Un tóxico es una sustancia capaz de causar efectos nocivos
o daños a la salud. Un principio elemental es conocer que
las sustancias químicas pueden ser nocivas.
Podríamos hacer listas interminables de tóxicos y aun así
olvidarnos de algunos. Debe tenerse precaución con todas las
sustancias del hogar, pero conviene tener idea del grado de
toxicidad de las mismas. No es lo mismo que un niño ingiera
un trozo de jabón a que tome un trago de ácido muriático.
El riesgo con algunos productos que pueden hallarse en el
hogar es altísimo, por ejemplo: ácidos fuertes (ácido muriático,
quitaóxidos, etc), álcalis fuertes (soda cáustica, limpiahornos,
etc.), plaguicidas potentes (parathión, vapona, etc.), medicamentos
(jarabes para la tos, gotas nasales, sedantes, etc.), alcohol
de quemar, algunos cosméticos, algunas plantas de adorno,
aparatos de combustión que funcionan mal (monóxido de carbono,
etc.).
Si tiene alguna duda sobre la peligrosidad de tóxicos de
su hogar, consulte a un servicio de toxicología antes de que
se produzcan daños
- Los recipientes de medicamentos u otros productos químicos
deben tener tapones seguros y nunca deben ser dejados abiertos.
- Nunca dejar en estantes bajos o en el suelo productos
como soda cáustica, kerosén, plaguicidas, etc. No deben
guardarse en la cocina (con los alimentos) ni en el cuarto
de baño (con los cosméticos).
- Los medicamentos u otras sustancias químicas deben ser
mantenidas en sus envases originales con sus etiquetas intactas.
- Nunca deben guardarse soluciones peligrosas en vasos o
botellas de bebidas que los niños asocien con comidas o
bebidas.
- Todos los productos de alta toxicidad (incluyendo los
medicamentos) deben guardarse bajo llave.
- Las sustancias tóxicas innecesarias, como medicamentos
vencidos, restos de plaguicidas, productos que no se usan,
etc, deben ser eliminados (consultar como).
- Antes de administrar o ingerir cualquier medicamento,
verificar cuidadosamente el rótulo del envase, su fecha
de vencimiento, etc.
- No colocar diferentes comprimidos o tabletas en un mismo
frasco.
- Los recipientes vacíos de plaguicidas no deben ser usados
con otros objetivos: deben ser eliminados (consultar como).
- Los envases tipo aerosol pueden estallar al ser calentados
o eliminar gases o vapores tóxicos al ser dañados.
Recuerde: las intoxicaciones pueden
evitarse
- Ante cualquier intoxicación comuníquese con un Servicio
de Toxicología (SERTOX Sanatorio de Niños, Te: 0341
– 448 0202) para ser orientado sobre los primeros auxilios.
- En casos graves preocúpese por el traslado a un Centro
Asistencial de Alta Complejidad. No pierda tiempo llevando
al paciente a consultorios o servicios donde no se pueden
manejar adecuadamente estas emergencias.
- Si el traslado no lo realiza un servicio de emergencia
y el paciente está inconsciente, cuide que entre bien el
aire a sus pulmones (paciente acostado, sin almohadas y
con la cabeza rotada hacia un costado).
- Trate de llevar con el paciente, el o los envases de los
tóxicos involucrados si se encuentran a mano para su mejor
identificación. En el caso de picaduras de víboras, puede
ser peligroso e innecesario tratar de capturar la víbora.
De acuerdo a la vía de ingreso del tóxico al organismo puede
ser necesario:
- Vía Oral (ingestión) -más de 80 % de las intoxicaciones
agudas: no intente provocar el vómito si no se lo indican
expresamente. No administre leche o aceite. Sin consultar
puede administrar agua pero no mucha.
- Vía Respiratoria (inhalación): traslade al paciente
al aire libre y afloje sus ropas. Si el paciente no respira
puede ser necesario hacer respiración boca a boca.
- Vía Dérmica (contacto o volcamiento en la piel):
retire la ropa contaminada y guárdela en bolsa de polietileno.
Lave la piel con abundante agua. Para muchos tóxicos puede
ser necesario usar jabón.
- Vía Ocular (por ojos): lavar los ojos con abundante
agua.
Ante una intoxicación aguda trate de serenarse y actuar
lógicamente no haga nada que no este seguro que beneficie
al intoxicado trate siempre de consultar a un servicio de
toxicología
El niño de edad preescolar es el más susceptible a las intoxicaciones
accidentales. En Rosario se atendieron entre 1977 y 1994 más
de 35 000 personas intoxicadas: el 56 % fueron niños de 1
a 4 años de edad.
