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Mitos y verdades del asbesto

28 March, 2007

Dr. Eduardo Rodríguez (*)

(*)Eduardo Rodríguez Médico del Trabajo Jefe del Programa de Salud del Trabajador Coordinador del Grupo de Trabajo Asbesto Ministerio de Salud y Ambiente de laNación. República Argentina Diciembre 2005
Mitos y verdades del asbesto
Dr. Eduardo Rodriguez
(AD)
Durante los cinco años de gestión previa a la prohibición en Argentina los defensores del asbesto plantearon una serie de argumentos a favor de la continuidad de la explotación y manufactura del mineral. La reiteración permanente de dichos argumentos, el hecho de que la industria del asbesto los repita con idénticas palabras en foros nacionales e internacionales, y especialmente el escaso o nulo valor científico de los mismos ha llevado a varios investigadores a catalogarlos como “mitos”. Los mitos del asbesto.
A continuación abordaremos algunos de estos mitos acompañados de sus verdades.

1. La crocidolita y los demás anfiboles son cancerígenos pero el crisotilo no

1. La crocidolita y los demás anfiboles son cancerígenos pero el crisotilo no
Crocidolita

Este concepto tiene su fundamento en el simple hecho de que el 95 % o más del asbesto que se produce en la actualidad es crisotilo. Los grandes productores mundiales: Rusia, Canadá, Brasil, China, Zimbabwe comercializan asbesto crisotilo.
En tanto, la explotación de anfiboles, tremolita, actinolita y especialmente crocidolita y amosita, ha sido abandonada. Nadie pone en duda que los anfiboles son cancerígenos. Por ende, a los fines de la industria, desvincularlos del crisotilo resulta fundamental ya que para ellos el crisotilo no lo es.
Pero, es cancerígeno el crisotilo? Dejemos que contesten las organizaciones internacionales:
– La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud considera al amianto, en todas sus variedades comerciales, anfiboles y serpentinas, como una sustancia comprobadamente cancerígena ubicándolo, por lo tanto, en el Listado 1a (suficiente evidencia de carcinogenicidad para el ser humano.)
– El Reporte de Cancerígenos (RoC) del Departamento de Salud Pública de los Estados Unidos lista al asbesto como un cancerígeno conocido para los humanos desde su primer reporte anual en 1980 y expresa en su último
RoC: Existe suficiente evidencia de carcinogenicidad para todas las formas comerciales del asbesto, incluido el crisotilo.
– La Unión Europea (UE) que había prohibido los anfiboles en 1991 decide con la Directiva 76/769/EEC prohibir el asbesto crisotilo a partir del 1 de enero de 2005 basado en la confirmación de que todas las formas de asbesto son probadamente carcinógenas.
– La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de su publicación de 1998 Environmental Health Criteria 203 Chrysotile Asbestos dice:”la exposición al asbesto crisotilo puede incrementar el riesgo de asbestosis, cáncer de pulmón y Mesotelioma”
– La Organización Internacional de Comercio (WTO), entidad mundial que decide sobre las denuncias que plantean uno o varios países cuando creen ver perjudicado su comercio exterior por causa de una medida tomada por otro integrante de la Organización, debió hacer uso de esta función laudatoria cuando el gobierno de Canadá denunció a Francia, alegando que la prohibición del asbesto, por parte del país galo, perjudicaba los intereses comerciales de su país. El 12 de Marzo de 2001 el veredicto de la WTO valida “el derecho de los estados miembros de prohibir la importación y uso de bienes conteniendo sustancias carcinogénicas como el crisotilo”. El cuerpo de apelaciones del organismo dijo basarse en que el crisotilo ”es un carcinógeno establecido, no existe para él un umbral seguro de exposición y su uso controlado no es una alternativa efectiva a la prohibición nacional…” ”…Los legítimos problemas de salud pueden ser puestos por encima de razones puramente comerciales…”.

2. El asbesto era peligroso anteriormente porque las condiciones de trabajo eran otras. Ahora con el uso seguro ya no hay casos

Esta premisa pretende fundamentarse en el hecho de que los pacientes a los que se les diagnostican enfermedades relacionadas con el asbesto son de edad avanzada y estas enfermedades están asociadas a una exposición laboral ocurrida varias décadas atrás. Entonces se plantea que cuando esa exposición se materializó las condiciones de trabajo no eran las adecuadas mientras que hoy, con el <uso seguro>, al “no haber exposición”, “no hay enfermos”.
Este mito descansa sobre otras tres premisas, estas sí verdaderas:
1-Las enfermedades debidas a la exposición al asbesto tienen un largo período de latencia, a veces de más de 30 años.
Así, la proyección de las estadísticas de mortalidad por asbesto en los países desarrollados que prohibieron su producción durante la década de los noventas (Alemania, Francia, Gran Bretaña) muestran el pico de mortalidad alrededor del año 2025.

