Clase: reptiles:
Suborden: oficios o serpientes
Familia: El criterio sistemático, utilizado para definir
estas familias se basa en el tipo y distribución de
los dientes:
a) Dentición AGLIFA: poseen dientes sin surcos y del
mismo tamaño; no son venenosas.
F. BOIDAE: "Boa constrictor".
F. COLUBRIDAE: "falsa coral", "falsa yarará".
b) Dentición OPISTOGLIFA: poseen dientes mezclados
del mismo tamaño, excepto el último a cada lado
del maxilar que es un colmillo acanalado; se las consideran
no venenosas para el hombre.
F. COLUDRIDAE: culebra mussurana.
c) Dentición PROTEROGLIFA: poseen en la parte superior
del maxilar dos colmillos parcialmente tubulares y fijos;
son venenosas.
F. ELAPIDAE: "coral"
d) Dentición SOLENOGLIFA: poseen en la parte anterior
del maxilar dos colmillos tubulares y móviles venenosas.
F. CROTALIDAE.
Género Bothrops: "yarará".
Género Crotalus: "cascabel".
En general, las ovíparas después de poner alrededor
de 30 huevos en un sitio húmedo y cálido fuera
del alcance de los rayos solares, abandonan su nidada, con
excepción de unas pocas especies que se enroscan sobre
ellas.
Los huevos, tras un período de incubación de
aproximadamente 3 meses o poco más, dejan en libertad
a los viboreznos; pertenecen a esta forma de reproducción
las serpientes del género Micrurus, "víbora
de coral".
Las ovovivíparas mantienen los huevos dentro de su
cuerpo por un período de 3 meses o poco más,
al final del cual irrumpen los viboreznos al exterior. Pertenecen
a esta forma de reproducción las serpientes del género
Bothrops y Crotalus ("yarará" y "cascabel").
Los viboreznos de estos ofidios ponzoñosos, ya nacen
con todas sus facultades e instintos, al punto que a partir
de su nacimiento pueden llevar vida independiente y procurarse
su propio alimento sin ayuda de los padres; incluso inoculan
pequeñas dosis de veneno a sus primeras víctimas,
siendo por ello tan peligrosos para el hombre como los ejemplares
adultos.
Las serpientes se alimentan en forma espaciada y habitualmente
de noche.
Sus posibles alimentos pueden variar según las condiciones
locales; algunas especies ingieren lagartijas, insectos, ranas,
huevos de aves, pichones, pequeñas aves, etc.
El sapo, en contra de la creencia popular, no suele ser alimento
habitual de las serpientes venenosas, pues excreta una sustancia
muy tóxica, capaz de causar la muerte del ofidio.
Las presas, inmovilizadas por la acción, del veneno
por constricción, son, en general, deglutidas enteras,
ya que los ofidios no utilizan sus dientes para masticar sus
alimentos. Conviene mencionar también que las serpientes
beben agua y que todas son capaces de nadar y sobrevivir,
dato a recordar en casos de inundaciones naturales por lluvias
intensas, o artificiales por llenado de una gran represa.
En algunas regiones se constata un fenómeno de inversión:
en las áreas selváticas, vírgenes de
la acción del hombre, se encuentran aproximadamente
un 20 % de ofidios, venenosos y un 80 % de culebras inofensivas.
Pero en las áreas cultivadas; dedicadas a la producción
agropecuaria, se constata la presencia de un 80 % de serpientes
venenosas y un 20 % de no venenosas, interpretándose
que esta distribución tan peculiar responde a la mayor
disponibilidad, en las áreas cultivadas, del alimento
natural y preferido por los ofidios venenosos: los roedores;
de ahí que en las zonas cultivadas sea mayor el riesgo
potencial de ser mordidos por una serpiente venenosa.
Es una serpiente vistosa. Sobre el dorso del tronco y hasta
la cola tiene a cada lado una serie de amplios dibujo de diseños
característicos: en forma de "C" acostada
o de "tubo de teléfono", de color castaño
más o menos claro.
