

En resumen:
Nicotiana glauca
(Sertox)
Sabemos que existen más de 700 especies vegetales reconocidas como potencialmente tóxicas en el mundo y de ellas alcanzan a 468 las especies que son utilizadas como ornamentales. Muchas son nativas y existen naturalmente en los ambientes rurales y urbanos habitados por el hombre. Otras han sido incorporadas sin ningún tipo de evaluación sobre los resultados a los que una ecuación beneficios/riesgos (que tenga en cuenta aspectos sanitarios, ambientales y económicos) daría lugar.

Eliminar los ejemplares de plátanos de nuestras ciudades no suena racional, pero seguir forestando con ellos tampoco, como tampoco resulta inteligente la difusión regional de una especie importada y problemática como el Rhus, especialmente sin ninguna advertencia sobre sus efectos en la salud.

Algunas especies como el floripondio y el chamico se suman a los ampliamente extendidos palan palan (Nicotiana glauca), ricinos (Ricinus communis), paraísos (melia azederach), nerium oleander, amancay (thevetia peruviana), etc. que ocasionalmente han sido causa de consultas por intoxicaciones accidentales y deben ser objeto de atención desde los decisores sobre la seleccion y control del arbolado urbano. Los casos de entornos muy particulares (jardines de infantes, escuelas, donde existe un interesante trabajo de prevención realizado en Bahía Blanca15) merecen una consideración especial en relación con la oferta de árboles y plantas disponibles.

Las plantas son las grandes productoras de Oxígeno, descontaminantes naturales para ambientes poluídos, aliadas en el mantenimiento del clima y constructoras de ambientes saludables incluidos los recursos escénicos que la categoría implica. Sin embargo, su interacción con las poblaciones, en especial en ambientes urbanos, no resulta necesariamente inocua. Un llamado de atención sobre dicha interacción, puede prevenir problemas derivados de insuficiente conocimiento. Esta monografía, apenas una aproximación al tema, quiere, justamente, aportar en ese sentido.

Referencias/aclaraciones a pie de página

  1.  – Futuyma, D.J., Slatkin, M., 1983. Coevolution. Sinauer Associates, Sunderland,Massachusetts0-87893-228-3.
     – Freeman, J.L., Lindblom, S.D., Quinn, C.F., Fakra, S., Marcus, M.A., Pilon-Smits, E.A.H.,2007. Selenium accumulation protects plants from herbivory by Orthoptera via toxicity and deterrence. New Phytol. 175, 490–500.
  2.   Fernandes, G.W., 1994. Plant mechanical defenses against insect herbivory. Rev. Bras.Entomol. 38 (2), 421–433.
  3.   Gram, T.E., 1994. Metabolism of drugs, In: Craig, C.R., Stitzel, R.E. (Eds.), Modern Pharmacology, 4th ed. Little, Brown, Boston, pp. 33–46.
  4.   Subpoblación  genéticamente diferenciada que está restringida a un hábitat específico, un ambiente particular o un  ecosistema definido.
  5. Peligro: Capacidad de un compuesto químico para provocar un daño. Depende de factores que son inherentes a dicho químico sin tener en cuenta a  los potenciales objetos  del daño que estén expuestos a el.
  6. Glosario de terminos comunes a Toxicologia y Ambiente. http://goo.gl/Pyq9H
  7. Informan sobre el chamico en España ; – Retiran 637 plantas de estramonio en el pueblo navarro de Liédena (Crecían de manera silvestre y sin ningún tipo de cuidado en un campo de maíz); -En publico.es: Los expertos creen que la ingestión de estramonio es "puntual". Atribuyen al "efecto imitación" el nuevo caso de un joven intoxicado por la planta en Badajoz; En lavanguardia.com: "El estramonio es una droga peligrosa, pero insuficiente para matar a una persona". El doctor Santiago Nogué, Jefe de Toxicología del Clínica de Barcelona, afirma que las muertes de Getafe no se pueden explicar únicamente por la ingestión de esta sustancia;- En diariodeleon.es: Los expertos creen inútil arrancar la planta para luchar contra el estramonio. -“Estupideces parecidas allende los mares: chamico y floripondio un sólo corazón”.
  8.  “Consumo de sustancias psicoactivas – Plantas alucinógenas”:
  9.  elperiodicoextremadura.com: "La cruzada contra la planta de estramonio"
  10. "Dermatitis por Rhus: una epidemia que avanza en nuestra región"
  11. (Ver video)
  12. Dermatitis de contacto por plantas. A propósito de dos casos por Rhus sucedánea. Julieta Ruiz Beguerie, Raúl Valdez. Volumen XI Nº 2 2005 Dermatología Argentina Pág.98-104
  13. Datos estadísticos del SERTOX
Se analizan 164 consultas por IP, atendidas en el Sertox desde enero de 1998 a setiembre  de 2011. Los resultados obtenidos conforman el siguiente perfil:
Sexo: 62% masculino y 38% femenino
Edad: 77.7% son menores de 9 años, de los cuales el 64% tiene entre 1 y 4 años: 8.8% tienen entre 10 y 19 años y el resto más de 20 años (13,5%).
Motivación: 11 consultas corresponden a plantas de uso medicinal (2 quasia amara, 2 alcanfor, y un caso de aloe, anís estrellado, gingko bilova, poleo, te de burro, té de manzanilla, y de zen y cáscara sagrada); 5 a adicción (2 floripondio;  2 chamico, 1 mezcalina),  y el resto son no intenciones
Vía: 74,12% oral; percutánea 22.1% y 2,9 % mucosa.
Tipo de Planta: en 27 casos no pudo identificarse. Del resto (137),  el primer tipo lo constituye el Rhus  (38), seguido por la familia de las aráceas (35) entre las que se destacan la difenbachia (Diffenbachia spp) y el potus (Scindapsus aurus). El tercer  tipo es paraíso (20) (Melia azedarach). En 18 de los casos estuvo involucrado el fruto de la planta y en dos las hojas. Hubo 4 frutitos de ligustro, 3 de  
Cuadro clínico: el 37.1 cursaron sin síntomas y el resto cursaron con síntomas (49.4%) y con síntomas moderados (13,5%). Los síntomas predominantes fueron gastrointestinales 63%, neurológicos 15%, y dermatológicos 12.3%.

El período analizado se superpone alguno años (1998/2002) con el realizado previamente 1990/2002 por lo que no se realizan comparaciones. Sin embargo resulta destacable que el Rhus se convirtió en la consulta más frecuente por plantas desplazando a las aráceas y al Paraíso a segundo y tercer lugar respectivamente.

          14.  Leer más en: La lluvia de pelusitas del plátano en Rosario nunca se acaba, las discusiones sobre el tema tampoco
          15. Desde Bahia Blanca a todo el pais: prevención de intoxicaciones con especies vegetales ornamentales

Otras referencias fueron tomadas de: Dan D. Petersen. Common plant toxicology: A comparison of national and Southwest Ohio data trends on plant poisonings in the 21st century. Toxicology and Applied Pharmacology 254 (2011) 148–153

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