Fiscalía demanda a planta fundidora de metales. Asegura que emite plomo en niveles peligrosos para la salud. laprensafl. 07/09/11. La Oficina de la Fiscal General Lisa Madigan introdujo una demanda contra la planta fundidora de cobre de la compañía H. Kramer & Co. y le ordenó reducir inmediatamente las emisiones contaminantes de plomo en el aire.La demanda, interpuesta en el circuito judicial del Condado de Cook, argumenta que la planta ubicada en el 1345 al oeste de la calle 21, “ha creado un peligro sustancial para el medio ambiente y el público, incluyendo niños de escuelas cercanas”.
Una niña feliz
(Sertox)
De acuerdo con la Fiscalía, la acción legal se basa en un reporte de la Agencia de Protección Ambiental de Illinois (EPA) que muestra que las emisiones de plomo de la planta, registrados en abril del 2010 por monitores cercanos, violaban los estándares federales de calidad del aire. La Fiscalía solicita a la corte que ordene a la compañía “investigar inmediatamente la causa de los altos niveles de emisiones y tomar acción para reducirlas y cumplir con los estándares existentes”. También pide a la corte que exija a H. Kramer & Co. pagar penalidades civiles y el costo del proceso judicial. “Estamos felices de que la Fiscalía estatal finalmente escuchó a quienes están siendo afectados por el aire tóxico. Pensamos que este es un paso en la dirección correcta; pero Kramer aún sigue operando”, dijo en un comunicado Rosalie Mancera, activista de la organización Pilsen Alliance. Activistas de dicho grupo se reunieron el 30 de junio pasado con Madigan y autoridades del Departamento de Justicia y de la EPA, a nivel federal y estatal. La acción judicial obligaría a H. Kramer & Co. a sustituir tecnología para controlar la contaminación, contratar a un ingeniero independiente para que haga un estudio sobre el sistema de ventilación de uno de los edificios, y eliminar los montículos de grava contaminante que están en el terreno. El plazo es el final de año. Según la fiscalía, en los últimos dos meses la compañía H. Kramer & Co. ha tomado medidas como eliminar una de las chimeneas en el suroeste de la planta, reparar y sellar orificios en el techo e instalar puertas especiales para minimizar las emisiones sin control, y tratar los montículos de grava para que el polvo contaminante no se disperse en el aire.
DATOS CONCRETOS En abril de este año se dieron a conocer datos obtenidos por un monitor de aire instalado por la EPA a las afueras de la escuela primaria Manuel Pérez Jr. Según muestran dichas cifras, en un período de tres meses del año 2010 los niveles de plomo en el aire excedieron los límites federales. En una ocasión se excedieron incluso 10 veces por encima del límite establecido. No existe una medida segura de exposición al plomo. Pero en 2008 la EPA estableció que la cantidad de plomo permitida era de 0.15 microgramos por metro cúbico y con base en ese indicador se monitorea el aire. En abril de 2010, por ejemplo, se detectaron 1.40 microgramos por metro cúbico y en diciembre de ese año 1.53, según el documento de la EPA. Dichos resultados desataron una investigación de parte de la agencia ambiental a nivel estatal y federal. Asimismo, a principios del verano, personal del Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH) realizó pruebas para detectar plomo en la sangre de niños y adultos residentes en Pilsen, en una serie de eventos organizados por las organizaciones comunitarias Pilsen Alliance y PERRO.
EFECTOS EN LA SALUD Los signos de envenenamiento por plomo pueden incluir dolor de estómago, estreñimiento, vómitos frecuentes o falta de apetito, problemas de sueño, irritabilidad, cansancio o dolor de cabeza, de acuerdo con información del CDPH. El plomo es tóxico para muchos órganos y tejidos, como corazón, huesos, intestinos, riñones y los sistemas nervioso y reproductivo. Además, el envenenamiento con plomo es particularmente tóxico para los niños, ya que interfiere con el desarrollo del sistema nervioso, causando potenciales desórdenes de aprendizaje y comportamiento, según material recopilado por Pilsen Alliance. El tratamiento depende del grado de envenenamiento. Se puede aplicar una terapia de quelación, que ayuda a que el metal sea expulsado del cuerpo.