"Las imágenes gráficas motivaron a los fumadores a pensar en más profundidad sobre su hábito y los riesgos asociados con fumar", aseguró en un comunicado de prensa de la universidad la coautora del estudio, Ellen Peters, profesora de psicología. "Las políticas que hacen que esas etiquetas sean obligatorias tienen el potencial de reducir la cantidad de estadounidenses que fuman".