El término persistente proviene del latín. Deriva del participio del verbo persistere cuyo significado es persistir. Está formado por la preposición per (a través, por medio de, por, durante) añadida al verbo sisto, stiti, statum (establecer, poner, apostar; colocar en su sitio, erigir; determinar; establecerse, detenerse). Por eso puede decirse que el concepto de este vocablo es durante, por medio de la permanencia. En toxicología se utiliza este término para denominar a los COP: compuestos orgánicos persistentes.