2-Las condiciones de trabajo siguen siendo deficientes. Las condiciones de trabajo siguen siendo, especialmente en los países en vías en desarrollo, deficientes. Basta referirse al elevado promedio de trabajo informal que existe en ellos (entre el 40 y el 50 % de la PEA), para entenderlo sin necesidad de explicar la gran desregulación laboral sufrida en los últimos años.
Así, en aquellos lugares donde se produzcan o comercialicen fibras de asbesto, indudablemente van a seguir diagnosticándose, en las décadas venideras, mas casos de asbestosis o mesoteliomas que en aquellos países en los que ya se prohibió.

3-El largo período de latencia y la falta de profesionales expertos en neumoconiosis conspira contra el diagnóstico preciso, ya que dificulta el logro de la asociación entre causa y enfermedad. El Mesotelioma, por ser casi patognomónico del asbesto, es un poco más difícil de pasar por alto, pero el sesgo se vuelve mas importante cuando hablamos de cáncer de pulmón, ya que en este caso se necesitan profesionales muy avezados para la búsqueda y hallazgo de la asociación. Además, la sinergia que tiene con el tabaco ayuda a que ante la respuesta del enfermo:”sí, fumo”, el médico tienda al diagnóstico de cáncer de pulmón por tabaco, sin ahondar en otras causales, como la exposición al asbesto, que por otra parte, como sabemos, puede no ser ocupacional.
El llamado uso seguro no es una alternativa válida como la propia WTO se encargó de aclarar y los expuestos de hoy serán, claro, los enfermos de las próximas décadas.

3. Los problemas no son culpa de las empresas sino del estado que no controla

Es común escuchar, cuando se habla de empresas que no cumplen con la legislación vigente, que la culpa no es de los empresarios sino del estado que no realiza el control y la fiscalización de esa normativa como corresponde.
Las modificaciones que trajo aparejado el ajuste económico propio de lo años ‘90 en los países en vías de desarrollo incluyó el achicamiento del Estado y con este achicamiento, la pérdida de la capacidad operativa para desarrollar las misiones y funciones que lo caracterizaban. Entre estas el control de la legislación que se vio minimizado, tercerizado o puesto en manos de otras estructuras gubernamentales descentralizadas. Así, a nivel laboral, las funciones de inspección, el papel de “policía de trabajo”, etc., se volvieron casi inexistentes.
En este contexto se incrementó el traslado de industrias sucias desde los países desarrollados, donde la legislación – más estricta – era férreamente controlada, hacia los países más pobres en los que la debilidad de los sistemas de regulación y control facilitaba la radicación de tecnologías contaminantes.
Este tránsito de industria tóxica incluyó al asbesto y así en los últimos años vemos como la disminución de la producción y consumo de sus productos en países como Canadá, Estados Unidos, la Unión Europea, etc., es indirectamente proporcional al aumento de esa producción y especialmente del consumo en países de Asia (China, India), África (Zimbabwe) o Latinoamérica (Brasil) como se puede ver en los cuadros correspondientes.
Este mito del <Estado Ausente> como culpable y no víctima, se corona con otra frase que suelen repetir los industriales de países desarrollados cuando se les pregunta: “¿Por qué, teniendo su país una legislación muy estricta con respecto al asbesto, la empresa no mantiene la misma política en las sucursales que posee en países en vías de desarrollo?” La respuesta es siempre
la misma: “Porque en nuestras sucursales nos manejamos con la legislación de ese país y no con la de origen. No es culpa nuestra si ese país no genera una normativa más restrictiva sobre esta sustancia. Si de hecho lo hacen, nosotros la acataremos.”

