| Toxicidad alta | Toxicidad moderada | Toxicidad baja | 
| Carbofenotión | Acetato | 
 | 
Son derivados del ácido fosfórico, y actúan 
                    inhibiendo las enzimas colinesterasas (verdadera y pseudocolinesterasa) 
                    del organismo, lo que determina la acumulación de grandes 
                    cantidades de acetilcolina en las sinapsis nerviosas, y por 
                    lo tanto a nivel de los receptores nicotínicos y muscarínicos, 
                    centrales y periféricas, dando lugar a un síndrome 
                    colinérgico o parasimpáticomimético.
                    La reacción entre un ester organofosforado y el sitio 
                    activo de la acetilcolinesterasa (un grupo de serina hidroxilada) 
                    determina la formación de un complejo intermedio transitorio 
                    que se hidroliza parcialmente, dando lugar a una enzima inhibida, 
                    estable, fosforilada y ampliamente no reactiva, la que, bajo 
                    circunstancias normales, pueden ser reactivadas sólo 
                    a lenta velocidad.
                    Con muchos COFA la enzima inhibida irreversiblemente determina 
                    que los signos y síntomas de la intoxicación 
                    sean prolongados y resistentes, requiriendo vigorosa intervención 
                    médica e incluyendo la reactivación de la enzima 
                    con el antídoto químico especifico.
El cuadro clínico tarda en aparecer entre 5 minutos a horas, y se debe a la acumulación de acetilcolina recién mencionada que determina síntomas que pueden ser separados en tres categorías:
1- Potenciación de la actividad parasimpática 
                    postganglionar, con aparición de miosis, broncoespasmo, 
                    salivación, sudoración, sialorrea, vómitos, 
                    incontinencia de heces y orina, etc.
                    2- Despolarización persistente del músculo esquelético, 
                    con fasciculaciones musculares iniciales seguidas del bloqueo 
                    neuromuscular y parálisis
                    3- Estimulación inicial de las células del SNC 
                    seguida por depresión de las mismas, con inhibición 
                    del centro respiratorio y convulsiones
Este cuadro clásico de intoxicación con COFA ha resultado más complicado por el reconocimiento de signos adicionales y persistentes de neurotoxicidad no asociada previamente con estos compuestos. El llamado "Síndrome intermedio" aparecería 1 a 4 días después de la fase aguda y se caracterizaría por debilidad muscular recurrente, parálisis de los nervios craneales, paro respiratorio, etc. También se han descripto cuadros tardíos (3 semanas después de la intoxicación) o secuelas crónicas, como neuropatía periférica (parestesias en extremidades inferiores, debilidad, etc.) ataxia, parálisis fláccida simétrica, trastornos de la conducta, memoria o estado de ánimo.
La historia clínica y la aparición de los síntomas 
                    característicos orientan al diagnóstico, y serán 
                    el marcador de gravedad.
                    Se harán determinaciones de colinesterasa plasmática 
                    (valores normales 3.500-8,500 U/I) o seudocolinesterasa y 
                    colinesterasa eritrocitaria (valores normales 26-43 U/g de 
                    hemoglobina)
El tratamiento se basa en:
                    1) Establecer vía aérea permeable y ventilación
                    2) Decontaminación del paciente (cutánea, LG, 
                    etc.)
                    3) Atropina: la atropina tiene afinidad por los receptores 
                    colinérgicos muscarínicos compitiendo con la 
                    acetilcolina. La cantidad de atropina a utilizar debe ser 
                    titulada de acuerdo a la observación cuidadosa del 
                    paciente hasta revertir todos los síntomas muscarínicos 
                    e incluso producir síntomas atropínicos. La 
                    administración puede ser subcutánea, intramuscular 
                    o endovenosa según la gravedad del cuadro y la urgencia 
                    para revertir los síntomas. Dosis de 0.01 mg/kg en 
                    casos leves hasta 0,02-0,5 mg/kg en cuadros graves. Habitualmente 
                    se usa atropina o derivados hasta 48 horas después 
                    de la intoxicación.
                    4) Reactivadores de colinesterasa: en nuestro medio el reactivador 
                    accesible es el PAM (nombre comercial Contrathión®). 
                    Su utilidad es mayor cuando más precozmente se administra. 
                    Se aconseja dosis de 1 a 2 grs. por vía endovenosa.
En Argentina, las sustancias alternativas empleadas como 
                    rodenticidas luego de la prohibición del talio (1983), 
                    son los anticoagulantes. Los rodenticidas anticoagulantes 
                    (RA) o warfarínicos, son de escasa toxicidad aguda 
                    (DL 50:500-5000 mg/Kg), y actúan perturbando los mecanismos 
                    normales de coagulación de la sangre.
                    Los RA se presentan en forma cristalina sólida o en 
                    polvo, y son ligeramente solubles en agua. Se utilizan principalmente 
                    como formulaciones para cebo. La mayoría de ellos son 
                    estables en condiciones de almacenamiento normales. Dada su 
                    baja volatilidad, las concentraciones en el aire son insignificantes.
