Reuters/HoSegún los documentos, los funcionarios británicos recibieron en 1983 a través de la inteligencia estadounidense información de que los iraquíes tenían una planta de gas mostaza al norte del país. Ese material tóxico fue usado por el Ejército de Irak en la guerra contra Irán en los años 80. Más tarde, Thatcher se enteró de que dicha fábrica era construida por un contratista indio que a su vez compraba equipos a una empresa británica.