4. Los valores máximos permisibles determinados por las organizacinoes internacinales complementan la seguridad del uso del asbesto

Los valores máximos permisibles tienen la finalidad de ayudarnos al establecer las acciones para proteger a los trabajadores expuestos a un riesgo determinado.
Pero esos valores son indicativos y cambiantes con el avance de los conocimientos científicos respecto de las sustancias peligrosas. Así para el asbesto los valores se fueron reduciendo con los años hasta llegar a este 0.1 fibras por centímetro cúbico de aire que ha fijado la ACGIH en la década del ‘90, y que fue seguido por la mayor parte de los países del mundo.
En Argentina, por ejemplo, hasta el año 2003 el valor legislado de CMP para el crisotilo era de 2 fibras/cc. (a partir de esa fecha es de 0.1), por lo que cualquier empresa, que estuviera trabajando con asbesto, consideraba normal manejarse con valores de, por ejemplo 1.9 fibras. ¿Cual era el “uso seguro” con esas 1.9 fibras? Al mencionarse esta problemática, durante el I Seminario de Actualización sobre el asbesto en Buenos aires, el representante de la Asociación Rioplatense del Asbesto respondió que sería muy difícil bajar a 0.1
fibras/cc aire dando a entender indirectamente que los valores de la industria estaban por encima de los internacionales.
Como ejercicio mental es valido el tratar de imaginar – a 0.1 fibras / cc de aire- la equivalencia en fibras en un metro3 de aire, la cantidad de metros cúbicos de aire que respira una persona en una hora y por lo tanto la cantidad de fibras ingresada con el aire inspirado en una jornada de 8 horas de trabajo, con sus distintas variantes: hiperventilación por trabajo de esfuerzo, jornadas climáticamente mas calidas, situaciones físicas concurrentes, horas extra/semana, etc. El número no será despreciable…. Y si el ejercicio se hace con 2 fibras/cc aire? ¿Cual es el uso seguro en estos casos?
Pero lo verdaderamente importante en la perversidad de este mito es el hecho de que pasa por alto una premisa básica de cualquier evaluación de riesgo, que entiende que las sustancias cancerígenas no reconocen un umbral, esto es una concentración por debajo de la cual la exposición pueda considerarse segura
Dice al respecto la OMS en su publicación de 1998 Environmental Health Criteria 203 Chrysotile Asbestos: “La aparición de efectos crónicos por exposición a cualquier tipo de asbesto son independientes de la dosis de exposición, siendo por lo tanto imposible establecer niveles de exposición seguros” (frases con idéntico sentido pueden encontrarse en documentos de OIT, EPA, NIOSH, WTO, etc.)
Debe considerarse entonces que no existe ningún valor que sea seguro ya que una sola fibra de asbesto depositada en los pulmones posee la potencialidad para desencadenar el mecanismo que desarrollará un cáncer.

5. No hay estadísticas por lo tanto no hay casos nuevos

Con el mismo criterio podría decirse: < no se permite la venta de tabaco a menores por lo tanto no hay nuevos menores que fuman>. Es real que el Asbesto no esta incluido en la Ley 15.465 de Notificaciones Medicas Obligatorias y por lo tanto no ingresa en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud. Los datos relacionados con la incidencia de enfermedades ligadas al asbesto, entonces, se pierden. La prevalencia, por otro lado, solo surge en proyectos de búsquedas puntuales como causa de egresos hospitalarios.
Para el Ministerio de Trabajo, las enfermedades profesionales registradas de acuerdo a la Ley de riesgos de Trabajo (que incluye a aquellas vinculadas con la exposición al asbesto) no llegan al 2% del total de eventos y el 80% de estos registros corresponden a hipoacusias. Debe recordarse que el asbesto fue prohibido en el año 2003, que la ley, además, cubre solamente a la población laboral dentro del espectro formal de la economía (aproximadamente 55 % de la PEA) y no existe una buena vigilancia para aquellos trabajadores que, aún
con protección social, se desempeñan en tareas donde existe una exposición secundaria al asbesto. No hay registro, entonces, de enfermedades profesionales relacionadas con esta sustancia.
Sin embargo sabemos que hay casos nuevos. A nivel mundial la OIT, a través del Dr. Jukka Takala, director del Programa Salud y Seguridad, viene repitiendo desde 1999 que el asbesto es la primera causa de muerte por cáncer laboral y que en el 2002 de los 640.000 muertes por cáncer de origen laboral en el mundo 100.000 fueron por asbesto.
La mayoría de los países de la UE calculan también en miles la mortalidad anual valorando que el pico de consumo se produjo alrededor de 1975:

Inglaterra estima que tendrá su pico de mortalidad entre 2015 y 2020 con alrededor de 2000 víctimas anuales.
España estima su pico entre 2010 y 2025 y aproximadamente 2300 muertos/año.
Francia espera para el 2025 un pico de entre 1000 y 1200 muertes anuales.
Alemania estima también una mortalidad similar pero con el pico alrededor de 2015 con un costo anual actual de sus aseguradoras de más de 300 millones de euros.
Suecia por su parte que fue la primera en prohibirlo y que comenzó a eliminar el instalado en 1982 estima que necesitará otros diez años para culminar su tarea.
En América del Norte se repiten los guarismos: En Estados unidos las estimaciones de mortalidad por asbesto plantean un pico para el año 2015 con 5000 víctimas anuales (3000 por Mesotelioma y 2000 por asbestosis). Otros estudios estiman cifras que duplicarían esos pronósticos.
Y en América del Sur se pueden encontrar datos en algunos países:
En Brasil se han controlado los casos contabilizados por exposición especialmente en plantas de fibrocemento como en la sucursal Eternit de Osasco, Sao Paulo. Según la Asociación Brasilera de Expuestos al Amianto (ABREA) en 1999 sobre 885 ex trabajadores del fibrocemento estudiados el 54.5 % tenía una o más dolencias pulmonares: 165 casos de placas pleurales,
103 con disfunciones respiratorias, 91 con asbestosis, 10 con cáncer de pulmón, 2 con mesoteliomas, 8 cánceres gastrointestinales y 29 causas de muerte en investigación.
En Argentina se encuentran algunos datos aportados por neumonólogos ocupacionales sobre casos en los que se ha comprobado relación causal como los estudios del Dr. Antonio Labatte y colaboradores en la Universidad de
Buenos Aires de 1984 a 1992 con 56 casos de Mesotelioma de los cuales solo el 40% correspondía a trabajadores de la industria primaria del asbesto.
Por otra parte se conocen los datos de mortalidad aportados por el Programa Nacional de Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud y Ambiente basados en los diagnósticos de los certificados de defunción en los cuales si bien no es posible identificar la relación causal con el asbesto si puede tenerse una idea, aunque muy sesgada, de la mortalidad por Mesotelioma. (alrededor de 80 casos anuales). No se computan ni cáncer broncogénico ni asbestosis para loscuales no se realiza vigilancia específica de caso.

6- Solo la Unión Europea por razones comerciales se opone al asbestos. Estados Unidos no.

En los Estados unidos, la Agencia de protección Ambiental (EPA) inició la prohibición del asbesto en el año 1989 en forma escalonada con la intención de conseguir la prohibición total el año 1997. Pero una apelación de la industria ante la justicia obtuvo en 1991 un fallo del 5ª Circuito de la Corte de Apelaciones de Nueva Orleáns que revirtió la medida, la cual no fue apelada
ante la Suprema Corte por la Primera administración Bush.
No obstante es tal el desastre ambiental y de salud pública que ha generado el asbesto en algunas áreas de ese país que el consumo interno ha mermado considerablemente bajando de 803.000 toneladas en 1973 a 13.100 toneladas en el 2000 y la producción de 136.000 toneladas en 1973 a 3.000 toneladas en 2002.
Por otra parte, varios proyectos se han presentado en el congreso solicitando la prohibición siendo uno de los últimos el presentado en 2002 por la senadora Patty Murray.
Según la Agencia de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) del Ministerio de Trabajo se estimaban en 1990 potencialmente expuestos al asbesto 682.000 trabajadores (568.000 en producción y servicios y 114.000 en construcción.
El caso de Libby, Montana, es paradigmático. En este pueblo de 15.000 personas (entre casco urbano y periferia) la empresa W. R. Grace extrajo vermiculita contaminada con asbesto tremolita desde 1963 a 1990. La mortalidad por enfermedades del asbesto entre 1979 y 1998 fue entre 40 y 80 veces más alta de lo esperado. Los residentes de Libby tienen un riesgo 30 %
más alto que el resto de los norteamericanos de padecer cáncer de pulmón y actualmente alrededor de 1200 residentes tienen alguna enfermedad relacionada con el asbesto. La EPA lleva gastados 55 millones de dólares en decontaminación del área y la empresa tiene procesos por idéntica causa en 42 estados.
Las demandas por asbesto se multiplican día a día así como los casos de bancarrota a los que recurren las empresas. Solo el Manville Personal Injury Settlement Trust que paga demandas en nombre de Johns Manville Corp.
Recibió durante el 2005 más de 500.000 denuncias.
El pronóstico es que las aseguradoras comerciales deberán agregar entre 5.000 y 10.000 millones de dólares a las reservas este año para los juicios por asbesto.