El color ventral es generalmente blanquecino (a veces con
tinte anaranjado), manchado irregularmente de oscuro.
Sobre la cabeza muestra líneas blancas que hacen recordar
al diseño de una cruz.
Suele alcanzar un metro de longitud, aunque puede exceder
el metro y medio, con un grosor de nueve centímetros.
Prefiere zona húmeda y los bordes de los ríos
y esteros.
Al irritarse se enrosca en espiral, ocupando la cabeza el
centro y estando el cuerpo replegado en S. Si el enemigo se
presenta de imprevisto puede atacar de cualquier posición,
pero la efectividad de este ataque es siempre menor que desde
la posición descripta. Víbora agresiva y peligrosa.
Su mordedura inyecta gran cantidad de veneno, siendo la autora
de casi el 90% de los accidentes humanos en nuestro país.
Llega a medir un metro de longitud; aunque los ejemplares
adultos comunes tienen 70 y 80 centímetros.
Es una especie de tonalidades grisáceas y los diseños
que encontramos en su cuerpo tienen generalmente forma de
trapecios, con sus bases menores hacia el dorso. Cerca de
los vértices de las bases mayores de los mismos se
encuentran dos manchas (una en cada vértice) del mismo
color que el trapecio, pardo oscuro.
En los flancos del cuerpo suele haber una banda color salmón
clara.
El vientre es blanquecino salpicado de pequeñas manchas
oscuras que se agrupan en la base de cada flanco.
En los ejemplares jóvenes, de hasta dos años
de edad; el extremo de la cola es de color blanco amarillento
o amarillo limón, razón por la que en Brasil
se la llama "Yarará de rabo blanco".
Es una víbora agresiva y veloz en el ataque, provoca
accidentes en toda el área de su dispersión
por el norte y centro del país.
Es la más pequeña del género Bothrops,
ya que los ejemplares adultos rara vez alcanzan a medir medio
metro.
Tienen su hocico dirigido hacia arriba, de ahí el nombre
de "Yarará ñata".
Su distribución abarca las zonas patagónicas,
pampeanas y las regiones montañosas del país.
Es una víbora poco frecuente de encontrar.
Crotalus durissus terrificus ("Víbora de cascabel")
Es la más inconfundible de las especies ponzoñosas,
por la presencia de su crótalo o apéndice caudal,
formado por una hilera de canutos achatados, huecos y articulados
entre sí, los que emiten un sonido crepitante característico
al golpear unos con otros a causa del movimiento vibratorio
que el ofidio imprime a su cola cuando se siente agredido.
Su diseño dorsal consiste en una serie de manchas romboidales
de color marrón grisáceo claro bordeadas de
blanco, a veces amarillento; sobre fondo pardo claro, vientre
amarillo uniforme.
Al igual que los otros miembros de la familia viperidae, enroscada,
con la cabeza en el centro, es capaz de atacar rápidamente.
Puede alcanzar un metro y medio con un grosor de siete centímetros,
aunque los ejemplares más comunes tienen 90 centímetros
de longitud.
Aun en los lugares donde se encuentra con relativa abundancia,
produce pocos accidentes, por la advertencia que significa
el sonido de su "cascabel".
Los ejemplares adultos más comunes miden 70 centímetros.
Está decorada con tonalidades muy llamativas que consisten
en serie de tres anillos negros (triadas) separadas entre
sí por anillos rojos; los anillos de las triadas están
a su vez separados por un angosto anillo blanco o amarillento.
Todos estos anillos son completos alrededor del cuerpo, es
decir que se continúan en el vientre. La disposición
y color de estos anillos puede tener alguna variación
según la especie considerada, pero su existencia es
lo que caracteriza a primera vista a esta especie.
No suele ser un ofidio agresivo; su comportamiento ante un
agresor es característico: siempre trata de huir, pero
si se la acosa, esconde la cabeza bajo su cuerpo al tiempo
que enrosca y levanta la cola exhibiendo sus colores rojos.
Esta actitud atrae la atención del enemigo sobre la
cola, protegiendo la cabeza del posible ataque.
