Según consignó Tiempo Argentino, después de décadas de avance sostenido hasta convertirse en plaga, la población de piojos no desciende. Entre el 30 y 50% de los chicos de 5 a 13 años los padecen, y cada vez son más resistentes a los pediculicidas clásicos. Las nenas presentan mayores niveles de infestación: aproximadamente el 12% de ellas y el 11,5% de los varones tienen más de diez piojos en la cabeza. Así lo comprobó un equipo de investigadores del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (CIPEIN-CONICET), creado en 1995, y que recorre todos los años escuelas primarias del Gran Buenos Aires y Capital Federal recolectando piojos vivos de los niños de 1º a 7º grado, analizados luego en el laboratorio. Hay establecimientos que llegaron a reportar un 70% de prevalencia.