7. En el fibrocemento el asbesto está encapsulado y no es por lo tanto un riesgo para nadie

7. En el fibrocemento el asbesto está encapsulado y no es por lo tanto un riesgo para nadie
Chingolo en tanque de fibrocemento
(Sertox)
“Perro que ladra no muerde” dice el refrán y el humor popular corrige: “Perro que ladra no muerde… mientras ladra”. Del mismo modo las fibras de asbesto incorporadas en una matriz de cemento no escaparán de allí mientras esa matriz no se vea alterada. Quienes están en riesgo en la industria del fibrocemento? En primer lugar los trabajadores que lo elaboran. En segundo lugar las personas que viven en las cercanías de estas plantas ya que el asbesto, liviano, se eleva y se dispersa con el aire, llegando hasta las casas vecinas. Y en tercer lugar se encuentran en riesgo todas las personas que viven en lugares en los cuales existe fibrocemento instalado: los habitantes de una casa en la que se efectúan cortes en alguna chapa o panel de asbesto cemento, de una casa en la que se realiza algún tipo de mantenimiento edilicio; de una construcción en la que, por efecto de algún fenómeno – atmosférico o telúrico – sus planchas se rompan; de una casa que es sometida a demolición sin antes eliminar el asbesto, o simplemente de una casa en la que el material, por la acción del tiempo, se deteriora.
En todas estas situaciones los habitantes de la vivienda, sus ocasionales vecinos y aquellos trabajadores involucrados se verán expuestos a las fibras de asbesto que ese material contenía y que, libres de su matriz, contaminarán el lugar.

8. En la construcción argentina no se usó el spray de asbesto

8. En la construcción argentina no se usó el spray de asbesto
En construcción
(SerTox)

Esta fue otra afirmación categórica de la industria del fibrocemento cuando se mencionó el tema en ocasión del I Seminario de Actualización sobre el Asbesto realizado en Buenos Aires, 1999. No tardarían en llegar los datos que confirmaban lo contrario. A raíz de la investigación que realiza el Dr. Geoffrey Tweedale de la Universidad Metropolitana de Manchester, Inglaterra, sobre la empresa Turney y Newall, se publican datos sobre los destinos de las maquinas para aerosolizacion de asbesto en Sudamérica en el libro “Magic mineral to killer dust” y en su posterior trabajo “Limpet Asbestos: Sprayingill– health World Wide”. Allí se incluyen descripciones de las maquinas que la empresa vendiera a los países sudamericanos, en especial a Argentina y Brasil, y el listado de una serie de edificios – públicos y privados – en los que se había utilizado esta metodología, por demás riesgosa ,ya que el asbesto (adherido de esa manera a las paredes con el objetivo de insonorizar o retardar el fuego) tenia una vida útil corta y una gran facilidad para desprenderse.

Entre los edificios mencionados se encontraba el Teatro San Martín, el complejo teatral mas grande de la ciudad de Buenos Aires, al que asisten miles de personas diariamente. Recorrido el mismo se constató la presencia del asbesto en estructuras deterioradas de numerosas salas, camarines, subsuelos, etc. Las muestras (enviadas a Alemania para su identificación analítica) dieron por resultado la presencia de asbesto en aire y en material colectado. En la actualidad parte del teatro esta cerrado para reparaciones y remoción del asbesto instalado. Durante todo este tiempo, se sometió a una exposición no advertida a los trabajadores de las salas teatrales, especialmente a los tramoyistas, electricistas y personal de mantenimiento así
como a los ocasionales visitantes. Por último el costo de esta operación, por lo complejo del proceso de decontaminación, deberá ser absorbido por la comunidad. El reparto de perjuicios y beneficios en el caso del Asbesto, no es, por tanto, equitativo.