No obstante, si inadvertidamente es pisada, muerde; su ponzoña
es sumamente tóxica y a pesar de tener boca y colmillos
pequeños, la inyección de veneno (en caso de
producirse) es importante, porque al morder suele retener
a la víctima.
Sintetizado de "Elenco,
Sistemático de los Ofidios Argentinos". Abalós
y C. C. Misehis. Bol. Ac. Nac., de Ciencias. Tomo 51. Rep.
Argentina. 1915.
Clase: reptiles. Suborden: ofidios o serpientes.
1) Aglifa (no ponzoñosas)
Tienen dientes macizos, sin conducto, todos casi del mismo
tamaño, agudos, inclinados en forma de gancho hacia
atrás (figura 1).
Esta descripción corresponde a las dentaduras de algunas
culebras y de las boas, como Eunectes notaeus, denominada
vulgarmente "curiyú".
La disposición de sus dientes puede apreciarse en la figura 3.
(º) Figuras 1 a 4 extraídas del noticioso Rhodia Mérieux. Diagrama del Instituto Butantan. Pág. 10. Octubre 1976.
Síndromes clínicos del ofidismo:
A) Accidente por ofidios del género Micrurus ("Víbora
dé coral")
Los síntomas se presentan a los pocos minutos, 5′ a
20′, de producida la mordedura.
El síndrome local es mínimo y está representado
solamente por escaso dolor, edema e hipoestesia o anestesia.
El veneno es exclusivamente neurotóxico, habiendo mostrado,
en estudios experimentales, un efecto inhibitorio del mecanismo
enzimático mitocondrial de las células cerebrales,
y en el axón nervioso, desorganización de la
vaina de Schwann.
A partir de la región mordida, el compromiso motor
y sensitivo se hace ascendente, paralizando en forma progresiva
los músculos intercostales, diafragma, faciales, faringolaríngeos
(crisis de sofocación y sialorrea espesa), oculares
(ptosis palpebrales), disnea, parálisis respiratoria,
colapso periférico y muerte por parálisis cardiorrespiratoria.
Se han señalado también síndromes paralíticos
de tipo landriforme.
B) Accidente por ofidios del género Crotalus ("Víbora
de cascabel")
Combina el síndrome neurotóxico con trastornos
hemolíticos.
El síndrome local es discreto, al igual que el accidente
elapídico, observándose dolor y edema leves
acompañado de parestesias; la temperatura es, en general
normal. Las manifestaciones neurotóxicas, de carácter
curarizante, se traducen por parálisis palpebral, disminución
de la agudeza visual, trastornos en la acomodación,
obnubilación y cierta dificultad en la articulación
de la palabra.
No es habitual la tendencia a la hipotensión arterial
o al colapso, salvo en los casos fatales.
Los trastornos neurológicos son seguidos por hemoglobinurias
que conducen al síndrome del nefrón inferior,
desequilibrio iónico y muerte.
Esta complicación renal es de presentación tardía,
luego de las 8 a 10 horas de evolución.
El vómito y la diarrea están, con frecuencia,
asociados con la insuficiencia renal.
C) Accidente por ofidios del género Bothrops ("Yarará").
Se trata de un síndrome cito-histotóxico con
tendencia a la coagulación intra o extravascular.
En el área de la mordedura se experimenta dolor intenso
en la mayoría de los casos, desarrollándose
en pocos minutos un edema importante que puede abarcar todo
el miembro. La equimosis, el edema y la aparición de
grandes ampollas de contenido hemático, representan
signos de indudable valor diagnóstico.
En general, al cabo de pocos días (entre 2 y 7 días)
se constituye la necrosis que afecta el tegumento y masas
musculares, pudiendo dejar al desnudo el esqueleto subyacente,
o bien ocasionar amputación o desarticulación
del segmento distal, en el caso de los miembros. La necrosis
resulta de la concurrencia de los factores siguientes: acción
citotóxica, edema y coagulación intravascular
local. Esta situación se ve agravada con la aplicación
del "torniquete".
