Algunos ingredientes “inactivos” de los medicamentos pueden no ser inertes.
eurekalert.org. 23/07/2020. Los ingredientes inactivos que constituyen un componente principal de las formulaciones de medicamentos pueden no ser tan inactivos como se pensaba anteriormente, según informan los investigadores.
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De acuerdo con un nuevo estudio, algunos excipientes generalmente considerados inertes -aditivos farmacológicos entre los que se incluyen agentes colorantes, conservantes y rellenos- pueden realizar actividades sobre objetivos moleculares relevantes desde el punto de vista médico, afectando a la función de enzimas, receptores y otras proteínas de manera no intencionada y tal vez dañina.
Si bien la mayoría de los excipientes son genuinamente inactivos, los resultados identifican aquellos que merecen mayor consideración y revisión. En términos de masa, la mayoría de los medicamentos tienen un contenido mucho mayor de excipientes que de productos farmacéuticos activos.
Si bien se clasifican como “ingredientes inactivos”, los excipientes desempeñan un papel clave en la farmacocinética de un fármaco, mejorando su capacidad de entrega y su estabilidad general en una amplia gama de aplicaciones.
Con frecuencia, la seguridad y el estado inerte de la mayoría de los excipientes se evalúan en estudios de tolerabilidad animal, en los que se evalúa su toxicidad general.
Sin embargo, el potencial de interacción del excipiente con objetivos moleculares ha carecido de una investigación sistemática. Utilizando una evaluación computacional a gran escala y pruebas experimentales dirigidas, Joshua Pottel y sus colegas identificaron 134 actividades previamente desconocidas para 38 excipientes aprobados, lo que demuestra que los ingredientes “inactivos” ubicuos en numerosos medicamentos presentan actividad directa ante moléculas biológicamente relevantes in vitro.
Entre estos, Pottel et al. descubrieron que varios excipientes presentan evidencia predictiva de toxicidad a escala de tejido en modelos celulares. Si bien se sospecha que la mayoría no alcanzan niveles de exposición peligrosos, los resultados sugieren que dos de ellos -timerosal y cetilpiridinio- son susceptibles de alcanzar concentraciones in vivo que se superponen a su actividad de unión in vitro al receptor de dopamina D3.
Los resultados indican que, si bien muchos excipientes no alcanzan la circulación general in vivo, algunos sí lo hacen y pueden presentar su propia farmacología no planeada.