La responsabilidad de los padres para prevenir intoxicaciones
en niños de esta edad es intransferible.
Nuestros consejos tienden a ayudar en esta tarea porque:
para poder prevenir un
riesgo, primero hay que conocerlo.
Un tóxico es una sustancia capaz de causar efectos nocivos
o daños a la salud. Un principio elemental es conocer que
las sustancias químicas pueden ser nocivas.
Podríamos hacer listas interminables de tóxicos y aun así
olvidarnos de algunos. Debe tenerse precaución con todas las
sustancias del hogar, pero conviene tener idea del grado de
toxicidad de las mismas. No es lo mismo que un niño ingiera
un trozo de jabón a que tome un trago de ácido muriático.
El riesgo con algunos productos que pueden hallarse en el
hogar es altísimo, por ejemplo: ácidos fuertes (ácido
muriático, quitaóxidos, etc), álcalis fuertes (soda
cáustica, limpiahornos, etc.), plaguicidas potentes
(parathión, vapona, etc.), medicamentos (jarabes para
la tos, gotas nasales, sedantes, etc.), alcohol de quemar,
algunos cosméticos, algunas plantas de adorno,
aparatos de combustión que funcionan mal (monóxido
de carbono, etc.).
Descuido en el almacenamiento o uso de sustancias tóxicas:
más de la mitad de las intoxicaciones son con productos que
el niño tiene a la vista.
- Alteraciones o cambios de conductas familiares: mudanzas,
embarazo de la madre, enfermedades o muerte de familiares,
problemas matrimoniales, visitas a otras casas, etc. Lamentablemente
muchas veces las tensiones familiares se identifican después
del primer accidente.
- Las intoxicaciones en niños son más frecuentes en horas
del almuerzo y cena y en épocas de calor.
- Los recipientes de medicamentos u otros productos químicos
deben tener tapones seguros y nunca deben ser dejados abiertos.
- Nunca dejar en estantes bajos o en el suelo productos
como soda cáustica, kerosén, plaguicidas, etc. No deben
guardarse en la cocina (con los alimentos) ni en el cuarto
de baño (con los cosméticos).
- Los medicamentos u otras sustancias químicas deben ser
mantenidas en sus envases originales con sus etiquetas intactas.
- Nunca deben guardarse soluciones peligrosas en vasos o
botellas de bebidas que los niños asocien con comidas o
bebidas.
- Todos los productos de alta toxicidad (incluyendo los
medicamentos) deben guardarse bajo llave.
- Las sustancias tóxicas innecesarias, como medicamentos
vencidos, restos de plaguicidas, productos que no se usan,
etc, deben ser eliminados (consultar como).
- Antes de administrar o ingerir cualquier medicamento,
verificar cuidadosamente el rótulo del envase, su fecha
de vencimiento, etc.
- No colocar diferentes comprimidos o tabletas en un mismo
frasco.
- Los recipientes vacíos de plaguicidas no deben ser usados
con otros objetivos: deben ser eliminados (consultar como).
- Los envases tipo aerosol pueden estallar al ser calentados
o eliminar gases o vapores tóxicos al ser dañados.
- Algunas infusiones o medicaciones caseras como el té de
Payco, de anís estrellado, etc., pueden producir intoxicaciones.
- Enséñele a los niños que las plantas no deben comerse
ni llevarse a la boca.
- No ingiera ni se lleve a la boca productos silvestres
y menos aun delante de niños.
- No ingiera hongos silvestres si no esta’ absolutamente
seguro de su inocuidad.
(SERTOX, Sanatorio de Niños, Te: 0341-4480202) para ser orientado
sobre los primeros auxilios.
En casos graves preocúpese por el traslado a un Centro Asistencial
de Alta Complejidad. No pierda tiempo llevando al paciente
a consultorios o servicios donde no se pueden manejar adecuadamente
estas emergencias.
Si el traslado no lo realiza un servicio de emergencia y
el paciente está inconsciente, cuide que entre bien el aire
a sus pulmones (paciente acostado, sin almohadas y con la
cabeza rotada hacia un costado).
Trate de llevar con el paciente, el o los envases de los
tóxicos involucrados si se encuentran a mano para su mejor
identificación. En el caso de picaduras de víboras, puede
ser peligroso e innecesario tratar de capturar la víbora.