bejas ‘quedan mudas’ después de ingerir pequeñas dosis de clorpirifos. sciencedaily.com. 01/03/16. Resumen: Las abejas sufren graves déficits de aprendizaje y memoria después de ingerir dosis muy pequeñas de clorpirifos, lo que podría poner en peligro su éxito y supervivencia, sugiere una investigación reciente de la Universidad de Otago de Nueva Zelanda.Ver noticia completa con referencia al artículo original,en inglés
Leer también: Efectos sobre la memoria y el aprendizaje de las abejas del clorpirifós.apiculturaiberica.com. 05/03/16. Las abejas sufren graves déficits de aprendizaje y memoria después de ingerir dosis muy pequeñas del pesticida clorpirifós, lo que podría poner en peligro su desarrollo y supervivencia, según sugiere una investigación publicada por la Universidad de Otago. El estudio, publicado en el Journal of Chemical Ecology, fue realizado por investigadores de los Departamentos de Zoología y Química de esta Universidad con abejas recogidas en 51 colmenas en 17 localizaciones de la provincia de Otago, en el sur de Nueva Zelanda y midieron sus niveles de clorpirifós. Se detectaron niveles bajos de pesticidas en las abejas en 3 de los 17 sitios y en 6 de las 51 colmenas que examinaron. La detección de clorpirifós, señala la nota de la Universidad, “no fue una sorpresa”. En 2013, el Profesor Asociado Kim Hageman y su equipo del Departamento de Química de Otago mostraron que el clorpirifós se podía detectar en el aire, el agua y muestras de plantas, incluso en las zonas no rociadas del país, ya que este plaguicida tiene una alta capacidad de volatilizar y viajar grandes distancias.En el laboratorio alimentaron a otras abejas con cantidades similares a las encontradas de pesticida y se encontraron, explica la Dra. Elodie Urlacher, investigador principal del estudio, que las abejas alimentadas con clorpirifós tenían peores capacidades de aprendizaje de los olores y también recordaban peor después los olores, a pesar, señala, de que la dosis que ingiere se considera que es “segura”. Por ejemplo, continúa el investigador, las abejas alimentadas con el pesticida eran menos propensas a responder específicamente a un olor que fue recompensado con anterioridad. Como las abejas dependen de tales mecanismos de la memoria para acudir a las flores, la exposición clorpirifós puede afectar su eficacia como recolectoras de néctar y como polinizadoras. El estudio identificó la dosis umbral para los efectos subletales de clorpirifós en el aprendizaje del olor y la memoria en los 50 picogramos (1 picogramo = billonésima parte de un gramo) de clorpirifós por abeja. “Esta cantidad es miles de veces menor que la dosis letal de clorpirifós que es alrededor de 100 mil millonésima parte de un gramo. Nuestros resultados, concluye Urlacher, “plantean algunas preguntas difíciles acerca de la regulación del uso de este plaguicida. Ahora está claro que no solo deben ser tenidos en cuenta los efectos letales sobre las abejas, sino también los graves efectos subletales en dosis mínimas.