El ácido acetilsalicílico (aspirina) es el
antiinflamatorio y analgésico-antipirético prototipo
entre todos los AINES. (Analgésicos y antinflamatorios
no esteroideos)
Los salicilatos son rápidamente absorbidos en el estómago.
A un PK 3.5 un 50% del salicilato no ionizado se absorbe en
el estómago. La absorción es menos eficiente
en el intestino delgado pero no obstante es mayor que en estómago
por su mayor superficie. Antes de la hora se alcanzan concentraciones
plasmáticas máximas. La dosis terapéutica
es de 15 mg/Kg. y la dosis letal es de 10 a 30 gramos en un
adulto, aunque dosis mayores no han ocasionado la muerte.
En cuanto a las concentraciones plasmáticas el rango
terapéutico es de 15 a 30 mg/dl. Más allá
de ese nivel se producen signos y síntomas de toxicidad.
A medida que la dosis aumenta dos de las cinco vías
de eliminación se saturan y exhiben una cinética
de orden cero. Así la vida media de los salicilatos
es de 2 a 4 horas a niveles terapéuticos, pero se prolonga
hasta 20 horas a niveles tóxicos. También hay
una disminución en los niveles de unión a proteínas:
de un 90% en rango terapéutico a un 75% a niveles tóxicos.
Los salicilatos estimulan los centros respiratorios, produciendo
hiiperventilación y alcalosis respiratoria. También
interfieren en el ciclo de Krebs, limitando la producción
de ATP y aumentando la producción de lactato, llevando
a una cetosis y a una acidosis metabólica con alto
anion gap. Aunque la acidosis metabólica se halla en
estados tempranos, la alcalosis respiratoria es lo que predomina
inicialmente. Los pacientes intoxicados con salicilatos presentan
disturbios ácido-base mixtos.
En niños la alcalosis respiratoria puede ser intrascendente,
y descubrirse cuando la acidosis metabólica se está
instaurando, por eso no se debe pensar que en los niños
la característica es la acidosis metabólica.
Una mezcla de alcalosis respiratoria y acidosis metabólica
se encuentran en la mayoría de los adultos con cifras
de salicilemia de más de 40 mg/dl. Cualquier adulto
debido a la hiperventilación puede tener edema pulmonar,
depresión del sistema nervioso central que puede llegar
a una fatiga severa, llevando a una posterior acidosis respiratoria
con grave pronóstico
Los signos y síntomas tempranos de la toxicidad por
salicilatos incluyen náuseas, vómitos, diaforesis
y zumbido de oídos (tinitus) con o sin pérdida
de la audición. A medida que los niveles de salicilatos
aumentan el zumbido es rápidamente seguido por una
disminución de la audición que a veces es seguida
por sordera. Otros efectos a nivel del SNC pueden incluir
vértigo, hiperventilación así como también
hiperreactividad, agitación, delirio, alucinaciones,
convulsiones, letargia y estupor. El coma es raro y generalmente
ocurre con dosis masivas y niveles de 100 mg/dl. Una elevación
de la temperatura corporal resulta del desacople de la fosforilación
oxidativa y es un signo de toxicidad severa.
La intoxicación crónica por salicilatos incluye
pérdida de la audición, náuseas, vómitos,
disnea e hiperventilación, taquicardia e hipertermia,
manifestaciones neurológicas como confusión,
agitación hiperreactividad, habla dificultosa, alucinaciones,
convulsiones y coma. Debido a la similitud con la intoxicación
aguda, la aparición lenta y la menor severidad del
cuadro nos hacen sospechar de una intoxicación crónica.
Muchas veces este cuadro es enmascarado por la patología
de base.
Otros efectos son:
– Hepatitis, con alteración de enzimas hepáticas
y alteración del metabolismo
de la glucosa.
– Síndrome de Reye.
– Edema pulmonar neurogénico, neumonitis aspirativa,
edema pulmonar no cardiogénico (cuya causa es la hipoxia
aparentemente, y cuyo tratamiento es oxigeno, ventilación
y hemodiálisis, puede verse con salicilemia de 30 mg/dl)
– Hipoprotrombinemia con disfunción plaquetaria, anemia,
inhibición de los factores V, VII y X
– Rabdomiólisis.
Debe hidratarse al paciente para restaurar y corregir su
volumen, con el objetivo de forzar la diuresis.
Aún más importante es restaurar el pH. Es necesario
corregir la acidosis ya que un pH sanguíneo bajo hace
que se desplacen salicilatos del plasma al cerebro y otros
tejidos. La alcalinización de la sangre y de la orina
con bicarbonato de sodio (NaHCO3) es importante. La alcalinización
del plasma debe ser considerado con niveles de más
de 35 mg/dl, si con estas concentraciones no hay sintomatología,
la alcalinización no seria necesaria. El PH urinario
se debe mantener en 7.5-8 para mantener una excreción
considerable.
La hipokalemia que resulta del movimiento del potasio dentro
de la célula, intercambiado por los hidrogeniones,
la pérdida urinaria de potasio, los vómitos
y la alcalosis metabólica con bicarbonaturia, es una
complicación frecuente de la intoxicación con
salicilatos y puede entorpecer la alcalinización urinaria,
al menos que la hipokalemia sea corregida. Puede haber hipocalcemia.
El Carbón Activado ha demostrado tener una moderada eficacia en la intoxicación con salicilatos. La administración de dosis repetidas cada 4 hs puede disminuir la absorción inicial de salicilatos en un 15 a un 20%. Se puede mejorar la excreción dando un purgante salino tipo sorbitol.
La hemodiálisis debe estar indicada cuando:
– Salicilemia de más de 100 mg/dl
– Falla renal
– Falla cardiaca congestiva
– Edema pulmonar no cardiogénico
– Disturbios en SNC
– Deterioro de signos vitales
– Alteraciones severas del ácido-base, a pesar del
apropiado tratamiento
– Compromiso hepático con coagulopatía.