‘San Envase’ nos proteja.consumer.es. 06/09/18. ¿Cómo percibimos los consumidores los recipientes? Nos sugieren, sobre todo, seguridad, como concluye el primer estudio de percepción del consumidor elaborado por Hispacoop y la Plataforma Envase y Sociedad, con la participación de EROSKI CONSUMER.Leer también:Proyecto europeo para reciclar envases plásticos de sustancias peligrosas
Bidones cargados de…
(SerTox)
Imagen: anyaberkutLos envases forman parte del día a día de las familias. Objetos que nos hacen la vida más fácil, pero que, de tan cotidianos, apenas los sentimos presentes. La investigación reciente ‘Estudio de percepción funcionalidades de los envases’, llevada a cabo por EROSKI CONSUMER, la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop) y la Plataforma Envase y Sociedad (PES), ha medido la percepción del consumidor respecto a la seguridad que aportan los envases. Y, la verdad, los conocemos bien, como veremos a continuación. Envases alimentarios: seguridad, información e higieneConservar y proteger. Estos infinitivos resumen los dos beneficios que mejor reconocemos al pensar en envases de alimentos y bebidas. Constituyen una barrera física que mantiene a raya el calor, el oxígeno y la luz. Como explican los responsables de Ainia Centro Tecnológico, permiten "mantener durante más tiempo y en mejores condiciones las propiedades del producto, aumentar el control del crecimiento microbiano o la oxidación". Los envases, de paso, participan en la revolución tecnológica. Nos hacen la vida más fácil. Lo dice la PES: "Han mejorado, permitiendo que el alimento llegue al consumidor con las mismas cualidades e higiene que cuando fue envasado". Y resalta una característica más: "Nos marcan la fecha de caducidad o de consumo preferente, haciéndonos saber a los consumidores en qué estado se encuentra lo que van a consumir". El material también tiene mucho que decir en materia de seguridad. El 58 % de los encuestados sabe que los materiales se someten a rigurosos análisis físico-químicos que evalúan su seguridad para usarlos en contacto con alimentos. Solo un 7 % cree que los materiales de los envases alimentarios se descomponen con facilidad, alterando el olor/sabor de los alimentos. La PES responde: "Utilizados correctamente, no hay ninguna posibilidad de que sus componentes contaminen la comida que contienen". Cómo reconocer un envase alimentario seguroPor último, seis de cada diez entrevistados saben que los envases de un solo uso no se pueden reutilizar. ¿Por qué? Dos de cada tres encuestados creen que es porque contienen sustancias que, por desgaste, pueden migrar al alimento o a la bebida. Error: es por motivos higiénicos. "Los envases de un solo uso más reutilizados son las botellas de plástico de agua mineral, con multitud de pliegues que dificultan que se limpien lo suficientemente bien cada vez que se rellenan", explican en la PES.Imagen: CONSUMER EROSKIEn los envases de limpieza, lea los pictogramasCualquier mayor ha experimentado la dificultad de enseñar a un niño que no debe tocar ciertos productos y, menos, bebérselos. Los productos de limpieza pueden suponer un riesgo para aquellos que no son conscientes del peligro al que se enfrentan si los tocan o ingieren. El envase de limpieza tiene una función vital: proteger de conductas imprudentes. Y la mayor parte de la población es consciente. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Hace tres años se realizó una investigación para conocer el grado de conocimiento y la actitud hacia los símbolos y figuras en los envases cotidianos: el 73 % de aquellos entrevistados no leían los pictogramas de las etiquetas de los productos de limpieza, aunque son vitales para su uso con seguridad. Leer la información puede evitar disgustos como el de hace unos años a un niño salvadoreño de 12 años, que falleció en Murcia por manipular una gran cantidad de termómetros clínicos de forma continuada. Pero primero dejemos claro qué son los pictogramas: símbolos o figuras con información sobre seguridad, forma de empleo o grado de respeto al medio ambiente de los productos de consumo cotidiano. Tienen un cuádruple objetivo: informar, aconsejar, alertar y prevenir. Y cumplirían esos fines si fueran fácilmente entendibles para todos los públicos, pero un 30 % de los encuestados no cree que estos pictogramas lo sean. Con todo, la PES considera que los ciudadanos tienen en general poco conocimiento acerca del envase de los productos de limpieza. Hay medidas de seguridad adicionales para proteger a los niños que pasan desapercibidas: por ejemplo, cierres de seguridad o aguardar un determinado tiempo para que las cápsulas hidrosolubles empiecen a disolverse. Incluso un 28 % de los encuestados no se cree que estas medidas existan. Evitar el fraude en medicamentosNueve de cada diez participantes en esta muestra creen que los envases de medicamentos son imprescindibles frente al fraude. La PES asegura que los medicamentos falsos son un problema de salud pública: "Más aún cuando se compran por Internet". Y recuerda: "Existen diversas medidas para evitar el fraude, y todas están enfocadas en el envasado". Una es la traducción al braille para evitar accidentes. Y también el prospecto aporta seguridad. La PES lo explica: "La etiqueta del envase no es suficiente, por lo que se incorporó el prospecto que abarca todo lo que debe conocer el consumidor-paciente antes de tomar el medicamento en cuestión". Pero ¿es demasiada