                    De acuerdo con su estructura química, los RA pueden 
                    agruparse en dos categorías, las hidroxicumarinas y 
                    las indandionas. Más útil resulta clasificarlas 
                    por su duración de acción: de corta duración 
                    (warfarina, etc.) y de larga duración (brodifacoum, 
                    difenacoum, fenoprocumon, etc.), llamadas también de 
                    primera y segunda generación.
                    Con los RA de primera generación la toxicidad dependía 
                    de la exposición repetida a pequeñas dosis, 
                    tanto en humanos como en los roedores. Aunque esa propiedad 
                    determinaba que virtualmente no se observara toxicidad en 
                    humanos después de exposiciones únicas, la incapacidad 
                    para asegurarse que las ratas comerían repetidamente 
                    del veneno los hacia menos efectivos como rodenticidas. Además 
                    un proceso de selección determinó la prevalencia 
                    en algunas áreas de ratas resistentes a los anticoagulantes 
                    ("superratas"). Por ello fueron introducidos nuevos 
                    tipos de rodenticidas anticoagulantes (de larga duración) 
                    que producen marcados defectos en la coagulación con 
                    una única dosis hasta por 7 semanas. La vida media 
                    varia entre 40 horas (warfarina) y 120-160 horas (fenoprocumon).
                    Las muertes y los síndromes clínicos graves 
                    se deben por lo general a anticoagulantes de segunda generación. 
                    La diferencia principal entre la warfarina y los demás 
                    anticoagulantes (tanto las indandonas como las hidroxicumarinas 
                    de segunda generación) es que éstos tienen mayor 
                    tiempo de retención en el organismo y por consiguiente 
                    un efecto más prolongado que la warfarina. Por ello, 
                    en los casos de envenenamiento, el tratamiento con el antídoto 
                    (vitamina K1, Konakion®) debe proseguir durante un periodo 
                    más largo.
Los RA son antagonistas de la vitamina K. Su lugar principal 
                    de acción es el hígado, donde varios de los 
                    precursores de la coagulación de la sangre sufren un 
                    procesamiento post-traslación dependiente de la vitamina 
                    K antes de convertirse en los zimógenos procoagulantes 
                    respectivos. Parece que el mecanismo de acción es la 
                    inhibición de la reductasa epoxídica K1.
                    Los RA se absorben fácilmente por el tracto intestinal, 
                    y también pueden absorberse por la piel y el sistema 
                    respiratorio. Hay un potencial de exposición ocupacional 
                    a los rodenticidas anticoagulantes durante la fabricación, 
                    formulación y aplicación del cebo, pero no se 
                    dispone de datos sobre los niveles de exposición.
La concentración de protrombina plasmática orienta sobre la gravedad de la intoxicación. Es una indicación más sensible que pruebas generales como el tiempo de protrombina (TP), aunque la medición del TP ayuda a determinar la eficacia y la duración de tratamiento necesaria.
Se han establecido normas de atención en pacientes 
                    con intoxicación con rodenticidas anticoagulantes.
                    1) Primero discriminar si es accidente o TS; ya que la cantidad 
                    involucrada es escasa en la primera motivación y abundante 
                    en la segunda
                    2) En ambos casos tratar de identificar el RA;
                    3) En caso de accidente, ya que la mayoría de los pacientes 
                    cursa en forma asintomática la mayoría de los 
                    autores recomienda no intervención. No se indica emesis 
                    o lavado gástrico (excepto si la ingestión referida 
                    fuese abundante) y se puede indicar o no, carbón activado 
                    (CA) y/o purgante salino (PS), tipo leche de magnesia. La 
                    producción de heces blandas permite identificar indirectamente 
                    la cantidad ingerida ya que la mayoría de los soportes 
                    de cebos no se digieren. Única determinación 
                    de control: TP a las 48 horas. Si está normal se da 
                    el alta.
                    4) En caso de TS indicar siempre internación. (Nuestras 
                    normas de atención de TS con sustancias tóxicas 
                    incluyen siempre internación basadas en razones médicas, 
                    psicológicas e incluso legales). Insistir en identificar 
                    el RA (mandar a los familiares a buscar envases, etc.) porque 
                    los controles pueden modificarse. Si no se puede identificar 
                    se trata como si fuese de 2da generación. Indicar medidas 
                    evacuatorias, especialmente con ingestiones abundantes y recientes, 
                    (por el tipo de presentación del tóxico, gránulos) 
                    estaría indicada la emesis con Jarabe de Ipeca, y luego 
                    administrar CA y/o PS. Dosis repetidas de CA se consideran 
                    útiles.
                    5) Se puede pedir un TP basal (para descartar ingestiones 
                    previas) y control a 48 horas
                    6) El tratamiento del envenenamiento con anticoagulantes se 
                    gradúa de acuerdo con la gravedad de la intoxicación. 
                    El tratamiento farmacológico específico consiste 
                    en la administración parenteral de vitamina K1, Konakion®, 
                    con administración simultánea, en los casos 
                    graves, de componentes sanguíneos. La medición 
                    del TP ayuda a determinar la eficacia y la duración 
                    de tratamiento necesaria.
Descripción Epidemiólogica de Intoxicaciones por Plaguicidas en Algunas Áreas de Argentina, 1998 – 1999. (Epidemiological Description of Pesticide Intoxication in Some Areas of Argentina, 1998-1999)