Los fármacos, el mayor problema de toxicidad en las aguas residuales. elmundo.es. 09/03/09. Los contaminantes más problemáticos en las aguas residuales españolas provienen fundamentalmente de los fármacos que consumimos y excretamos, y terminan en la red de alcantarillado y saneamiento. Detrás de ellos, se encuentran los de la bolsa de aseo, provenientes de los maquillajes y cremas de bronceado, según un análisis del Centro de Investigaciones de la Energía Solar (CIESOL) de la Universidad de Almería.
Los científicos han analizado el agua de varias depuradoras urbanas de España -entre otras, El Ejido (Almería), Alcalá de Henares (Madrid) o El Prat de Llobregat (Barcelona), y Vuelta Ostrera (Cantabria)- y han realizado un listado según su grado de toxicidad. «Los contaminantes más problemáticos son los llamados emergentes, que incluyen compuestos químicos orgánicos variados como los fármacos, productos de higiene personal (detergentes, desodorantes), filtros ultravioleta utilizados en cremas solares o fragancias sintéticas utilizadas en productos de limpieza», explica a Iván Muñoz, uno de los autores del estudio. Como los contaminantes emergentes no están regulados por la legislación, «las depuradoras no realizan su análisis de forma rutinaria», apuntan los expertos en el artículo que ha publicado la revista especializada Chemosphere. El grupo también analizó los contaminantes prioritarios, es decir, aquellos que están incluidos en la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea y clasificados debido a sus potenciales efectos sobre el medio acuático. Son contaminantes de origen más industrial que doméstico: metales pesados, pesticidas o hidrocarburos poliaromáticos, entre otros. Los investigadores analizaron 98 contaminantes (75 emergentes y 23 prioritarios) durante un año en la depuradora de El Ejido (Almería) antes y después de depurar el agua. Identificaron los contaminantes más problemáticos y comprobaron que «el impacto del agua depurada en cuanto a toxicidad sobre ecosistemas acuáticos, terrestres y sobre la salud humana es menor que el del agua sin depurar», subraya Muñoz. Los resultados demuestran que de los contaminantes analizados, 16 de ellos tienen una contribución significativa en la toxicidad del agua: diez son fármacos y productos de higiene personal, y seis son contaminantes prioritarios. «El resto presenta una toxicidad muy baja, o están presentes en concentraciones muy bajas, o ambas cosas», apunta el investigador. Los expertos recuerdan que para evitar el impacto ambiental de los medicamentos, los envases farmacéuticos deben introducirse en los puntos SIGRE que se encuentran en muchas farmacias. SIGRE (Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases) es una iniciativa ecológica financiada por la industria farmacéutica que pretende evitar que tanto los envases como los restos de medicamentos que éstos puedan contener se mezclen con otros residuos domésticos y acaben en la basura o en el desagüe, contaminando nuestros ríos.