Luego de una larga campaña de Greenpeace y otras organizaciones sociales, la industria química toma cartas en el asunto para solucionar la contaminación de la localidad santiagueña de Estación Argentina, afectada desde 1990 por un basurero tóxico dispuesto en forma ilegal.
BUENOS AIRES (12 de julio de 2002).- Ante la firma por parte
de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable
de la Nación y la Cámara de la Industria Química
y Petroquímica para retirar los residuos tóxicos
enterrados en la localidad de Argentina, provincia de Santiago
del Estero, Greenpeace señala lo siguiente:
"Con este acuerdo, que esperamos se cumpla en tiempo
y forma, se sienta un importante precedente en el cual el
colectivo de industrias químicas toma cartas en la
resolución de un problema causado por la disposición
final de productos fabricados por empresas químicas
en el pasado.
"Ya en 1999, Greenpeace reclamó a la Cámara de la Industria Química y Petroquímica que más allá de la causa penal que se está llevando contra la empresa inglesa ICI (ex Duperial) por la posible responsabilidad en el enterramiento de los residuos en el Juzgado Federal de Santiago del Estero y que lleva ya 8 años, era imprescindible que fuera ese colectivo empresario el que debía aportar las soluciones económicas y físicas para evitar el daño que se estaba produciendo en aquella aislada localidad santiagueña.
"Es por ello que hoy Greenpeace ve con buenos ojos este Acuerdo firmado hoy, y desea que sea el punto de partida de una nueva actitud de la Cámara de industrias químicas en relación con los productos tóxicos que produjeron en el pasado y que hoy están afectando el ambiente y la salud en distintos lugares del planeta. Es claro que más allá de quiénes hayan sido responsables física o intelectualmente por el enterramiento, la industria química en su conjunto está tomando la responsabilidad de colaborar con las medidas necesarias para evitar que estas sustancias sigan afectando el ambiente y la salud de la zona.
"Es necesario puntualizar también, que según
el acuerdo firmado, los residuos serán removidos y
llevados al exterior por una empresa cuyos servicios han sido
gestionados por la Cámara de la Industria Química.
En este sentido, Greenpeace desea mencionar que la tecnología
elegida para el tratamiento de estos residuos en el exterior
es la incineración.
Greenpeace lamenta esta decisión ya que la incineración,
ya esta tecnología también origina emisiones
contaminantes que no es posible ignorar"