Científicas desarrollaron aplicación para distinguir hongos comestibles en la Patagonia. Por Valeria Román.
rionegro.com.ar. 01/11/2020. Son investigadoras del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), en Esquel, provincia de Chubut. Buscan que la innovación se comparta para promover el “micoturismo” como actividad del desarrollo sustentable.
Las científicas de Esquel llevan muchos años investigando las características de los hongos silvestres comestibles. Han hecho manuales y aconsejan cómo hacer senderos para el micoturismo
Algunos hongos silvestres viven y fructifican sobre vegetales, humus o maderas que ya están en descomposición o muertos. Otros se alimentan de organismos vivos: los degradan pero nunca los matan. También están los hongos simbióticos, que tejen relaciones de mutua conveniencia con raíces de algunas plantas. Algunos son tóxicos para la salud humana. Otros, en cambio, son comestibles, y saber distinguirlos es clave para no pasar un mal momento.
Ahora se puede usar la primera aplicación para celulares que sirve para identificar hongos comestibles de la Patagonia. Fue desarrollada por científicas del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), en Esquel, provincia de Chubut. Facilita la identificación de las 32 especies de hongos comestibles que habitan en la Patagonia Andina.
La aplicación se llama “Patagonia Fungi, Senderos y Sabores” y se descarga gratis. “Después de hacer manuales y charlas por varios años, quisimos compartir datos y consejos basados en la evidencia científica a través de la aplicación. Es importante que la gente pueda identificar a los hongos de manera adecuada. Por eso, se incluyen fotos, descripciones de las especies, y criterios y recomendaciones para una cosecha sustentable”, contó a RIO NEGRO la bióloga del Conicet Carolina Barroetaveña.
Los hongos son necesarios para que las plantas del bosque puedan vivir. Por lo cual, el grupo de investigadoras también quieren favorecer la conservación de los ecosistemas. “Los hongos pueden ser también un recurso económico para el autoconsumo o para el desarrollo del llamado micoturismo, que en países de Europa está muy desarrollado. Hay turistas que visitan lugares especialmente para hacer los recorridos en busca de hongos comestibles. Es una forma también de valorar la naturaleza”, contó Barroetaveña. Además del turismo que observa, identifica y recolecta hongos, se quiere impulsar en Patagonia la micogastronomía, que es la gastronomía gourmet a partir de hongos comestibles.
“Esta aplicación promueve la conservación activa de los bosques. Porque hoy se debe salir del esquema de que el bosque solo se conserva al no tocar nada. Por el contrario, el micoturismo puede contribuir al desarrollo sustentable de la región, especialmente en primavera y otoño, que son las estaciones en las que los hongos generalmente fructifican”, señaló.
El acceso a la aplicación Patagonia Fungi App en Google Store se encuentra en: https://play.google.com/store/apps/details?id=io.kodular.fungiapp.fungiapp.
¿Y no hay riesgo de que reduzcan las poblaciones de hongos nativos al promover la recolección? “Depende de cómo se realice el micoturismo. Lo que se come es la fruta. El cuerpo del hongo queda en el sustrato donde se encuentra. Es como si se sacara la fruta de un manzano. Lo importante es que la recolección de hongos comestibles se haga de manera cuidadosa sin romper el suelo. Por eso, en la aplicación se explica cómo hacer una cosecha sustentable”, contestó la doctora en biología por la Universidad Nacional del Comahue.
Además del desarrollo de la primera aplicación, las investigadoras del CIEFAP han participado en proyectos que establecen senderos para favorecer el micoturismo en la Patagonia.
“Es mejor marcar sendas para ayudar a los que quieran hacer micoturismo y a la vez no se alteren los ambientes naturales”, comentó la científica.
Ya se han delimitado senderos de micoturismo en la comunidad de El Manso, en el sudoeste de la provincia de Río Negro, y en el Cerro López en Bariloche.Las investigadoras también recomiendan que los administradores de grandes superficies o de alojamientos en bosques de Patagonia se sumen a la movida para armar senderos de micoturismo que pueden incluir la degustación de hongos al final de los recorridos con turistas.
La nueva aplicación para saber si se trata de un hongo comestible. Se llama Patagonia Fungi.
En el desarrollo de la aplicación para celulares, también participaron María Belén Pildain, investigadora del Conicet, y la becaria doctoral Sofía López. Contaron con apoyo del Consejo Federal de CyT, el Conicet, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, y las provincias de Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. “La aplicación es un trabajo valioso para turistas y para residentes que recorren y toman los frutos que se presentan”, opinó María Belén Buglione, investigadora en ecología y hongos de la Universidad Nacional de Río Negro y no integra el equipo del CIEFAP al ser consultada por RIO NEGRO. Es un desarrollo científico-tecnológico que facilita el conocimiento para la comunidad. El conocimiento genera libertad, y en este caso permite que cada persona que se encuentra con hongos pueda decidir cosechar en forma segura”.