9. Las alternativas para el asbesto son tan o más peligrosas que él

Los Mitos originados en la necesidad de desvalorizar las alternativas presentes en el comercio buscan mostrar que su peligrosidad es equivalente a la del asbesto, que sin el asbesto no se podrá tener acceso al agua potable o se incrementará el número de accidentes de tránsito.
Debemos aclarar que la utilización de asbesto en productos pertenecientes a un rango tan amplio de rubros (automotores, fibrocemento, textiles, electrodomésticos, etc.) ha requerido de un espectro también amplio de
alternativas para su sustitución. Estas alternativas, sin embargo, resultan física y químicamente muy diferentes entre si. Así los productos de plástico o metal han ocupado una gran parte del mercado alternativo en su
posicionamiento como sustitutos, especialmente al fibrocemento, pero también una cantidad grande de otras fibras han entrado en la cadena de comercialización. Sobre estas últimas se ha distribuido información contradictoria que es necesario aclarar.
Para ello debemos considerar los estudios realizados por la OIT y otros investigadores respecto a las fibras minerales sustitutas como las fibras vitreas minerales hechas por el hombre (MMVF). En enero del 2000 se lleva a cabo en la sede de OIT en Ginebra, Suiza, una reunión de Expertos sobre seguridad en la Utilización de Fibras Aislantes. Resultado de esa reunión fue la publicación del Repertorio de Recomendaciones Prácticas en el Uso de las Lanas Aislantes de Fibra Vítrea Sintética (lana de vidrio, lana mineral de roca y lana mineral de escoria).
Las diferencias físico químicas sumadas a las diferencias en cuanto al largo, diámetro y biopersistencia de estas fibras son determinantes a la hora de establecer comparaciones de peligrosidad. Los estudios llevados a cabo
internacionalmente concluyen en que la mayoría de ellas son menos peligrosas que el asbesto y ninguna puede ser ubicada dentro de la categoría de carcinógenas comprobadas, con la única excepción de las fibras cerámicas refractarias que se comportarían aparentemente como el asbesto en el interior del pulmón humano.
Obsérvese que en el mundo los valores máximos permisibles para estas sustancias son más altos que para el asbesto: 1 fibra/cc en Suecia, Francia y Estados unidos, 2 fibras/cc en el Reino Unido.
Sin embargo, debemos ser sensibles y atentos a los avances de la ciencia, que dan pie a periódicas revisiones en un contexto siempre dinámico. Todo compuesto que hoy se utilice bajo un determinado perfil de seguridad debe constituir el objeto de observaciones y seguimiento para mejorar, adecuar o restringir su uso, y – de ser necesario – incorporarlo en un proceso de gestión decisoria sobre su prohibición. Tal cual se hizo con el Asbesto.

10. El asbesto es la única manera que tienen los países pobres para acceder al agua potable

Similares frases cargadas de dramatismo se propalaban en su momento respecto del DDT, ante las denuncias que surgían por sus efectos de contaminación de suelo y biota (“Nuestro Futuro Robado”, “ Primavera Silenciosa” y otros): “El DDT es la única manera que tienen los países pobres para defenderse del paludismo”. Hoy el Convenio de Estocolmo (del que Argentina es país signatario) intenta desandar el camino de la contaminación instando a la prohibición en origen de todos los compuestos Clorados.

Argentina llego a la firma del Convenio con todos los productos clorados localmente prohibidos y continua la lucha contra la Malaria a través de otros mecanismos, sanitaria y ambientalmente mas sustentables.
De la misma manera en que se encontraron alternativas para los plaguicidas organoclorados también se desarrollaron alternativas para el asbesto de caños y tanques de fibrocemento. Actualmente estos se encuentran disponibles en sus versiones plásticas (PVC y polietileno tricapa), de acero inoxidable y de cemento con o sin el agregado de otras fibras, por lo general vegetales.
En resumen: ni el DDT ha terminado con la malaria a pesar de su utilización masiva durante tantos años, ni el asbesto ha conseguido el acceso de toda la población a agua segura. De ambos quedan como remanentes espacios y personas contaminados, la misma pobreza y los viejos desafíos para seguir encarando.

11. Si se prohibe el asbesto en los frenos habrá un aumento de los accidentes de tránsito

En Argentina no se ha percibido un incremento en los accidentes de transito. Tampoco Chile ha hecho mención de algún aumento en la incidencia de este tipo de eventos. En ambos países existen muchos kilómetros de caminos sinuosos de montaña con empinadas cuestas y abruptos descensos en donde los frenos son sometidos a mayor trabajo.
Pero, para evitar las consideraciones del poco tiempo que ambos países llevan con uso de alternativas es menester comentar que aún en aquellos países de Europa, en donde las exigencias son igualmente importantes para los elementos de fricción, no ha habido cambios con el uso de alternativas al asbesto. El ejemplo mas categórico es el de Suecia que demostró en 1980 que los autos y los camiones pueden frenar exactamente igual con frenos libres de Asbesto. En 1987 requirieron que los autos nuevos que se importaran no podían llegar al consumidor sino tenían este tipo de frenos.