En los casos moderados, y sobre todo graves; se comprueba
alteración de los siguientes órganos o sistemas:
a) Órganos de los sentidos: disminución de la
agudeza visual.
b) Aparato digestivo: epigastralgia, náuseas, vómito
acuoso.
c) Aparato cardiovascular: taquicardia, hipotensión,
shock. Este último puede ocasionar necrosis tubular
renal.
d) Aparato urogenial: albuminuria, hematurias; eventualmente,
cilindrurias, oliguria o anuria.
e) Alteraciones humorales: leucocitosis leve. La hiperazoemia,
la hipercreatinemia y las alteraciones electrolíticas
son frecuentes en presencia de shock o insuficiencia renal.
f) Síndrome de coagulación intravascular diseminada
(C.I.D.).
Desde el punto de vista clínico: petequias, equimosis,
gingivorragias, epistaxis, hematemesis, melenas, hematurias.
En relación al coágulograma: plaquetopenia,
tiempo y concentración protrombínicas alteradas,
prueba del etanol positivo, presencia de monómeros
de fibrina circulante, etc. La C.I.D. puede conducir a la
insuficiencia renal irreversible o dar diversas hemorragias
con tendencia a generalizarse. Estos cuadros son raros (alrededor
del 5 % de los casos).
La muerte en las primeras 72 horas sobreviene por shock, hemorragia
cerebral o hemorragia generalizada y, tardíamente,
por insuficiencia suprarrenal. También por asociación
de una o más de estas alteraciones.
Secuelas: El carácter destructivo de las lesiones observadas
en casos graves o mal tratados, conduce a incapacidades funcionales
locales que requieren tratamiento complementario (en caso
de insuficiencia renal crónica), o rehabilitación
(en caso de desnudamiento, desarticulación o amputación).
B) Tratamiento específico
Para realizar un tratamiento antiofídico correcto debe
respetarse el siguiente principio: todos los accidentes, independientemente
del género y especie agresora, deberán someterse
a una sueroterapia específica capaz de neutralizar
entre 75 y 100 mg de veneno, sobre todo tratándose
de mordeduras por cascabel y coral, porque habitualmente y
desde el punto de vista, práctico deben neutralizarse
75 mg de veneno Bothróplco o 50 mg de cascabel o 30
mg de coral.
Por lo tanto, la cantidad total de suero en centímetros
cúbicos, será aquella que garantice la protección
de 75 mg de veneno como mínimo, es decir, 30 ml de
suero, ajustándose a la titulación inscripta
en el rótulo de cada frasco o ampolla de suero.
Se considerará también como grave una mordedura
por "bothrops" en las siguientes circunstancias:
a) Mordeduras en extremidad cefálica.
b) Niños de baja estatura, débil complexión
o corta edad
c) Síndrome local que muestre, a los pocos minutos,
edema y equimosis extensas.
d) Rápida tendencia al colapso "a poco" de
producido el accidente.
e) Demora en la iniciación del tratamiento, más
allá de los 30 minutos de producida la mordedura.
En cualquiera de estas contingencias se aconseja aplicar no
menos de 30 a 50 ml de suero antibothrópico intramuscular.
En todos los casos el suero específico deberá
ser administrado, intramuscular, en lo posible en una sola
sesión; reservando la vía intravenosa cuando
existan evidencias claras de shock, o hayan pasado más
de 8 horas de evolución, sin tratamiento.
Los niños recibirán igual dosis que los adultos,
pudiendo repartirse la dosis total en distintos grupos musculares,
con el fin de evitar grandes acúmulos de líquido
en masas musculares pequeñas.
Es aconsejable practicar "test" de sensibilidad
al suero antiofídico por vía intradérmica
y/o conjuntival, particularmente cuando se decide el tratamiento
por la vía intravenosa; de lo contrario, aplicar preventivamente
corticoides en dosis grandes.
