Todos los alimentos son susceptibles de contaminación por microorganismos, parásitos y sustancias tóxicas pudiendo provocar intoxicaciones en seres humanos. La hipótesis de este trabajo es que en las intoxicaciones alimentarias (IA) no debería existir relación entre el sexo y las demás variables, como hemos descripto en otras motivaciones. Objetivo: verificar la hipótesis y mejorar nuestro conocimiento sobre IA. Material y método: 553 consultas por IA atendidas en el Sertox entre 1990-99. En el procesamiento estadístico de datos se utiliza el método de chi cuadrado de Pearson. Resultados: El perfil de las IA difiere del de otras motivaciones. Predominan los menores de 10 años (26.2%) y junto con los otros grupos etarios reflejaría la forma de la pirámide poblacional de Rosario. Tienen presentación estacional : 46.4% de diciembre a marzo (4 meses cálidos) frente a 22.5% de mayo a agosto (4 meses templados o fríos). Hay tres picos horarios de mayor frecuencia: de 12 a 14 horas (29.4%), de 20 a 22 horas (15%) y de 22 a 24 horas (17.8%). La latencia hasta la consulta es menor a 30 minutos en el 41.1%. La mayoría (47.7%) cursa sin síntomas y hubo un caso letal de botulismo atendido en 1991. El 86.2% de los pacientes sintomáticos presenta sólo síntomas gastrointestinales. No hubo registros de brotes de más de 20 personas. En el 88.6% la cantidad de tóxico o bien no puede ser determinada o es escasa. Este es un dato que sólo interesa en el caso de alimentos contaminados o sustancias ingeridas por confusión como alimentos, tales como hipoclorito, plaguicidas o hidrocarburos. En este trabajo enfatizamos este tipo de IA más que las provocadas por microorganismos. El análisis estadístico de estos datos muestra que la edad, día, hora y mes en que se intoxica, latencia hasta la consulta, síntomas, signos, cantidad y tipo de sustancia tóxica involucrada no están relacionados con el sexo (p>0.05). Conclusión: Se confirma nuestra hipótesis que en las IA el sexo es independiente de las otras variables consideradas.