12. La prohibición del asbesto trae aparejado un aumento en la desocupación

En los meses previos a la toma de decisiones respecto de la prohibición del asbesto en Argentina se conversó con todas las Cámaras de empresas involucradas con el uso de asbesto y (excepción hecha de los fabricantes de productos textiles con asbesto) se consensuó la fecha de prohibición, permitiendo que la mayoría de las industrias vinculadas reconvirtieran su tecnología y prosiguieran produciendo y comercializando sus productos sin asbesto. Los productos que antes de la prohibición se etiquetaban con la “a” de advertencia internacional ahora ostentan el de “Libre de asbesto”. El resultado de las conversaciones previas fue facilitador y exitoso: la mayoría de los fabricantes de fibrocemento y juntas para automotores se encontraban ya vendiendo productos sin asbesto en el mercado local antes de entrar en vigencia la prohibición total, el 1 de enero de 2003.
Curiosamente hubo un sustancial aumento de la ocupación debido a la demanda de mano de obra que tuvieron aquellas empresas que ya habían apostado a invertir en alternativas del asbesto.
Estos hechos, positivos para la ocupación laboral, se dieron en medio de una de las crisis económicas más importantes que tuvo el país en toda su historia, echando por tierra el contenido del titulo. Un mito más.

13- Prohibir el asbesto es una decisión apresurada y sin fundamento técnico

Además de los dadores de información técnica que aquí han sido mencionados como la OPS/OMS, IPCS, IARC, OIT, EPA, NIOSH, ACGIH, PNUMA, WTO, FISQ, entre otros, Argentina ha mantenido 5 años de gestión técnica previos a la prohibición del asbesto. Desde que en 1997 el asbesto fue asumido como una prioridad en el marco del Plan Nacional para el Manejo Racional de Sustancias Químicas, se llevaron a cabo una serie de actividades tendientes a minimizar la morbimortalidad relacionada que culminaron en las normativas de prohibición durante los años 2000 y 2001.
Así, se conformó un Grupo de Trabajo intersectorial y multidisciplinario reuniendo al más amplio espectro de población vinculada: representantes gubernamentales y no gubernamentales de trabajadores, cámaras y empresarios, científicos y organizaciones ecológicas y de consumidores. Se llevó a cabo una búsqueda y evaluación de los antecedentes legales y técnicos tanto nacionales como internacionales; se realizó un estudio de la bibliografía existente; se organizaron seminarios de actualización; se participó de innumerables encuentros científicos y de intercambio de información, locales e internacionales; se siguió la evolución del proceso de regulación del asbesto en otros países y regiones; se buscó y obtuvo asesoría técnica en agencias internacionales; se efectuó la valoración del riesgo propio de país y se realizaron consultas y reuniones con las cámaras de empresas dedicadas a la producción y comercialización de asbesto en el territorio nacional. Finalmente se elevó la recomendación técnica para la prohibición de todas las variedades comerciales del asbesto reflejando que “no solo en situaciones económicas y sociales de alta vulnerabilidad su uso debe ser discontinuado sino que corresponde a un riesgo de manejo imposible aún en países altamente desarrollados, motivo de la prohibición en la mayoría de ellos”.
En Argentina, como en todos los países que han restringido o prohibido el asbesto, ha sido necesario contar con un tiempo para la investigación, la reflexión, el análisis de los datos, el consenso y finalmente para la gestión del procedimiento de toma de decisiones políticas. Seguramente los niveles técnicos de Argentina, como probablemente pase con los del resto de los países en los que ha sido restringido o prohibido el asbesto, consideran que ese tiempo ha sido demasiado largo.