C) Tratamiento coadyuvante
a) Hidratación conveniente, preferiblemente oral (o
parenteral) según lo que demuestre el balance de ingreso
y egreso de líquidos (cada 24 horas).
b) Córticoesteroides: En ausencia de shock circulatorio,
la dosis oscilará entre 0,15 y 0,45 mg por kg/peso
de dexametasona o betametasona. Esta dosis se repetirá
cada 6 (seis) horas, utilizando, de ser posible, la vía
intravenosa. En su defecto, ‘se aplicará en forma intramuscular.
c) Antihistamínicos (en caso de no disponer de córticoesteroides):
Difenhidramina (Benadryl) 1 a 2 ml cada cuatro a seis horas
por vía intravenosa o intramuscular. Se considera esta
medicación de dudosa eficiencia y conviene señalar
que los agentes antihistamínicos pueden inducir a la
hipotensión arterial.
d) El tratamiento con córticoesteroides se mantendrá,
a la dosis consignada, hasta la resolución conveniente
del síndrome local edematoso o remisión tóxica
del cuadro.
e) En el accidente crotálico se aconseja, como coadyuvante,
la administración de córticoesteroides a las
dosis convencionales, a pesar de no existir criterio de aceptación
unánime. En cambio, se duda sobre su eficacia en los
accidentes por víbora de coral.
f) Si hay dolor, administrar ácido acetil salicílico
a dosis usuales, por vía oral o parenteral.
D) Otras medidas
a) Tratamiento profiláctico del tétanos, con
vacuna y gamma globulina hiperinmune.
E) Acciones que deben evitarse
a) Suministro de bebidas alcohólicas como estimulantes
o para mitigar el dolor.
b) El uso del torniquete: Se ha comprobado que esta medida
agrava el bloqueo vascular, favoreciendo el síndrome
isquémico – edematoso y necrosis.
c) Las incisiones, amplias fasciotomías y cauterizaciones
en el sitio de la mordedura, pues estas medidas destruyen
tejidos y pueden limitar las funciones. Conviene reiterar
que sólo debe exprimirse con los dedos el sitio de
la mordedura para facilitar el arrastre del veneno por la
salida de sangre.
d) La inyección de suero "in situ", puede
aumentar el edema y con ello la isquemia.
e) La administración de agentes inhibidores de la fibrinolisis
ante la presencia de síndrome hemorragíparo
sugestivo de C.I.D. Esta medida agrava la coagulopatía,
y provoca hemorragias intensas.
En toda incursión o realización de tareas en áreas rurales, sean éstas montañosas, selváticas, campos de cultivo, zona de forestación, etc. Se aconseja tener botiquines "ad hoc" y CONSERVADOS EN FRÍO, los siguientes elementos, suficientes en las cantidades que se detallan para el tratamiento de urgencia de 2 a 3 pacientes, según la(s) especie(s) de que se trate:
a) | Suero Antiofídico Bivalente | (antiyarará grande y chica) 6 frascos x 10 ml c/u |
b) | Suero Antiofídico Tetravalente | (antibothrops: Alternatus + Neuwiedi diporus + Jararaca +Jararacussu) 6 frascos x 10 ml c/u |
c) | Suero Antiofídico Anticrotálico | (cascabel) 6 frascos x 10 ml c/u |
d) | Suero Antiofídico Antielapídico | (coral) 6 frascos x 10 ml c/u |
e) | Córticoestoroides (4 a 6 unidades de) |
1) Fosfato sódico de dexametasona: (Se presenta en frascos – ampollas de 2 ml y 5 ml, o 2) Fosfato disódico de betametasona: (Se presenta en ampollas de 1 ml) 4 mgr/ml4 mgr/ml |
f) | Gamma globulina hiperinmune antitetánica | 250 U.I. juntamente con Toxoide tetánico absorbido por hidróxido de aluminio 75 U.I. |
g) | Además: | 4 jeringas descartables de 10 ml.3 vendas de gasa por 8 a 10 cm de ancho.3 vendas de gasa por 5 cm de ancho.1 rollo de tela adhesiva por 3 cm de ancho. 20 comprimidos de aspirina. (ácido acetil-salicílico 0,50 gr).Algodón y alcohol en cantidad adecuada.h) Reemplazar a la mayor brevedad los elementos utilizados. |
Produce y distribuye en todo el país:
SUERO | PROTEGE CONTRA | PRESENTACIÓN | NEUTRALIZA |
Bivalente | Bothrops alternatus (Yarará grande, víbora de la cruz) | Frasco – ampolla de 10 ml | 25 mgr de veneno |
Bothrops neuwiedi diporus (Yarará chica) | 15 mgr de veneno | ||
Tetravalente | Bothrops alternatus | Frasco – ampolla de 10 ml | 25 mgr de veneno |
Bothrops neuwiedi diporus | 15 mgr de veneno | ||
Bothrops Jararaca | 18 mgr de veneno | ||
Bothrops jararacussu | 15 mgr de veneno | ||
Anticrotálico | Crotalus durissus terrificus (Víbora de cascabel) | Frasco – ampolla de 10 ml | 4 mgr de veneno |
Antielapídico | Pool del género Micrurus (Coral verdadera) | Frasco – ampolla de 10 ml | 10 mgr de veneno |
2) Comando de Sanidad.
