La fábrica de Inquinosa se encuentra abandonada desde hace 20 años. Los ladrones han saqueado todos los elementos de valor.
Los almacenes fueron abandonados a toda prisa, dejando atrás sacos llenos de residuos químicos y precursores listos para fabricar lindano.
Cada metro cuadrado de Inquinosa es un enorme foco de contaminación. En la imagen, una de las salas utilizadas para producir el pesticida.

Un centenar de bidones de lindano siguen acumulados en el interior de Inquinosa. Sin embargo, estos contienen bicarbonato de sodio, prueba de que la firma fue víctima de una estafa.


Apenas 18 kilómetros curso abajo, en el pueblo de Biscarrués, los 50 vecinos están levantados en armas contra el embalse proyectado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en su municipio. Saben que el embalse de la Peña, Gállego arriba, está contaminado con pesticida y no quieren que el pesticida infecte también sus tierras. “El lindano se acumula en el río y en los pantanos”, indica José Torralbal, alcalde de Biscarrués. “En lugar de dar una solución al problema, lo que quieren es gastar dinero en una obra innecesaria y no dedicarlo a la limpieza de los focos contaminantes que nos encontramos en toda la cuenca. No es solamente el agua de boca la que está afectada. Todos los regadíos de los Monegros y el Bajo Gállego podrían sufrir una catástrofe si se produce una fuga masiva de lindano en Sabiñánigo, como ya ocurrió en 2014. Por eso es que nos sentimos estafados, engañados; como siempre, se nos ignora. Se necesitan cientos de millones de euros para limpiar el Gállego, y solo el Gobierno central tiene capacidad para financiar esos trabajos”. .


