"La PRDM2 controla la expresión de varios genes que son necesarios para la señalización efectiva entre las células nerviosas. Cuando se produce una cantidad demasiado baja de enzimas, no se envían señales efectivas desde las células que se supone que detienen el impulso", dijo el líder del estudio, Markus Heilig, jefe del Centro de Neurociencia Social y Afectiva en la Universidad de Linkoping, en Suecia.