Laboratorio de Ejército 601.
Combate de los Pozos 2045. Capital Federal.
SUERO | PROTEGE CONTRA | PRESENTACIÓN |
Antiofídico | Bothrops alternatus | En frasco – ampolla, contenido equivalente a 10 ml |
Bothrops neuwiedi diporus | ||
Polivalente | Crotalus durissus terrificus | |
Cortalus durissus collilineatus | ||
Anticrotálico | Crotalus durissus terrificus | En frasco – ampolla, contenido equivalente a 10 ml |
Cortalus durissus collilineatus | ||
Antielapídico | Pool del género Micrurus | En frasco – ampolla, contenido equivalente a 10 ml |
A) Para evitar las mordeduras de víboras:
– Conocer los tipos de serpientes de los alrededores.
– Aprender a distinguir las víboras de las culebras.
– Tener precaución al atravesar pajonales, montes,
sendas poco transitadas, campos de cultivos, etc.
– Tener precaución al orinar y defecar en campos abiertos.
– Usar botas de caña alta y revisarlas antes de colocárselas.
– Llevar perros de compañía y/o palo terminado
en horqueta cuando se sale al campo.
– Revisar los alrededores de la vivienda periódicamente,
la leñera, los gallineros, etc. y desmalezar los alrededores
para evitar población de ratones y lauchas, alimentos
preferidos por las víboras.
– No introducir las manos en huecos de árboles, nidos,
leñeras, etc.: cuando sea necesario introducir primero
un palo o una rama.
– Evitar tocar con las manos las serpientes aunque parezcan
muertas, no tocar la boca.
B) ACTITUD FRENTE AL MORDIDO
QUÉ HAY QUE HACER
a. Mantenerlo en reposo, tranquilizarlo y administrarle abundante
líquido (agua o té)
b. Apretar en contorno de la herida suavemente con los dedos
para provocar la salida de sangre, sin causar más daño
en la zona de la herida.
c. Lavar la herida con abundante agua.
d. Transportar inmediatamente al paciente al hospital o centro
antiofídico más próximo.
QUÉ NO SE DEBE HACER
a. No dar al herido bebidas alcohólicas, ni remedios
caseros.
b. No aplicar ligaduras ni torniquetes en el brazo o pierna
mordido.
c. No quemar la herida.
d. No cortar la herida.
e. No aplicar desinfectantes.
f. No "chupar" la herida.
g. No aplicar suero antiofídico en la herida ni a su
alrededor.
PARA HACER LA IDENTIFICACIÓN DEL OFIDIO MORDEDOR EN EL HOSPITAL O INSTITUCIÓN ESPECIALIZADA.
a. Capturar la serpiente como se indica en al Capítulo
XII.
b. Si está viva, colocarla en un recipiente de metal
con tapa a rosca o sujeta con alambre; nunca en bolsas, ni
frascos.
c. Si está muerta, basta con llevar la cabeza y el
cuello.