información? Porque una cosa es tenerla y otra interpretarla. Un 31 % de los encuestados no cree que el paciente-consumidor conozca y sea capaz de entender todos los datos del envase. El objetivo, claro está, sería alcanzar la comprensión total. ______________________________________________________________________________________________________________________________Leer relacionado: Envolver tu comida con película transparente es más tóxico de lo que creías.monitorexpresso.com. 18/09/18. Es común encontrar diversos productos frescos en el supermercado, envueltos en un material transparente para prolongar su vida de anaquel. Sin embargo, algunas marcas de esos materiales o películas clean film presentan altos niveles de compuestos tóxicos.En un artículo publicado en Conacyt escrito por Janneth Aldecoa, informaron que los resultados de la investigación realizada por expertos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), en Hermosillo, Sonora, indicaron que de 15 diferentes marcas estudiadas encontraron niveles de toxicidad en tres de ellas. El estudio señala que las películas o productos para emplayar alimentos generalmente son de cloruro de polivinilo, conocido comúnmente como PVC. “Los conocemos como materiales muy rígidos, utilizados en persianas, tuberías, algunos muebles son de PVC. Para poder procesarlos como películas delgadas y flexibles, hay que agregar plastificantes, de manera que a veces se tiene que agregar 30 por ciento o más de plastificante para obtener esas películas que nosotros compramos en esas cajitas”. La migración Una vez que los investigadores encontraron concentraciones altas en esas tres muestras de películas, realizaron estudios de migración. Para ello utilizaron simulantes de alimentos acuosos, de alimentos grasos y simulantes de alimentos ácidos. Hallaron altos niveles de migración en los simulantes de alimentos grasos, superando hasta en seis veces los límites. “Encontramos que migra principalmente a alimentos grasos. Ahí sí hay límites de migración en envases de alimentos en general. Se simuló en queso, que es donde se utiliza con mucha frecuencia estas películas y vimos que podría migrar al queso o a carne molida que tenga grasa. Donde no encontramos migración es en alimentos acuosos”. El equipo encontró preocupante que ciertas películas contengan el compuesto y, por otro lado, calificó como aspecto positivo que solo tres de las 15 marcas analizadas presentaran el compuesto. Las marcas estudiadas La investigadora señaló que de las 15 películas analizadas, una no era a base de PVC. Del resto, tres tenían altas concentraciones de ese compuesto. Una tenía 25 por ciento, otra 18 y la tercera 16 por ciento de presencia. Indicó que la actividad de ese compuesto es estrogénica. Recordó que en los años 70, trabajadores en Japón, en contacto directo con bisfenol, comenzaron a desarrollar características secundarias femeninas. Estas implicaron el crecimiento de las glándulas mamarias a los hombres. “Estos hombres se encontraban todo el día en contacto con este polvo, y no sé en qué condiciones trabajarían en esa época, pero a partir de entonces comenzaron a ponerle atención al bisfenol. No solamente se produce de él estas resinas, también del policarbonato”, argumentó. En México, dijo, estudiosos han encontrado ftalatos en mujeres embarazadas, niños y algunos otros grupos de la sociedad. “Hay una investigadora, cuyo apellido es Bustamante. Ella ha hecho estudios en la Ciudad de México y en algunas otras ciudades. Ha encontrado niveles de ftalatos en la sangre de mujeres embarazadas. Hizo estudios en mujeres embarazadas y niños, también se han hecho estudios en Estados Unidos, y se ha encontrado que estamos en contacto constantemente con el compuesto porque lo tenemos en el cuerpo”. Sin legislación en México Para el caso de las películas, su presentación omite la información acerca del producto, es decir, el consumidor desconoce los compuestos que contiene el material. “No viene, necesitamos identificarlas, analizarlas y cuantificarlas”, dijo. Para la especialista, esto evidencia la falta de legislación que existe en México para el control de este tipo de productos, pues generalmente se legisla en alimentos y bebidas, pero no para fuentes de toxicidad como esa. El equipo de investigadores ya contaba con información previa de algunos ftalatos prohibidos a nivel internacional desde hace años; sin embargo, se siguen utilizando en México. “Se trata de ftalato de 2-etilhexilo, mejor conocido en el mundo de los plásticos como DEHP, compuesto utilizado por décadas en Europa, pero que luego de su estudio y de encontrarse que era tóxico, se limitó su uso. Se permiten este tipo de películas máximo con una presencia de 0.1 por ciento. Si pasa de ahí, se pasa de la legislación europea”, señaló. Dijo que el hecho de que las empresas informen o no la presencia del compuesto en los empaques del producto, no representa un engaño para el consumidor, pues no existe una legislación en ese sentido. “Es que si en México no hay una legislación, las empresas no están obligadas a cumplir nada. Más bien, es la ausencia de legislación lo que provoca esto. Si ellos (empresarios) lo utilizan y se encuentran valores altos, no pasa nada, porque no tienen una legislación que cumplir”. Otras fuentes del compuesto, añadió, pueden ser algunos cosméticos que son absorbidos por la piel; sin embargo, tampoco se encuentran regulados en México. Fuente: Conacyt