14. El asbesto es un problema exclusivo de la salud ocupacional

Este quizás sea el argumento al que más se echa mano en la defensa del asbesto, porque mantener su problemática dentro de lo laboral acota la dimensión del riesgo, lo relativiza y a su vez habilita la utilización del concepto del < uso seguro >.
Pero la cantidad de asbesto instalado ha comenzado a cobrar víctimas entre la población general, que por razones de trabajo indirecto con asbesto o por la exposición que deviene de la convivencia con asbesto instalado, se ve inadvertidamente perjudicado por esta sustancia cancerígena.
El asbesto se encuentra en edificios públicos o privados. En escuelas, cines, teatros, cuarteles, cárceles, depósitos. En estructuras, pisos, paredes y techos de casas y edificios, en calderas y tuberías de calefacción. En motores y estructuras de barcos, y refinerías de hidrocarburos. En talleres de reparación y desguace de automotores, trenes y naves.
Entonces ya no solo tenemos a los trabajadores del asbesto expuestos. Lo están también los mecánicos, los plomeros, los electricistas, los encargados de edificios, los trabajadores de la construcción, los que reparan conductos de aire o calefacción, los trabajadores en astilleros. Están expuestos cuando hay asbesto modificado o deteriorado las personas en sus oficinas, los niños en sus escuelas, los locutores en las radios, los encargados de calderas, los jefes de máquinas en navíos y la gente en sus propios edificios o casas así como todos aquellos que son sometidos a una gran contaminación con fibras de asbesto en demoliciones por implosión o por derrumbes, sean estos accidentales o provocados. Por ello decimos que el problema del asbesto más que un problema de salud de los trabajadores es un problema de Salud
Pública.
Ejemplos de lugares en el mundo marcados por la acción del asbesto existen por cientos:
– Sitios con la impronta contaminante de las industrias del asbesto: Uralita en España, Pizarreño en Chile y tantas otras que dieron lugar a situaciones como las de Prieska en Sudáfrica, Libby en Estados Unidos, Casale Monferrato en Italia, Osasco en Brasil, Garín en Argentina.
– Lugares que han debido cerrarse al público para su descontaminación generando costos extraordinarios no solo para la remediación sino por la reubicación de las personas que alli vivian o trabajaban mientras los arreglos se llevaban a cabo: la universidad de Jussieau o el edificio Montparnasse en París, Francia; la sede de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica; la sede de la OPS/OMS en Washington, Estados Unidos; el cine Leblon en Río de Janeiro, Brasil; el Teatro San Martín y la cárcel de Caseros en Buenos Aires, Argentina; los cierres de colegios en Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, etc.
– Lugares donde se produjeron exposiciones masivas e imprevistas de gran cantidad de fibras de asbesto: la caída de las Torres Gemelas en Nueva York, Estados Unidos, la explosión en los subterráneos de Londres,
Inglaterra.
¿Cuanto asbesto se dispersó, en la explosión y derrumbe de la sede de la AMIA en Buenos Aires, Argentina? ¿Cuánto en la implosiones del Albergue Warnes ó de “Fuerte Apache”?
¿Cuánto disponible para la exposición de personas se encuentra en las calles pavimentadas con asbesto de Australia o Estados Unidos? ¿O en sus pistas de atletismo hechas del mismo modo?
¿Cuánto asbesto en suspensión se encuentra en los sitios de desguace de barcos de la India? Mientras se escriben estas notas hacia allí navega el portaviones Clemenceau, nave insignia de la armada francesa, envuelta en un escándalo sin precedentes precisamente por las toneladas de asbesto que lleva en su interior.
¿Cuál será el destino de aquellas personas que llevan a sus casas, para reciclaje, máquinas, calderas o partes de estructuras con asbesto que encuentran abandonadas en la calle sin ninguna advertencia?
¿Cuál el de aquellas personas que van a vivir en casas construidas con asbesto o a trabajar en hospitales, o en teatros en donde el asbesto se encuentra ya deteriorado? ¿Por qué todas esas personas no están informadas del riesgo al que están expuestas? ¿Cómo se instrumentan los mecanismos del derecho a saber? ¿Como se interpreta la ecuación de riesgo/beneficio en todos estos casos? O para ser mas claros: ¿quién se expone al riesgo y quien recibe los beneficios?
Todas las preguntas llevan a una sola respuesta:
Es necesaria una prohibición total y completa del asbesto a nivel mundial.
Teniendo en cuenta que la prohibición es solo el inicio, porque para terminar definitivamente con el problema se necesita eliminar el asbesto instalado.
Para ello, es necesario llegar a cumplir con las siguientes metas:
– TRABAJADORES PROTEGIDOS
– SINDICATOS COMPROMETIDOS
– GOBIERNOS RESPONSABLES
– VICTIMAS ORGANIZADAS
– JUSTICIA IMPARCIAL
– COMUNIDAD INFORMADA Y ALERTA.

15. Conclusiones

Las siguientes son algunas conclusiones para encuadrar estos mitos en su contexto científico real:
– El crisotilo es un reconocido cancerígeno
– No hay umbral para un cancerígeno
– No hay uso seguro del asbesto
– La morbimortalidad no ha decrecido. Se ha incrementado.
– Hay alternativas menos peligrosas
– No son válidas las políticas de doble Standard
– La información veraz es un Derecho
– El asbesto es un problema de Salud Pública
– La única posibilidad para su regulación es la prohibición
– La prohibición es solo el comienzo
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