Advierten de "verano peligroso" en costas del Pacífico.nwnoticias.com. 20/07/16. Medusas o aguamalas abundan en el Pacífico cuando llueve, al entrar corrientes de agua caliente, sus picaduras arruinan, al menos, una linda tarde de playa. En las costas de México se han registrado 172 especies de medusas; 11 poseen venenos cuya toxicidad está considerada de media a alta. Su aparición se presenta en todas las costas de México de marzo a septiembre; coinciden con los periodos vacacionales de primavera y de verano, por lo que los riesgos de encuentro con estos invertebrados se incrementan, tanto como la posibilidad de picaduras incidentales.
Las medusas parecen hechas de gelatina; son agua en 95 por ciento y sólo tienen dos capas de tejido, entre las que se encuentra esa sustancia viscosa. El ser humano es susceptible a los efectos tóxicos del veneno de varios tipos de medusas; sus picaduras provocan dolor, lesiones cutáneas, irritación y ardor en las zonas de contacto, y otros síntomas de mayor gravedad, e incluso la muerte en algunos casos extremos. La severidad de las picaduras depende del tiempo de exposición al veneno, el área afectada, la susceptibilidad de cada individuo y la naturaleza de cada veneno (algunos son más potentes y dañinos que otros). La mayoría de las especies de medusas con las que se encuentran los bañistas provocan picaduras dolorosas, sensación de ardor, algunas marcas de quemaduras leves; molestias pasajeras. Lo más recomendable es salirse del agua de inmediato para no correr el riesgo de sufrir un shock anafiláctico (severa reacción alérgica) y hasta ahogarse. Además, si picó una, lo más probable es que haya más ahí cerca. En ocasiones ni siquiera hay que estar dentro de las olas, incluso los tentáculos de medusas muertas en la playa pueden seguir causando el mismos efecto por varias semanas. Para calmar el ardor existen varias recetas, de acuerdo a los pescadores y surfos, expertos en la materia, el remedio universal dice que hay lavar con agua de mar sin tallar, nunca aplicar agua dulce ni frotar con arena o toallas. Luego vienen las curaciones polémicas: verter vinagre (ácido acético), alcohol, orina (urea) o compresas de agua caliente o fría. Explicaciones más técnicas acuerdan dejar fuera el uso de alcohol y de la orina, dado que en condiciones de laboratorio se observa que estas sustancias favorecen la descarga de los nematocitos remanentes, aumentando la liberación de veneno. La curación más aceptada, además de la maravillosa agua de mar, es la aplicación de vinagre comercial y las compresas de agua caliente o fría. Si el dolor no mengua o el afectado sufre mucho, hay que ir a la farmacia y comprar lidocaína (anestésico local); si las lesiones se hacen más severas y aparecen síntomas como náuseas, calambres y dolor de cabeza, de plano es necesario recibir atención médica.